Andalucía, los reptiles y la corrupción
No son los tres mosqueteros, pero el presupuesto no daba para más... |
Hace ya unos días saltaba a los medios una noticia, en la que se recogía la existencia del que, probablemente, sea uno de los mayores casos de corrupción de la reciente historia de Andalucía. Comunidad en la que gobiernan los socialistas desde siempre y cuyo parlamento ostenta un triste récord: Durante quince años ha rechazado más de cien peticiones de la oposición para llevar a cabo alguna comisión de investigación.
Parece que la cosa tiene poca defensa, es la propia Junta de Andalucía la que habilita unos fondos que facilitaría, a las empresas que lo necesitaran, la realización de ERE,s (Expedientes de Regulación de Empleo), se autoriza nada más y nada menos que un gasto de 650 millones de euros a tal fin. Claro que el procedimiento a seguir tenía buen cuidado de evitar los sistemas de control existentes que vigilan el gasto de dinero público. El “trabajo” lo llevaban a cabo unas empresas públicas, que no tienen la obligación legal de respetar el procedimiento administrativo que marca la ley.
Los fondos se han utilizado en lo que alguien ha calificado de “fondo de reptiles”, que ha utilizado el dinero de nuestros impuestos en “gratificar” a una serie de amigos, amiguetes, compañeros y clientes políticos del partido socialista andaluz. La justicia se ha puesto en marcha, pero como el escándalo, la corrupción y los corruptos venían de la banda de babor, del lado zurdo para entendernos, se han ahorrado ustedes, imágenes televisadas de las detenciones policiales y fotografías de los presuntos y su familia en la prensa. Lo que me parece bien y me parecería mejor que sucediera en todas las detenciones, en defensa de eso que se conoce como presunción de inocencia.
Se han cargado, en una zona de España en la que malviven más de un millón de parados, más de medio billón de las pesetas de antes, en hacer clientelismo político y premiar con altísimas jubilaciones e indemnizaciones a los amiguetes de turno. No crean que exagero, en los expedientes de regulación de empleo de los que hablamos, se han incluido a secretarias que han resultado jubiladas como mineras de las que trabajan en los lugares más peligrosos e insalubres de las explotaciones, con la intención de que cobraran la más alta jubilación y las mayores indemnizaciones.
Han cobrado indemnización y jubilación individuos a los que se les daba de alta en la empresa por la mañana y por la tarde firmaban de conformidad el acuerdo del ERE. Milagrosamente algunos ex concejales socialistas se han convertido en trabajadores de una base militar y no han dudado y así está acreditado, en falsear vidas laborales de amigos y correligionarios para que éstos pudieran entrar en la amable y dorada lista, que recogía a los beneficiarios de unos ERE,s absolutamente dudosos, por no decir una cosa peor.
Los fondos son autorizados por el Parlamento Andaluz, a propuesta del entonces Consejero Griñán, actual presidente andaluz, el cual manifiesta que no va a aceptar una comisión de investigación en el Parlamento, tal y como solicitan los populares, porque éstos lo que pretenden es una “comisión de difamación” y seguir “mintiendo” con el respaldo de la inmunidad parlamentaria. Otros dirigentes del PSOE han señalado que no están dispuestos a un “juicio paralelo” al margen de los tribunales.
Bueno, parecen más bien excusas de mal pagador, ¿juicio paralelo?, no parece. Los jueces determinan las responsabilidades penales, pero los Parlamentos pueden determinar y depurar, si les dejan, las responsabilidades políticas. Sobre lo de la comisión de “difamación,” no parece que con lo que está cayendo, al PP le haga falta difamar a nadie, de ello ya se han encargado algunos de los responsables del partido socialista andaluz.
Es el Parlamento andaluz, el que debe aclarar cuál fue el motivo por el que se decidió aprobar el convenio firmado en julio de 2001 entre Empleo y el IFA (Instituto de Fomento de Andalucía) que permitía la no publicación del gasto en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, procurando la opacidad necesaria y que excluía la hasta entonces necesaria autorización de las partidas para las prejubilaciones por parte del Consejo de Gobierno.
Si, como parece, todo esto no es más que, un conjunto de maniobras encaminadas a repartirse el dinero público reservado a Empleo, entre los amiguetes de turno, me resulta una conducta que además de, presuntamente delictiva, es moralmente repugnante. No me extraña la desesperación de los altos cargos socialistas que ven aterrados como las encuestas les anuncian el fin del ciclo socialista. Les garantiza la pérdida del poder y las prebendas consiguientes, pero he de suponer que también temen la posibilidad de que el PP, de ganar, levante las alfombras y abra las ventanas de la Junta, con las consecuencias fáciles de suponer.
No nos engañemos, esto no es un caso aislado, se corresponde con una manera de hacer en la vida política andaluza que sólo se puede desarrollar en un clima de inmunidad y desde luego de absoluta desvergüenza.
¿Perdón como dice usted Dª María? Pues es muy sencillo, lo del Gürtel me parece mal. En lo de la corrupción no hay diferencias. Condenable sean quiénes sean los responsables. Los culpables a la cárcel y allí se las entiendan los de un color y los del otro.
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