Hay que ver lo que le gusta a Zapatero un viaje al extranjero
Me van a perdonar la "contundencia" del título del presente comentario, pero realmente creo que si colocan ustedes las letras que corresponden en los puntos suspensivos, podrán leer la perfecta definición de lo que nos espera. Nuestro inefable Presidente acaba de hacer unas declaraciones, no sé exactamente el día, creo que fue el viernes pasado, en las que manifestaba que "Mi obligación casi exclusiva" es la recuperación económica.
No creo que haya muchos ciudadanos a los que haya tranquilizado esa dedicación exclusiva de ZP a las tareas de la economía nacional. Es más, creo que por el contrario, les habrá pasado lo que a mí, que cuando leí la noticia se me pusieron los pelos de punta ¿los vellos?, sí, Dª María los vellos también.
Estamos sufriendo una de las situaciones económicas más difíciles de nuestra historia reciente; todos, los de aquí y los de fuera, sabemos que D. José Luis Rodríguez Zapatero sabe de Economía, lo que yo sobre la cría del calamar en cautividad. Ha obtenido a lo largo de esta legislatura un fracaso absoluto y de paso ha conseguido que como nación estemos al borde de la quiebra, dicho lo del borde en tono optimista, que conste.
Se ha resistido lo que ha podido, pero el fiasco político, social, económico era de tal magnitud, que al fin tuvo que anunciar su retirada como candidato. Reconocía así de manera implícita que lo hacía obligado, ante el fracaso rotundo de las políticas que prometió realizar y que, miren ustedes lo que son las cosas, se quedaron en el limbo de las promesas incumplidas, y en cambio aplicó, presuntamente de manera renuente, el recorte social más brutal que ha sufrido nuestro chuchurrido “estado del bienestar” a lo largo de nuestra reciente historia democrática.
Todos nos acordamos de “las dos tardes” en las que le iban a explicar el asunto ese de la Economía, parece, por los resultados, que no tuvo ocasión para dedicar su tiempo a esas dos tardes “taumatúrgicas” que le iban a convertir, por arte de birlibirloque, en el rayo de la Macroeconomía. Ha acumulado error tras error, fracaso tras fracaso y ahora que el clamor popular y sobre todo la gente de su partido, deciden apartarlo nos dice serio y solemne: "Concentro mi actividad política, en mi actividad de diálogo y apoyo a las empresas, en aprobar leyes y conseguir los apoyos para que cuanto antes recuperemos el crecimiento económico y empleo. Entiendo que eso es lo que quiere adelantar la inmensa mayoría de los ciudadanos, sobre todo aquellos que tienen más dificultades"
Y por si algún optimista antropológico, que puede que alguno quede, tuviera alguna duda sobre el parrafito de marras, nos asegura jaque y flamenco que sólo está concentrado en "adelantar" la recuperación económica y el empleo porque es lo que quiere "la inmensa mayoría de españoles". "De aquí a las elecciones tenemos mucho trabajo que hacer"
¿Qué diablos le hemos hecho los españoles como conjunto al Sr. Zapatero? Un presidente que, en este momento, ni siquiera está el banquillo de los suplentes. Un presidente al que Rubalcaba, el “míster” ni siquiera ha convocado para este partido y en vez de guardar un discreto silencio sobre asuntos de esta importancia, sigue, dale que dale con la matraquilla de llevar a cabo tareas que nos pondrán en el camino de la recuperación.
Y lo hace no en su pueblo, que allá él, no, lo hace en un viaje oficial a Rusia, supongo yo para que su mensaje tenga la máxima resonancia, para que a nadie se le oculte que en cuestiones de Economía el que lleva la batuta en este desgraciado país que se llama España, es Zapatero.
Vamos a ver, creo que a todos sabemos que para salir de ésta, tenemos que acometer reformas, es público y notorio que Rubalcaba, no en su papel de Vicepresidente del Gobierno, sino en el de Alfredo “El Candidato” ya ha advertido que aquí no se hace un sola reforma que tenga que ver con lo que él y la izquierda entienden como lo “social”. Se recortó el texto del decreto de la reforma laboral y ya ha dicho que nada ni nadie le harán moverse un milímetro de esa postura.
Claro está que ese es el resultado del problema de personalidad disociativa de Rubalcaba, lo que afirma podría entenderse en boca de un candidato – los intereses partidistas por delante del interés general - pero resulta obsceno en boca del Presidente “in péctore” de este Gobierno.
Así que, nos encontramos ante una situación en la que la realidad nos obliga a actuar con la máxima urgencia, una situación ante la que debemos aplicar nuevas políticas económicas, sociales y laborales con la mayor flexibilidad y fluidez, eso si queremos evitar la quiebra de este país. Sin embargo, el candidato del PSOE dice que verdes las habéis segado y que hasta después de las elecciones no hay nada que hacer, que aquí no se mueve ni un pelo, que él no va a perder un voto en una cuestión como esta.
Bien, está claro que la convocatoria anticipada de las elecciones soluciona este problema, vamos a las elecciones lo más rápido posible, le explicamos a Europa que lo de las reformas lo vamos a dejar para después de la cita electoral y el que las gane que deshaga el entuerto y que Dios le ayude. Parece un razonamiento lógico, no patriótico, seguro que irresponsable y partidista, pero vamos a aceptarlo.
El candidato no suelta la vicepresidencia, frena la aplicación de las medidas económicas y laborales que nos son vitales y que nos exigen Europa y los “mercados”, porque eso podría perjudicar a sus expectativas electorales. Bien, bueno mal, pero no discutamos, convoquen elecciones ya y acabemos con esta agonía sin sentido, ¡ah no! eso tampoco, porque desde el PSOE creen que es mejor, electoralmente hablando, agotar la Legislatura.
Y entonces ¿qué hace el gobierno? nada, pero para entretener al personal se manda a ZP a que dé un par de homilías de las suyas por esos mundos de Dios y todos tan contentos.
Lo decía al principio y lo digo al final: ¡Démonos por jod….! este país es que no tiene remedio.
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