Aquí sucedió la parte "visible" del 23F
Este post lo publiqué el 24 de febrero de 2011. En el 2012 lo de la primavera valenciana me evitó hablar sobre este asunto. En este año la fecha cayó en sábado y ahora no publico los sábados ni los domingos. Hoy fue la actualidad, pero no quiero que pase más tiempo sin hablar del tema.
Cada año los rumores son peores. Creo llegado el momento en que alguien nos explique a todos lo que sucedió.
¿Fue Tejero quién realmente evitó el Golpe de Estado?. Lean el post de hoy tal y como se publicó en su día. Detalles aparte está de plena actualidad.
Estos últimos días, cualquier ciudadano español ha visto a Tejero en el Congreso de los Diputados pistola en mano, hasta en la sopa. Entre el celebérrimo vídeo del “se sienten coño”, más los reportajes, declaraciones de los que estuvieron esa noche en el Congreso, o de otros que no estuvieron pero se les preguntaba, o se apresuraban a explicarnos qué hacían en el momento de producirse el asalto, creo que hemos sufrido una experiencia propagandística que ha saturado los medios de una manera absolutamente desproporcionada.
El 23F es una fecha que conviene no olvidar. Pero ese recuerdo no justifica el circo mediático que nos han metido con calzador. Conforme, que ayer se cumplían los treinta años del suceso, y que se desclasificaban algunos documentos, tales como las propias actas del Congreso de ese día, pero estando de acuerdo en que no hay que olvidar lo sucedido, tampoco el asunto da como para organizar ese numerito.
Un gravísimo suceso en el que, como en una mala película de serie B, hubo héroes y villanos, desgraciadamente para España y los españoles, bastante más villanos que héroes, un suceso del que realmente sabemos muy poco. ¡Oiga! que es el primer intento de golpe de estado retransmitido en directo por radio y televisión. ¿Y? esto es lo mismo que lo de los prestidigitadores, la mano es siempre más rápida que la vista, a usted le enseñan ostensiblemente algo, mientras que suceden otras cosas que no ve, entretenido en lo que le están mostrando.
Que conste que estoy por la plena y absoluta transparencia sobre el intento de golpe de Estado. Pero la repetición “ad nauseam” de la imagen de Tejero, poco, muy poco sirve a tal fin. Lo del 23F ocurrió, porque hubo personas, colectivos e Instituciones que concertaron sus voluntades para que sucediera y lo que supone una de las más grandes paradojas de esta historia, es que quién realmente frustrara el golpe fuera Tejero.
En España, nos hemos acostumbrado a que nos canten, o mejor nos susurren dulcemente en la orejita, lo que nos gusta oír. Nos hemos convertido en un pueblo qué jamás se entera de lo que realmente pasa y dudo que realmente queramos conocer la verdad. Pero si queremos que las experiencias vividas sirvan para algo, es fundamental que sepamos lo que sucedió realmente. Sobre el 23F sabemos algo de lo que pasó, pero conveniente manipulado para que la información pierda su sentido real y no sepamos la verdad de las cosas.
El 23F sucedió, porque una serie de personas, políticos, sindicalistas, militares, agentes de inteligencia, el poder financiero, etc., decidieron que convenía que la Nación caminara por un atajo “democrático”. Se buscó dar un golpe de Estado “aceptable”, algo anticonstitucional a todas luces pero que resultara agradable al paladar. Decidieron que era bueno violentar la Constitución y poner en el poder un “gobierno de salvación”, aunque tuviera que ser votado por el Congreso de los Diputados, de “aquella manera”.
Y a esa tarea se dedicaron en cuerpo y alma muchos, de los que ayer salían muy sonrientes en la televisión, explicando la importancia que tuvo para la democracia española el fracaso del 23F y subrayando el valor de su actuación personal que sin duda salvaguardó la democracia, la libertad …. Una jornada en la que muchos trileros de la política, junto a personas que servían a Instituciones (con mayúsculas) o al aparato del Estado habían acordado acabar con la normalidad constitucional, con el nihil obstat y la necesaria colaboración de las más altas instancias nacionales, bajo la vigilancia, eso sí, de las autoridades norteamericanas.
El golpe fue apoyado, impulsado y protagonizado por muchos que se reputan como demócratas y, lo que es peor, por algunos de los que figuran hoy como los salvadores de la democracia española. Y alguno dirá, mire usted, lo que pasó, pasó y a qué viene ahora remover cosas tan graves y delicadas. Y yo mantengo que lo que es realmente grave es que algunos hayan decidido que los ciudadanos españoles no debemos conocer según qué cosas.
Sucedió algo gravísimo y me refiero a lo que fue público y notorio y también a lo que permanece todavía en secreto y se pretende que siga así. Sucedió algo gravísimo y ni se hizo justicia, ni nos permitieron saber qué es lo que realmente sucedió. La historia hay que conocerla, pero sin falsificaciones, ni zonas oscuras.
Que la idea era colocar en el poder a un gobierno presidido por un militar en el que iban a participar una serie de políticos supuestamente democráticos, es algo que nadie puede negar, que el proyecto contaba con las bendiciones de ciertas instancias necesarias para su buen fin, tampoco. Que Tejero una vez en el Congreso se entera de la composición de ese gobierno y dice que verdes las habéis segado, que él no había tomado el Congreso con su gente para eso y que esa actitud provoca el fracaso del golpe y la desbandada de algunos y el cambio de chaqueta de muchos, es una verdad incuestionable.
En España, cuando las cosas suceden, siempre hay gente que piensa que no conviene que sepamos la verdad, deben pensar que sufrimos una patología que nos impide manejarla, seguro que habrá quién sostenga que tras treinta años, mejor será no meneallo. No puedo estar más en desacuerdo, pero sí además me tengo que tragar la versión edulcorada del 23F unas doscientas veces, si tengo que ver a los que iban a ser los ministros del gobierno golpista cascando en la tele y presumiendo de salvadores de la democracia española, tengo que protestar.
Exijamos saber la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad y los que estuvieron pringados en esa operación que carguen con la responsabilidad moral, otra no creo que les alcance, y sufran el desprecio de los ciudadanos, que merecemos saber qué es lo que sucedió, quién defendió realmente a la democracia y quién estaba en el asuntillo del “gobierno de salvación”. No se sabe todo, es falsa la afirmación contraria y no hay nada que inventar. Todos sabemos que la realidad siempre supera a la ficción.
Nunca seremos un pueblo respetable, hasta que los ciudadanos consigamos que en España quien la haga, la pague. Caiga quién caiga y cueste lo que cueste.
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