Dos de los protagonistas de la crisis del transporte aéreo
Hace unas horas se ha dictado el laudo que deja fijadas las condiciones laborales y el salario del colectivo más conflictivo de los últimos tiempos, a la vez que el más vilipendiado y maltratado ante la opinión pública española. AENA ante la imposibilidad de llevar a buen fin las negociaciones con el sindicato de controladores se acogió a la figura del arbitraje. Ahora se dicta el laudo, que obligará a las partes tras su publicación en el BOE.
Y muchos de los que pidieron la horca o en su defecto la hoguera para esos trabajadores privilegiados, sin duda, mostrarán su satisfacción, como si los problemas laborales se solucionaran mágicamente con la muerte civil de una de las partes. Hemos sufrido unas experiencias durísimas, que se nos han explicado desde el Gobierno como a éste le ha convenido. Hemos padecido la declaración del estado de alarma, es decir un recorte de los derechos que constitucionalmente nos corresponden y muchísima gente ha aplaudido con las orejas la aplicación de una medida excepcional, sorprendentemente dirigida a solucionar un problema laboral.
Bien está lo que bien acaba, dirán muchos, pues yo he de disentir ante el contenido del dictamen del laudo que se resume en que los controladores aéreos cobrarán 200.000 euros y trabajarán menos horas. Y por abundar: El laudo que pone fin al conflicto entre controladores y AENA fija un salario medio de 200.000 euros y reduce las horas de trabajo a 1.670 este año.
El árbitro, el ex ministro Pimentel ha manifestado que los controladores españoles trabajan "más que la media europea, pero también ganan mucho más", por lo que es necesario ir ajustando la jornada para adecuarla a esa media. Para entendernos el laudo fija el salario medio de un controlador operativo en 200.000 euros al año, mientras que la jornada máxima aeronáutica se establece en un máximo de 1.670 horas este año, frente a las 1.711 horas actuales, que se reducirán a 1.595 horas para 2013.
Además Pimentel advierte que el colectivo está sometido a situaciones de estrés y no es adecuado que exceda de la jornada convenida y apuntó que el laudo arbitral recoge la legislación europea e intenta que se homologue con la normativa de cara a la implantación del “cielo único europeo”. Y a quién Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.
Y para llegar a esto, ¿ha hecho falta todo lo que hemos pasado los ciudadanos españoles? Esta es una pregunta que debería responder José Blanco, ministro de Fomento y uno de los organizadores del colapso que sufrió el transporte aéreo en España aquel fin de semana del mes de diciembre pasado. Y cuando digo uno de los que organizó el follón, no me olvido de los controladores, ambas partes Fomento y los controladores contribuyeron a organizar el desastre de aquellos días.
Por una parte la cerril reacción de los controladores y por otra la decisión de Fomento de cerrar el espacio aéreo español cuando funcionaban con normalidad algo más del 50% de las torres de control en España. Se ordenó cerrar el espacio aéreo, adoptando una medida gravísima que era innecesaria para el transporte pero que convenía al gobierno para dar una imagen de firmeza ante la ciudadanía.
Y después vino lo de la militarización del colectivo, la declaración del estado de alarma, la desaparición de Zapatero, el protagonismo de Rubalcaba y Blanco, la prórroga de ese estado de alarma que no se utilizó siquiera el 23F o el 11M y todo eso y los millones de españoles tirados en los aeropuertos y todo el bla bla bla consiguiente ¿para qué? Para que ahora resulte que se mantiene el salario fijado por Fomento, repito, fijado unilateralmente por Fomento el 10 de enero de 2010 y se recorte la jornada laboral, tal y como solicitaban los controladores.
De verdad alguien puede apoyar ahora la posición tremendista de un gobierno que cierra el espacio aéreo cuando éste era operado aún con normalidad. De verdad alguien puede apoyar la durísima decisión adoptada de declarar un recorte de los derechos constitucionales de los españoles. De verdad vamos a aplaudir que para solucionar problemas laborales se militarice a un colectivo. El dictamen del laudo deja en muy mala posición al gobierno. Blanco nos debe una explicación, bueno Blanco y Rubalcaba para cuyo lucimiento se organizó el espectáculo. ¿Es qué en enero de 2010, Fomento no podría haber acudido a la figura del arbitraje, que hora se demuesta válida y sobre todo eficiente?
Ahora nos enfrentamos a la amenaza de convocatoria de huelga por el resto de los trabajadores de AENA en contra de la privatización de parte de la gestión de ésta; los sindicatos amenazan con colapsar los aeropuertos para las vacaciones de Semana Santa, la industria turística advierte del peligro de las cancelaciones, los españolitos no sabemos si podremos desplazarnos en avión. Se adoptarán las mismas medidas. No ¿por qué? Eso es lo que nos tienen que explicar desde el gobierno.
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Fantástico, antes tendría que haber sido.
ResponderEliminarEfectivamente Javier, esa es la pregunta por qué no se hizo lo del arbitraje con anterioridad.
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