Aguedita y su eslogan, parece una mala broma
Era lo que le faltaba a la imagen de la isla de Fuerteventura, estamos peleando por conseguir un lugar al sol de turismo peninsular, un trabajo difícil, pero estén tranquilos; ahí, atenta a la jugada está Águeda Montelongo, esa servidora pública, trabajadora, honesta, transparente haciendo lo imposible para que Fuerteventura, sus gentes y sobre todo su Patronato estén en las páginas de la prensa nacional.
Gracias a las miserias del PP, sus senadores y diputados acostumbrados a viajar de “gañote” y a la incapacidad manifiesta, en el mejor de los casos, de Águeda Montelongo para controlar los pagos del Patronato de Turismo y en el peor de ellos, a cuenta del presunto pago indebido de los gastos de la jet del PP con dinero público, gracias a todo ello, hoy el periódico Público, publica con detalle las aventuras y desventuras contables de Aguedita Montelongo, que impertérrita niega la mayor y sigue achacando los pagos a errores de su gente y jura por lo más santo que esas facturas están pagadas, aunque nadie haya visto ningún justificante.
Vino el pasado domingo Esteban González Pons, llegado que hubo el hombre a la Isla, parece que se permitió el lujo de gastar una coñita sobre lo de las facturas y aseguró que él se pagaba todos los gastos. Innecesaria la aclaración, las facturas de Pons no se podían cargar contra el dinero del Patronato, por una razón fundamental: Águeda había sido cesada en sus funciones, si siguiera en ellas tendría mis dudas y supongo que muchos de ustedes también sobre el pago, el no pago o incluso el copago, de las mismas.
La coñita de González Pons me parece una falta de respeto a la transparencia con lo que se deben producir estos supuestos servidores públicos y da que pensar. Primero le intenta quitar hierro al asunto, y el asunto es grave por mucho que se intente desviar la atención sobre el estropicio. Segundo, si presume de pagar sus gastos, como si de algo excepcional se tratara, será porque la costumbre del PP, al menos en Fuerteventura, era la contraria. Allá ellos si la cúpula pepera viaja con los gastos pagados, pero que lo pague Águeda de su bolsillo o con los fondos de su partido y no del bolsillo de los ciudadanos a los que les dice que pueden confiar en el PP y en su persona, mientras que, presuntamente, paga los gastos de sus dirigentes, con dinero público.
Por otra parte resulta patética su actitud de explicar urbi et orbi, que las facturas se han pagado y que las tiene en su poder para demostrarlo, y digo que resulta patético por dos razones. En primer lugar porque el hecho de pagarlas no le absuelve del “error”. Naturalmente que siendo, como ha sido, sorprendida, pagando con dinero del Patronato gastos de senadores, diputados y algún secretario general, que han sido facturados a nombre de otras personas y entidades distintas, el hecho de devolver el dinero, presuntamente mal habido, no la absuelve de nada.
Sólo faltaría que además de lo que presuntamente ya ha hecho, pretendiera que el dinero del Patronato utilizado para pagar las facturas de marras, basándose en un aforismo contable, por el que parece ser, se rige la Montelongo y que reza: Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita, pretendiera digo, que las cosas quedaran así.
Pero a lo que se ve, eso dice Público, tampoco es capaz de enseñar esas facturas que acreditan la devolución del importe de los pagos efectuados indebidamente, aquí sin presunción, toda vez que si dice que ha devuelto el dinero es porque reconoce que hizo mal.
A mí que una señora que tiende a ponerse digna y que juzga a los demás con una “mala baba” digna de señalar, que habla de la bajeza moral de otros y a la que con todo su golpe de dignidad, soberbia y glamour la pillan con el carrito del helado y que, en vez de reconocer los errores cometidos, sean éstos contables o de los “otros” que ahí no entro, digo que con lo exigente que es para juzgar a los demás, podría exigirse el mismo nivel para llevar a cabo una autocrítica, reconocer sus errores y aceptar las responsabilidades consiguientes, a las que tiene que hacer frente tanto si le gusta como si no.
Se ha negado a dar explicaciones por escrito, Guillermo Concepción afirma que hay más gastos pagados de “aquella manera”, ha dicho más de cinco mil veces que el problema reside en unos tristes errores administrativos. Resulta difícil hacer creer de la existencia de un presunto e inadvertido error administrativo, cuando existe un trabajo, chapucero pero trabajo, presuntamente llevado a cabo para cambiar el nombre y la condición de los que disfrutaron de las “invitaciones” del Patronato y ocultar el rastro del pago.
No ha justificado todavía que haya devuelto el dinero, no ha sido capaz de explicar nada por escrito, queda in mente la lógica y general sospecha de que pueda haber muchos más “errores” y cada una de sus declaraciones tienen el tufo inconfundible de las excusas del mal pagador.
Algo debería decir ya el Tesorero del Partido Popular, que por mucho que le disguste el asunto, está relacionado con el mismo, no sé yo si la promesa de nombrarlo, como afirman las lenguas de doble filo, Delegado del Gobierno en Fuerteventura tras las elecciones del 2012, sea suficiente premio como para que siga guardando silencio.
A cada día que pasa, entiendo yo, más se complica su situación. Si, supuestamente, tenía que pagar las facturas de los visitantes de oro del PP y no lo hizo ¿no se le ocurrió llamar al hotel de turno y preguntar que pasaba con esas facturas que no llegaban? ¡Qué tesorero más raro!
Claro que para dar explicaciones, bueno para no darlas, está Aguedita.
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