Hay legislaturas en las que uno no está para nada
Decía César González Ruano, periodista de campanillas, parafraseando un viejo dicho que ”hay años en que uno no está para nada”. Aplicando la misma figura al trabajo de nuestro presidente cabe afirmar que Zapatero podría decir, y casi nadie se lo discutiría, que “hay legislaturas en las que uno no está para nada”.
No hay manera pese al brutal esfuerzo de “comunicación” que dicen los socialistas y sus terminales mediáticas o a la pura y simple propaganda tal como lo califica la mayoría, no hay manera digo que sea capaz de enderezar mínimamente el camino de este gobierno, que preside abandonado por sus votantes, por la mayoría de su partido y mirado con una, por ahora, circunspecta desconfianza por mercados y autoridades financieras y monetarias, léase BCE, FMI y CE y así nos entendemos todos.
Pese al pretendido éxito cosmético del cambio de gobierno llevado a cabo por ZP, cuando impelido no sabemos por que “fuerzas” tuvo que dar de baja en el organigrama del Consejo de Ministros a sus chicas, a la Vice, a Moratinos, etc., y sustituirlos por gente del felipismo - ya saben prietas las filas…., clan de la tortilla -, etc., está visto que es absolutamente incapaz de remontar el vuelo.
Los medios más afines al PSOE publican y jalean unas encuestas en las que se magnifican resultados que indican que ha crecido la confianza en el nuevo gobierno, haciendo una curiosa exclusión de su responsable, el Presidente Zapatero, que recoge unas cifras negativas abrumadoras. Más del 63% de los votantes del PSOE manifiestan su disconformidad a que se presente a la reelección.
Las cosas siguen mal tirando a peor en todos los frentes, eso lo percibe cualquiera, el cambio de fichas en el gobierno no ha supuesto ningún cambio en las políticas practicadas salvando naturalmente la especial dedicación de los ministros a las tareas de propaganda. Veamos:
En el plano de lo parlamentario y de lo social produce rubor la noticia que traslada la decisión gubernamental de vetar la tramitación de las veintidós enmiendas parciales al proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2011, entre ellas las presentadas por PP, ERC, IU, ICV, BNG, UPyD, Nafarroa Bai y CiU para que se derogue la congelación de las pensiones en el próximo año.
El Ejecutivo se ha acogido a la facultad que le reserva el Reglamento del Congreso para impedir que se voten enmiendas a los Presupuestos que supongan un incremento de gasto o una disminución de ingresos y como resulta que José Luis Rodríguez Zapatero, líder de la cuestión social y adalid de los que menos tienen, necesita conseguir un ahorro importante - 1.500 millones parece que se ahorran con la medida - no ha querido encontrar otra manera de producir este ahorro que la dichosa congelación. Así que los socialistas “ahorran” pero quitándoles las monedas del bolsillo a los pensionistas.
El uso, reglamentario que conste, de la facultad de veto lo dice todo, no hay más que repasar quiénes presentan enmiendas, la derecha, la izquierda, nacionalistas, centristas y los medio pensionistas. No debían fiar de los votos de PNV y CC para esta faena, así que han utilizado el veto que es la negación absoluta del concepto de lo parlamentario.
En otro orden de cosas pareció que la Encuesta de Población Activa permitiría a ZP, a sus muchachos y sus mariachis mediáticos sacar pecho durante unos días pero ya se sabe la fama de gafe que con razón o sin ella acompaña a nuestro presidente así que la cosa se torció de manera inmisericorde.
Aprovechando la presunta bonanza de las cifras se acercó al Senado y lanzó una suave lluvia de promesas optimistas, resultado: Al día siguiente sabíamos que el paro había mandado en octubre a casa a más de 68.000 compatriotas, cifra que confirma tendencia ya que repiten resultados negativos los últimos tres meses, el Banco de España anunciará, si a estas horas no lo ha hecho ya, el estancamiento del PIB durante el pasado trimestre y desde la Oficina Económica de Presidencia se confirma no ya un estancamiento sino por el contrario una recaída en el PIB . Si en el segundo trimestre crecimos la miserable cifra del 0,2% ahora sólo hemos sido capaces de hacerlo en un 0,1%.
Añadan ya metidos en harina que la prima de riesgo de la deuda pública española se disparaba ayer hasta los 180 puntos básicos, desconfianza de los mercados se llama a esta figura, y convendrán conmigo que las noticias económicas son más para echarse a llorar que para dar discursos optimistas en el Senado.
¿Tenía que ser precisamente ahora? también es mala suerte, pues sí ha sido ahora cuando los magistrados del Tribunal de Estrasburgo han avalado la sentencia emitida por el Tribunal Supremo sobre lo que se conoce como el Caso “Lasa y Zabala”. Consecuencia inmediata recuerdos de los asesinatos, torturas, cal viva…, y claro todo el mundo recordando aquello que nadie en el PSOE quiere recordar y mucho menos que nadie Rubalcaba y Ramón Jáuregui, flamante ministro de la Presidencia, que asisten abochornados a la activación de la memoria colectiva ante el recuerdo de sus acciones y declaraciones relacionadas con el GAL en general y con este caso en particular.
¿Oiga y de Exteriores?, pues distinta persona al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores -ahora la Trini y ayer Moratinos - pero la misma debilidad de siempre, el mismo temor de la política exterior socialista que no se atreve a defender ni a sus nacionales y mucho menos los intereses de la Nación o los de nuestros compatriotas
Dice la noticia “El ministro de Exteriores marroquí arremete contra la prensa española por el tratamiento dado a su país” y lo hizo en presencia de Dª Trinidad Jiménez que en un alarde de gallardía y patriotismo, del que deben enseñar en la Educación para la Ciudadanía, se alineó con la tesis del ministro marroquí, no fuera a ser que éste se enfadara.
Y por si tienen pegas o dudas sobre la desoladora actitud del gobierno socialista en lo que hace referencia a la política exterior, el inefable embajador de Venezuela ante el Reino de España, se ha permitido afirmar en unas declaraciones a la prensa que “ETA defiende causas justas” y tras la afirmación ha mirado al tendido y se ha fumado un puro, cubano naturalmente compañero. Oiga y nadie lo mandado de vuelta a casa.
Así que supongo que a Zapatero y a nosotros no nos cabe otra que pensar que es cierto que hay días en que uno no está para nada, ZP debe ser que trabaja al por mayor y ese sentimiento hay que definirlo en la frase que da título a este escrito:
Hay legislaturas en que uno no está para nada ¿verdad Sonsoles?
Paciencia y barajar.
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