Los helicópteros de la señorita Pepis
Hace ya unas tres semanas en el programa Tiempo de Noticias (Maxorata TV), denunciábamos una situación que parecía increíble. El Servicio de Urgencias Canario acaba de conceder el contrato para la evacuación sanitaria a una empresa que aportaba unos helicópteros que -asómbrense- no podía transportar pacientes que midieran más 1,80 ms. y/o pesaran más de 100 kgs. La denuncia venía apoyada por la copia de un escrito del propio SUC en el que se advertía a los coordinadores de evacuaciones aéreas en los distintos hospitales que en caso de duda, deberían ponerse en contacto con el Servicio para que éste diera el visto bueno a la evacuación tras conocer con precisión la altura y el peso del paciente.
Pero todavía hay más problemas. Los nuevos helicópteros no tienen la autonomía suficiente para llevar a cabo un viaje Las Palmas-Fuerteventura y regreso, siendo preciso que a la llegada de la aeronave a la Isla, el piloto aterrice en el helipuerto del Hospital para dejar al equipo médico en tierra y seguidamente depegar y dirigirse al aeropuerto para repostar, mientras el médico y el enfermero se ocupan de "preparar" al enfermo y recoger la documentación necesaria. El SUC sostiene que no se producirán retrasos por ese motivo, difícil de creer.
Añadir que el espacio en la cabina del helicóptero es tan escaso que si durante el vuelo fuera precisa la asistencia al enfermo, el médico y el enfermero tendrían serias dificultades para hacerlo o les resultaría imposible llevarla a cabo.
A pesar de la denuncia y de la inquietud de los sindicatos sanitarios de la Isla, no hubo responsable que se hiciera eco de la noticia. Por fin y hace unos pocos días el Consejero de Seguridad y Emergencias del Cabildo Insular, que nada tiene que ver con los helicópteros de evacuación de urgencias y que casualmente no es de CC, se hacía eco del desaguisado y denunciaba la situación a los medios de comunicación; siendo inmediatamente desmentido por el responsable de turno del SUC que diligentemente, negaba la mayor y se hacía eco de las maravillosas características de los nuevos helicópteros, explicando a los ciudadanos de Fuerteventura, que en la antigüedad era conocida como Planaria, que éstos eran muy apropiados para maniobrar en terrenos muy accidentados y montañosos y añadía que si hubiera algún problema para la evacuación, ésta sería siempre posible por avión o barco y suerte que no se le ocurrió añadir que también se podría usar una patera o una balsa.
Cabe preguntarse que clase de gobierno tenemos que en un alarde de irresponsabilidad es capaz de contratar los servicios de unos helicópteros que no son útiles para su función. ¿Forma parte esta contratación del recorte de presupuesto que castiga a la sanidad pública canaria?. Es este un problema que puede tener consecuencias gravísimas, hay momentos en que la supervivencia de un enfermo se mide en minutos y depende de su inmediata llegada al hospital de referencia en Las Palmas, pero como el enfermo mida 1,90 o pese más de 100 kilos, la evacuación en helicóptero resultará imposible y su superviviencia quedará en las manos de Dios, pues el SUC amigos míos se lava las manos.
Desde aquí sólo queda exigir a Mario Cabrera, Presidente del Cabildo de Fuerteventura, y por tanto máximo responsable del gobierno insular, para que reclame solución inmediata a esta situación y que lo haga, si se atreve, con la misma energía que cuando reclama otras cosas menos importantes a "Madrid". Le animo a movilizarse aunque sólo sea por la proximidad de las elecciones locales.
Y mientras esto se aclara, que seguramente será que no, seguiremos condenados a depender de los helicópteros de la señorita Pepis que estos irresponsables han contratado.
No solo es cierro sino que el SUC lo niega a todas todas tratándonos a todos de tontos.
ResponderEliminarLa camilla tiene 1,80 metros, sin espacio para salir los pies.
Por donde sale todo?
Por la cabeza
El SUC quiere trasladar con los pies doblados a los mas altos, y como los canarios somos unos toletes dejamos que hagan lo que quieran
Como buena costumbre de nuestros políticos, hay que negar la verdad todo lo posible para que no les salpique a ellos.
Y mientras tanto amenazan a su personal de echarlos si dicen nada fuera de la empresa, que me lo ha dicho uno de ellos.
Viva la democracia