ZP, encantado de haberse conocido.
Hace bien pocos días veía uno de esos cortes televisivos en los que Elena Salgado, anunciaba en el Congreso de los Diputados que “en el año 2010 España saldría de la crisis, gracias a los esfuerzos de este gobierno”. No creo que exista duda que la salida de la crisis exige que el paro disminuya de manera muy importante, así que de acuerdo con lo manifestado por la ministra, el paro debía bajar de manera exponencial “antes del 2010”.
Estamos rozando los 5.000.000 de parados si escuchamos al gobierno y sobrepasamos esa cifra escalofriante, si prestamos atención a las cifras que presenta la oposición. Cinco millones de parados y estamos en mayo de 2011, por lo tanto resulta indiscutible que las afirmaciones de la ministra de Economía Elena Salgado, forman parte del acervo profético fracasado, de este gobierno que no siendo capaz - está sobradamente demostrado - de hacer previsiones creíbles se dedica al esotérico arte de la profecía, con poca fortuna para decir verdad.
Decía hace unos días, refiriéndome a unas declaraciones de Valeriano Gómez, sobre la responsabilidad que tenía Mariano Rajoy en la evolución del paro y la destrucción de empleo, que había que ser muy zote o estar muy desesperado para acogerse a semejante excusa. Las cosas deben ir por ahí, porque la decisión del gobierno de ZP o Rubalcaba, que no se sabe bien cuál es el que manda de verdad, de proponer una amnistía para los empresarios que han defraudado al sistema, contratando ilegalmente trabajadores, sólo se puede entender si los responsables de la medida, el gobierno, están sumidos en un clima de impotencia y desesperación.
Todos sabemos que nuestra Constitución prohíbe de forma expresa las amnistías de cualquier tipo, todos también hemos visto cómo el Poder se saltaba el precepto constitucional y se han producido amnistías camufladas, sobre todo en el terreno de lo fiscal. Todos recordamos las medidas de gracia que se han llevado a cabo para que los defraudadores con cuentas en países opacos, pagaran lo menos posible. O los afloramientos de dinero negro, que se han llevado a cabo con el beneplácito del gobierno, satisfacción de los defraudadores e indignación de los ciudadanos.
Los españoles estamos acostumbrados a que se nos explique que si tenemos unos servicios deficientes es porque, en realidad no los pagamos. Que somos unos seres afortunados por vivir en un país, en el que los ciudadanos no sufren una presión fiscal semejante a la de la UE y que por lo tanto no deberíamos protestar que, como todo el mundo sabe, el ciudadano calladito está muchísimo más guapo. Será por eso que el gobierno decide amnistiar a los defraudadores.
Si leemos el último informe emitido por Eurostat, sobre la fiscalidad en la Comunidad Europea, nos daremos cuenta que hemos sufrido, a lo largo de esta y la anterior legislatura a los peores ministros de Hacienda de toda Europa y se me apuran probablemente del mundo mundial. Resulta que de este estudio, sobre la realidad fiscal de los miembros de la Unión Europea, se desprende que España es de los países que menos recauda de la UE (el quinto por la cola), a pesar de que, cuenten lo que cuenten los socialistas, los tipos impositivos de nuestro país están muy próximos a la media europea.
Vivimos en lo que algunos definirían como una paradoja, pero que a mí me parece un engaño miserable. Los españoles pagamos tantos impuestos como el resto de europeos, pero el Estado recauda menos. ¿Cómo puede suceder una cosa así?, sencillo, usted y yo pagamos como si fuéramos alemanes, pero alrededor de nosotros existe gente que, ganando muchísimo más que nosotros, no paga. En este país sólo pagamos impuestos los que dependemos de una nómina o una pensión, las grandes fortunas están exentas de esto de pagar impuestos que, como todos sabemos, es algo muy molesto y muy propio de la denostada “working class”.
¿Falacias de la derechona? Veamos, aquí el gobierno socialista recauda un 35,7% del producto interior bruto, casi nueve puntos menos que la UE. Para que se hagan una idea, Grecia y Portugal, dos países quebrados e intervenidos, recaudan más que nosotros, un 39% recaudan los griegos, mientras que nuestros vecinos los portugueses consiguen llegar a un 41,5%.
Esto es jauja, ciertamente la crisis y el consumo tienen que ver con la menor capacidad recaudatoria de Zapatero pero además no recauda porque se permiten el lujo de apretar las clavijas sólo a los que menos tenemos. Debe ser uno de los preceptos socialistas de nuevo cuño; esto de que los que menos tenemos, suframos una presión fiscal mayor que los ricos de verdad es todo un descubrimiento de ZP y sus muchachos. Seguro que a Zapatero y al PSOE le van a votar en bloque los millonarios, banqueros, aristócratas y terratenientes.
Qué cierto es que Zapatero ha llevado a cabo una auténtica revolución en España, los proletarios al paro, la clase media a la pobreza de hoz y coz y la banca y el poder financiero ganando más dinero que nunca.
¿Carlos Marx?, me van a perdonar, pero dicen desde Moncloa que al presidente no le gustan las películas de risa.
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