El Estado Autonómico y otras hierbas celestiales
Hace bien pocas fechas, José María Aznar, tras el protagonismo mediático que tuvo, a cuenta de su nuevo y extraordinariamente bien retribuido puesto de trabajo en ENDESA, volvía a las primeras de la mayoría de los periódicos españoles con unas declaraciones sobre las autonomías. "España no da para diecisiete organismos territoriales que hacen lo que el Estado". Esta afirmación, emitida en la I Cumbre del PP Exterior, el pasado viernes en la tierra de adopción de Zapatero, es decir, León, ha supuesto para algunos un auténtico escándalo, por lo visto más preocupante que la pésima situación de nuestro país.
Se podrá hablar de la oportunidad o inoportunidad de las declaraciones a las que nos tiene acostumbrados José María Aznar, que demuestra a cada día que pasa que no es de los que se muerde la lengua y que se expresa con una rotundidad que a muchos molesta y encorajina. Normalmente esas declaraciones a las que hago referencia, reciben por parte del público, lo que en el ambiente taurino se conoce como “división de opiniones”.
Ahora bien, dejando de lado la aceptación automática de unos y el ataque sistemático a todo lo que diga Aznar de los otros, lo que hay que preguntarse en este asunto, y en todos los demás, es si lo que se dice es cierto. Lo importante no es quién dice las cosas, sino el contenido del discurso. Nos encontramos ante una realidad, que a mí me parece indiscutible, la Administración nos cuesta a este país, más de lo que somos capaces de recaudar.
Nos enfrentamos a una administración redundante, ineficaz y cara. En realidad Aznar se ha limitado a afirmar, algo que suscribiríamos la inmensa mayoría de ciudadanos españoles: “Es necesario reformar la ordenación del territorio y hacer frente a un gasto inútil”. ¿Hay alguien que pueda afirmar lo contrario? Los españoles nos “gozamos” los gastos ocasionados por la Administración Central del Estado, a los que hay que añadir los que abundantemente producen las 17 autonomías y los cerca de 10.000 municipios, ah y no se olviden de las 40.000 empresas públicas, que ganan poco y pierden mucho.
Soportamos, financieramente hablando, la existencia de más de 3.000.000 millones de funcionarios, hemos triplicado el número de funcionarios mientras nos colocan el cilindro de la modernización de la administración y la implementación de tecnología, que no se sabe bien para qué sirve, pero desde luego no para disminuir el gasto.
De acuerdo a las posibilidades reales de nuestra economía, soportamos una administración que no nos podemos permitir. Es así de sencillo, ni buena, ni mala, ni cara, ni barata; simplemente por encima de las posibilidades económicas de nuestro país. Aunque les aseguro que nuestra administración - la central, la autonómica y la municipal-, son malas como carne de pescuezo y además las pagamos a precio de solomillo.
Como serán las cosas que en Cataluña los de CiU se han apresurado a afirmar, que a ellos les parece bien que se reforme la actual estructura autonómica, pero, siempre y cuando a ellos ni se les toque. Eso fue lo primero que se les ocurrió. Hoy Durán Lleida ha afirmado que está dispuesto a aceptar recortes en el resto de las autonomías, mientras se respete la situación actual de las “comunidades históricas”
Una nueva demostración del férreo cumplimiento del mandamiento fundamental de los nacionalistas, ya saben ¿no?: “La caridad bien entendida comienza por uno mismo”. Reconocen que en España la vaca ya no da leche para tanta autonomía y aceptan los recortes ajenos, aún cuando ellos se declaren intocables en el mismo acto. Solidaridad se llama la figura.
Y para que no haya dudas sobre la veracidad o exactitud de las afirmaciones del ex presidente Aznar, además del reconocimiento explícito de Durán, CiU, y el resto de los de las comunidades históricas, las demás serán prehistóricas, debo suponer, digo que para que no haya dudas al respecto de lo que afirma Aznar, vamos a ver que dice Zapatero sobre este asunto, en unas declaraciones al Financial Times.
Zapatero no reconoce, en la entrevista, explícitamente la inviabilidad del sistema, pero si acepta que las Comunidades, son las madres de mucho gasto injustificado e insoportable. Decía nuestro Presidente: El Gobierno intervendrá si las Comunidades Autónomas no recortan su gasto. Y advertía que, "Nosotros debemos dar ejemplo a las autonomías con el control del gasto público. Y ellos tienen que responder. Ellos tienen que cumplir con las obligaciones porque si no lo hacen, el Gobierno actuará". Supongo que este es el momento en el que hay que decir aquello de “blanco y en botella…”
Así pues hay que reformar la administración, Europa ya ha dado el toque sobre los casi 10.000 ayuntamientos, cifra que habrá que recortar, pero creo que además hay que adelgazar de una vez por todas a las Comunidades Autónomas y evitar que por esas administraciones se desangre a borbotones nuestra escasa capacidad económica.
Así que ya ven que lo que dijo Aznar es tan cierto como que el sol sale por el este, la pega estaba en quién había sido la persona que se había atrevido a advertir el problema. Hay que reformar y recortar los gastos de la Administración, si no lo hacemos nosotros por las buenas o por las regulares, nos obligará -por las malas- la UE.
Supongo que ZP y los suyos esperan que acometan esa tarea los populares a partir de las próximas elecciones generales. No sé yo, si en ese momento, no será tarde ya.
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