A mí hay “zurdos” que me pueden
Esto de escribir todos los días, en primer lugar supone una presunción lo reconozco, hay que tener la autoestima bastante alta, como para pensar que todos los días tiene uno algo que decir y además tener la fe de que se puede hacer con cierto nivel.
Claro que me empeño en hacerlo, porque me sirve de cura espiritual, y si no tanto, si al menos de desahogo y como al fin y la postre, los amigos que me hacen el honor de leer lo que escribo, tampoco se ven obligados a hacerlo, pues ahí o aquí que me lanzo y me dedico impunemente a dar la tabarra a través de “Al sol de Fuerteventura”
Hoy debería hablar del movimiento que se está produciendo en Madrid, pero lo de los blogs tiene una ventaja, esto no es un periódico, nadie me manda, ni siquiera la actualidad y escribo sobre lo que mejor o peor - en muchas ocasiones - me parece. Puede suceder que un buen día me ponga a escribir a los pocos segundos de enterarme de alguna noticia o suceso y otras veces, prefiero esperar un tiempo y eso es lo que me pasa con el tema de hoy.
Llevaba dos o tres días indignado, rumiando sobre un suceso que tuvo la virtud de encenderme. Una injusticia repugnante que ha sufrido una Asociación de Vecinos por la que siento un cariño muy especial. Hace muchos años, estoy hablando probablemente del año 1976, tuve la oportunidad de tratar con sus vecinos en un momento muy difícil y tengo que decir que aquellas gentes sencillas, amables, dignas, corteses se convirtieron, en mi corazón, en el paradigma de las numerosísimas virtudes que adornan al pueblo majorero.
Estoy hablando de las Asociación de Vecinos de las 90, de las 90 viviendas dicen los que aman la exactitud. Una asociación que tiene un mérito extraordinario, una asociación que alguno ha calificado de modesta, error, es una asociación magnífica, pobre, pero magnífica que son dos cosas distintas.
Siempre me ha dado la impresión que, desde el omnímodo poder nacionalista, desde CC para dejar las cosas más que claras, cristalinas; digo que desde el poder de CC siempre se le ha intentado machacar a esta asociación, en castigo de una virtud sobresaliente que les caracteriza: su independencia. Vivimos en un mundo tristísimo, en el que los que se mantienen atados al poder, al precio que sea, contemplan a los independientes como gente peligrosa y por tanto aspirantes obligados a sufrir en sus carnes el ninguneo y la mordaza… presupuestaria sobre todo.
Una asociación que sin un duro ha montado cursos de formación, de baile, tertulias culturales y un montón de actividades, que son seguidas por sus vecinos y por muchas personas, que no viven allí, pero que participan activamente. Hace poco tiempo, las 90 salían a los medios con un despliegue extraordinario, el poder político había decidido por fin, que resultaba imperativo llevar a cabo unos trabajos en las viviendas que se caen de viejas, y había que salir en la foto.
Allí fue Troya, un día tras otro los periódicos, las radios y las televisiones más próximas al pesebre nacionalista, publicaban con todo lujo de detalles “las visitas de los políticos a las 90 Viviendas”, eso era lo importante, la presencia de los detentadores del poder, lo de menos las viviendas, sus inquilinos y muchísimo menos su activa e incómoda asociación.
Ahora a cuenta de las elecciones tuvieron la magnífica ocurrencia de organizar unos debates, primero les tocó a los candidatos a la alcaldía de Puerto Rosario y después fueron invitados los candidatos a nuestro Cabildo. Ambos debates - desarrollados de acuerdo al formato de 59” – tuvieron un éxito importante y el desarrollo resultó interesante para unos y apasionante para otros.
Todo el mundo estuvo de acuerdo, aunque hubo ausencias que se hicieron notar, los medios más próximos al poder nacionalista brillaron por su ausencia. El primero la TV Canaria, la que pagamos entre todos y que hizo fu como los gatos a pesar de que se había comprometido a asistir al evento. Los políticos cumplieron, unos con mejor voluntad que otros, pero estuvieron allí, debatieron con mayor o menor fortuna y el resultado satisfizo a la mayoría.
Me ha molestado la injusticia, en primer lugar por los vecinos que pueden estar muy orgullosos de su asociación, y en segundo lugar porque alrededor de estas actividades existe un equipo humano de una categoría excepcional. Ciertamente la asociación tiende a utilizar más la mano izquierda que la derecha, y esos magníficos colaboradores voluntarios son más bien “zurdos”, pero son de esa izquierda que “hace”, no de la que pontifica, teoriza o asusta a los niños y a mí la gente que hace me puede.
Un grupo entre los que están amigos míos, de esa izquierda que hace una labor impresionante, que ya nos irían bien unos cuantos políticos que hicieran solamente la mitad de la labor de esos voluntarios. Quiero desde aquí felicitar a los vecinos, a los miembros de la asociación y a Francisco, Nuria, Anna, Benito, José Luis y alguno más que olvido, seguro y lo lamento, pero prefiero nombrar a los que recuerdo y olvidar a algunos, que sé lo comprenderán. Si señor son “zurdos” hasta decir basta, pero trabajan por la gente y en esa labor ejemplar y que debiera ser ejemplarizante, no distinguen de colores. Otros no pueden decir lo mismo.
Ojalá hubiera mucha gente como la que hoy he traído a colación. Gente buena, entregada a los demás, ¿qué son de izquierdas? bueno yo no he dicho que sean perfectos (es broma). Pero desde aquí exijo que se haga justicia con la asociación y naturalmente con los vecinos y las viviendas tan traídas y tan llevadas, no creo que merezcan el “olvido” presupuestario por defender su independencia, que independiente hasta decir basta ha sido siempre el movimiento asociacionista en Fuerteventura, hasta que los nacionalistas “anestesiaron” a muchas asociaciones, a través del dinero público de las subvenciones.
De corazón mi felicitación más sincera y desde aquí mi deseo de que la suerte os acompañe y el poder político no logre cambiaros. Nuestra sociedad no puede permitírselo.
Eso intentamos algunos desde la izquierda, trabajar dia a dia. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias a tí.
ResponderEliminarSigo tu blog, Miguel, y la mayor parte de lo que escribes me suele gustar. Este post me llega al alma. Además de hacerle un homenaje a una gente abnegada que trabaja altruistamente por su barrio, por Puerto del Rosario y por Fuerteventura, creo que haber escrito lo que has escrito te dignifica como ser humano. Enhorabuena, comparto tu opinión. Domingo Fuentes.
ResponderEliminarEres muy amable Miguel con esta muestra de carino. Aunque en algun asunto de los que comentas el aprecio se te nota mucho y quiza aparezca caricatura de victima que no nos sentimos.
ResponderEliminarLas Noventa ha conseguido vivir neutral precisamente por, en esencia, vivir de nosotros mismos. Y quien no espera, no se frustra. Eso si, mientras tanto hacemos.
Otro asunto, aparte y en paralelo, la reforma de las viviendas.
Gracias, amigo. Muchas gracias
Domingo te gradezco tu cariñoso comentario, que no encontraba, vaya uno a saber el por qué lo habían mandado al archivo del correo considerado como spam. Uno puede tener la ideología que tenga, pero quién no es capaz de reconocer el magnífico trabajo que se lleva a cabo en la 90,sufre de una aguda miopía social.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Benito muchas gracias por tu comentario que aprecio en lo que vale. He dicho lo que pienso sobre el tema y si se trasluce el aprecio que siento por la 90, su gente y los que allí trabajáis de manera altruista, pues tanto mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.