Grecia cuna de nuestra civilización y como nos descuidemos de nuestra quiebra
El sábado pasado nos presentaron la “solución” Rubalcaba y su dimisión se salda con una crisis, que consagra definitivamente la certeza de que la parálisis se ha apoderado de este gobierno que ha decidido rendirse ante las circunstancias y la conciencia de su perversa inutilidad. De tal manera, que parece esperan más de la ayuda que se les pueda prestar desde “Europa” – no confundir con un rescate de la UE - antes que de su capacidad para hacer frente a los problemas que nos van a llevar de cabeza a la quiebra, si Dios no lo remedia,
Se acepta que la quiebra de Grecia es inevitable, lo único que se discute al respecto es la cuantía de las quitas y quién va a pagar las deudas de los helenos. Atenas incumplirá sus compromisos de pago, mientras Alemania y Holanda exigen que la “iniciativa privada”, los bancos para entendernos, aporten una contribución substancial, porque no están dispuestos a soportar la mayor parte de ese pago.
Así que Grecia va a quebrar oficialmente, porque quebrada estaba desde hace meses, Europa no hará frente al 100% de las deudas, las quitas para los acreedores van a suponer serias pérdidas para los inversores. Los mercados piensan que si eso ha pasado en Grecia ¿por qué no podría pasar lo mismo en Italia o España? Ese pensamiento ha originado un clima de miedo y desconfianza que nos ha llevado junto con los italianos a las primeras páginas de todos los periódicos de Europa. La noticia ha sido que las primas de riesgo de españoles e italianos se han disparado este lunes por encima de los 40 puntos en relación al cierre de los mercados del pasado viernes. La prima de riesgo de nuestra deuda soberana ha superado este lunes los 300 puntos para llegar en la misma jornada a 335.
El problema no reside en la cuantía de la prima, que también, el peligro real nace de la experiencia que sufrieron en su momento Portugal, Irlanda y Grecia. Los tres países llegaron en su momento a la cifra fatídica de los 300 puntos y a partir de ese punto iniciaron el camino sin retorno que los llevó a su situación actual, es decir, incapacidad de hacer frente a sus compromisos y por tanto necesitar del rescate europeo. Si nuestro país no es capaz de conseguir en pocos días volver otra vez a los 280 o 240 puntos y con ello tranquilizar a los inversores, muy probablemente terminemos como nuestros vecinos portugueses, eso sí en compañía de Italia.
Para conseguir reducir nuestra prima de riesgo es necesario insuflar confianza, hay que conseguir que los inversores confíen en nuestra capacidad de recuperación, que los mercados entiendan que, a pesar de todos los pesares, vamos a ser capaces de salir de este pozo y que van a recuperar su inversión. Hay que conseguir que piensen que somos un país serio, conducido por gente eficaz y que al final será un buen negocio lo de invertir en los bonos de la deuda soberana del Reino de España.
Hay muchos que se escudan en que el peso específico de España e Italia va a impedir que la UE permita su quiebra ya que probablemente este hecho propinara un golpe mortal al proyecto común europeo; pero estas cosas nadie puede garantizarlas, y en sentido contrario quizás habría que preguntarse si hay dinero bastante en Europa para evitar la quiebra de estos dos países.
Así que pintan bastos y la solución pasa por recobrar la confianza de los mercados, existen serias dudas sobre si el Gobierno tomará voluntariamente más medidas, en realidad parece que esperará tranquilamente a que se las impongan la UE y sobre todo Merkel. ZP ha prometido que no habrá subidas de impuestos, ni está dispuesto a implementar nuevos recortes del gasto público, ni tampoco va a establecer una nueva previsión del déficit.
Eso es cierto pero conviene recordar que también decía en mayo del 2010 que la salida de la crisis sería "social" o no sería y tras la fatídica fecha del 7 de mayo , el día 12 de ese mismo mes, para ser precisos, tuvo que subir a la tribuna del Congreso y anunciar los recortes que todos conocemos.
