Soluciones para nuevos tiempos
Como comprenderán ustedes, esto de escribir en tono crítico sobre las distintas circunstancias políticas que nos toca vivir, no resulta gratis. En el mundo de la política hay poquita, por no decir ninguna, deportividad y muchísima menos capacidad de reflexión, análisis o autocrítica. Personas que viven del dinero público y que se presentan a las elecciones para representarnos, sorprendentemente reaccionan muy mal ante la crítica, a la que están expuestos precisamente por esa dedicación.
Hay una corriente de opinión que afirma que mis críticas nacen de mi natural mala…uva. Bueno, para decir verdad, no se refieren sus comentarios al fruto de la vid, más bien relacionan mi carácter con la falta de calidad de algún producto lácteo, como si de ser cierta esa circunstancia, eso quitara credibilidad o razón a mis afirmaciones.
Creyendo a pies juntillas la verdad que encierra un refrán español: “Hombre refranero, hombre puñetero” voy a explicar cómo veo yo las cosas. En primer lugar acostumbro a tener muy presente una frase de Antonio Machado, cuyo contenido me parece importantísimo: "La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero". De ahí, por analogía, acostumbro a utilizar un pensamiento. Lo verdaderamente importante, es lo que se dice, no quién lo dice.
Junto a ésta frase o reflexión, otro pensamiento del que desconozco el autor. Una frase, que leí en una fachada lateral de una vivienda en la calle Virgen de la Peña, en Puerto Rosario, que afirmaba: “Cuando los hechos contradicen a las palabras, me quedo con los hechos”. Ambas me sirven muchísimas veces cuando me enfrento al dilema de la crítica política.
Y dicho esto, habrá que convenir que el hecho, cierto, de que yo gaste cierta dosis de “mala milk”, no es argumento válido para descalificar mis afirmaciones; que por cierto acostumbro a argumentar. Y todo este, espero que no demasiado farragoso, proemio viene a cuento del eslogan, bajo el que presentó Coalición Canaria sus candidaturas.
El contenido del mismo, que da título a este escrito, viene a convencerme, que esta ceremonia o rito al que asistiremos en el próximo mes de mayo, se enfrenta por algunos, sino todos los partidos y candidatos, en clave de trámite que tiene que sufrir la casta política para alcanzar sus objetivos. Para entendernos, servirse del electorado para defender los intereses de sus organizaciones políticas, y los de los amigos, correligionarios y clientes (en el sentido que le da el derecho romano a este término).
Me recuerdan los fastos electorales, la campaña y las elecciones, digo que me recuerda de manera inevitable a la Cabalgata de Reyes, cuya finalidad conocemos los adultos y que no necesito explicar. Las elecciones son a la Cabalgata de Reyes como la ilusión infantil lo es a la ilusión de muchos ciudadanos.
Se presentaron el pasado viernes las candidaturas de Coalición Canaria, acto preelectoral por excelencia, que contó con la presencia de nuestro dilecto presidente, que asistía a la ceremonia como miembro de CC, aunque lo presidiera. Otro asunto que daría para otras reflexiones, la confusión entre partido y gobierno.
Bien, a lo que vamos, la ceremonia se llevó a cabo bajo el eslogan de estas elecciones, o quizás el eslogan de la etapa preelectoral, que eso no lo sé, decía así: “Soluciones para nuevos tiempos”. Puedo asegurarles que un tirio y un troyano que, casualmente, se encontraban por allí, abandonaron escandalizados el acto.
Que se hayan gastado una pasta en que algún experto en mercadotecnia o publicidad les haya colocado la frasecita, da medida de la incapacidad que sufren los políticos “profesionales” para analizar la realidad.
Se reputan los candidatos y la organización que los nombra, importante este detalle, se reputan como “Soluciones para tiempos nuevos”. Estoy viendo la escena: Miren ustedes, la frase reúne dos conceptos importantes y positivos, “soluciones” y “nuevos”. Hemos hecho un estudio sociológico, algo caro pero muy bueno, que nos dice que los electores quieren soluciones y no promesas y que buscan cosas nuevas. Así que hemos reunido de manera inteligente…. Y así bla, bla, bla durante una hora, mientras mostraban a los de CC clientes una serie de imágenes, alusivas al eslogan de marras.
Y los de CC, que al fin y al cabo les importa poco lo que pagan, pues el dinero no sale de sus bolsillos, y a lo peor la agencia es de un sobrino de alguien muy importante de la organización, pues encantados de la vida.
Soluciones para tiempos nuevos, nos dicen los mismos que han sido incapaces de encontrar solución a los problemas de ayer y de hoy. Soluciones para tiempos nuevos, los que han sido incapaces de paliar el pavoroso problema del paro en Canarias. Soluciones, los mismos que son incapaces de gestionar el dinero que para generar empleo llega desde Madrid y Bruselas.
Soluciones para tiempos nuevos, los que se han demostrado incompetentes, durante años y años, para solucionar el problema de nuestro fracaso escolar. Soluciones, los mismos que no han sido capaces de implementar la Ley de la Dependencia. Soluciones, los mismos que han colocado a nuestra Sanidad entre las peores del país.
No sé yo si me escandaliza más la desvergonzada afirmación o la credulidad de los que les votarán en mayo. No son solución para nada, lo han demostrado generosamente y no hay tiempos nuevos, porque en esta parte de España, desde hace muchísimo tiempo no sucede nada nuevo. Y si con nuevo, se refieren a la salida de la crisis, recordarles que han gobernado en los tiempos de las vacas gordas, más que gordas afectadas de obesidad patológica, con la misma incapacidad que demuestran ahora.
Así que ya saben: Soluciones para tiempos nuevos. Vayan abrochándose el cinturón y miren si debajo de su asiento está el chaleco salvavidas, nos van a hacer falta.
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