Hay que reconocer que las cosas están muy mal, Zapatero ha cedido a los intereses electoralistas del PSOE y no está dispuesto a aceptar más coste electoral a cuenta de adoptar medidas impopulares. Lo de “no hay que hacerle el trabajo al PP”, ha calado en el gobierno y eso es peligrosísimo para nuestra economía. No se quieren tomar las decisiones que hay que tomar ahora, porque la ocasión así lo exige, pero se niega a convocar elecciones. Paradigma del perro del hortelano el Gobierno ni gobierna ni acepta que otros lo hagan en su lugar.
Los cosas iban a mejorar nos decían hace bien pocos días los responsables económicos de nuestro gobierno, creo honestamente que peor no podemos estar y para añadir una guinda a este pastel, Dª Elena Salgado acaba de anunciar que hay entidades financieras españolas que no van pasar los test de estrés. El próximo viernes conoceremos exactamente cuál ha sido el resultado.
Así que mientras nos dedicamos a filosofar, ZP hace una crisis de gobierno que ha sido toda una exhibición de pasteleo, nada cambia, he de suponer que eso anuncia la convocatoria de elecciones para este otoño, porque lo que no se puede justificar es la inacción en unos momentos casi desesperados.
Hay que adoptar medidas urgentes, dolorosas, impopulares, pero hay que hacerlo si Zapatero y su gente no se atreven, lo hará Europa por nosotros y aquí habrá que recordar lo que dijo Erkoreka en el Debate de la Nación: “Los recortes consensuados se hacen con tijera, los obligados con motosierra”.
Estamos esperando a que llegue la Merkel con la motosierra, sólo es cuestión de tiempo.
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Se olvida usted mencionar que la madre del borrego está en la deuda privada que España asumió cuando construía más casas que todo el resto de Europa, gracias a la burbuja inmobiliaria que propició el PP con su modificación de la ley del suelo y con créditos baratos y fáciles y que los bancos concedían graciosamente a personas y familias a sabiendas de que no podrían devolverlo. Casas y pisos que ahora están sin pagar y muchos sin vender, pero que se deben. La medida más urgente que se tiene que tomar y que además es la solución al problema es pagar la deuda ya, traiganse el dinero de los paraisos fiscales. No creo yo, ni nadie, que Zapatero, él solo, haya llevado al sistema financiero mundial a la enfermedad terminal que está padeciendo. Si esto se hunde todo el mundo ha tenido algo que ver, especialmente los neocons de Wall Street y los de aquí. Saludos
ResponderEliminarMe parece que yo no me olvido de nada, hablo de la deuda española que usted sabe mejor que yo es un concepto que acoge la pública y la privada. Pero cuando hablamos de prima de riesgo hablamos de deuda pública. Los créditos baratos y fáciles vinieron de la mano del BCE, no del PP, el Banco Central era quien fijaba el precio del dinero. Pero no me negará que siendo cierto lo de la burbuja inmobiliaria aunque no sea responsabilidad exclusiva del PP, habrá que dar un repaso a la suicida política de endeudamiento que acometió Zapatero, la negación de la crisis, etc. etc. Pero seguro que se habrá dado cuenta que yo no he responsabilizado a Zapatero, más allá de su negativa a llevar a cabo las reformas necesarias, duela a quien duela y sobre todo a no convocar elecciones anticipadas. No he responsabilizado a Zapatero de la creación de la crisis y usted lo sabe. Muchas gracias por su lectura y su opinión. Saludos.
ResponderEliminarPero señores de que estamos hablando, si un Presidente de Gobierno, no sabe tomar las riendas de la situación en la que se encuentra un país, por díos, que deje paso a otros que quieran intentarlo...Muchas medidas mal adoptadas han dado lugar al caos en el que nos encontramos, y otras a destiempo, pero a quien se le ocurre ayudar a la banca pretendiendo que estos ayudaran al pueblo, cuando el ciudadano de a pie, lo unico que ha podido ver es restringidos y limitados sus derechos y con la obligación eso sí, de "entre todos" sacar al país adelante....
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