El "nuevo" candidato del PSOE.
Esto es así, cuando las cosas pintan mal en el plano electoral, cuando no hay nada que ofertar, cuando la economía no funciona, el paro fagocita el presunto estado del bienestar, los recortes sociales son evidentes y la derrota electoral más evidente todavía, llega el momento para que los políticos consulten a los augures. Desde siempre, desde antes de que existiera Santa Bárbara, para que pudiéramos decir que nada más se acuerdan de ella que cuando les conviene; cuanto en la mesa de juego pintaban bastos, el poderoso de turno consultaba con sus magos de cámara para que le aconsejaran.
Todos conocemos ejemplos de lo que digo. Ahora, pese a la ciencia y la tecnología, pese a los adelantos humanos, técnicos y sociales, el poderoso - que se encuentra tan indefenso como sus colegas de la antigüedad - ha cambiado al oráculo, por los expertos en marqueting electoral y el análisis de las vísceras de los animales o la contemplación del vuelo de los pájaros, por el trabajo de los sociólogos y las encuestas. Que la vida sigue siendo la misma, por mucho que nos empeñemos en complicarnos las cosas.
Y si alguno piensa que una cosa es la superstición y las cosas de la magia y otra muy distinta una ciencia como la sociología y que hay un mundo entre mirar las tripas de unos animales y decidir si resulta el momento apropiado para ir a darles una paliza a los tracios o a los cananeos para traerse un poco de botín, que la cosa está muy mala, y ya de paso unas cuentas mujeres, que en la variedad está el gusto y otra muy distinta lo de la imagen, el marqueting, la sociología y otras herramientas anexas a lo de la promoción electoral, pues no les voy a discutir, pero hay que ver lo que afinó el que dijo aquello de “cuídate de los Idus de marzo” y cómo se equivocan de manera constante las encuestas y los “expertos” y aquí nadie osa señalarlo o pone en tela de juicio la bondad de esos procedimientos tan científicos.
Qué, entonces y ahora, todo esto se basa en la fragilidad de la memoria individual y colectiva y el que se dedica a la adivinación subraya siempre sus aciertos y se olvida convenientemente de sus errores, con explicaciones que todos aceptamos mansamente, que hablar a toro pasado resulta muy sencillo.
Bueno pues esto es lo que ahora está haciendo Alfredo, antes Rubalcaba, pero que tampoco - que ya no es Alfredo - que ahora es Alfredo P. Rubalcaba. Que el hombre visto lo que hay, desesperado, se ha puesto en manos de los adivinos y éstos lo llevan por la calle de la amargura. El primer augur consultado fue el que utilizando una misteriosa mancia, extraordinariamente potente, le vaticinó que el único camino que le podía conducir al éxito era la utilización de su nombre como tarjeta electoral y pasó el hombre a llamarse Alfredo, en vez de Rubalcaba como todo el mundo le conocía.
Pero miren ustedes lo que son las cosas, la sensación era que el cambio no terminaba de funcionar y en vez de dejar de pasar algo de tiempo como aconseja la experiencia, tornó en voluble e inseguro y se acercó a una sibila que le dijo que sí, que había que hacer unos cambios de nada en su nombre; pero que el problema estaba en su apellido, no en el de Rubalcaba, que madre no hay más que una, sino en el paterno, que lo de Pérez no dice gran cosa y si además resulta que el de marras fue en sus tiempos voluntario del ejército de Franco, ese apellido, por muy paterno que fuera, pesaba como una losa sobre sus expectativas electorales. Y ya tenemos al candidato - sino conforme, sí al menos aliviado – y parece que ya decidido a llamarse, electoralmente hablando, Alfredo P Rubalcaba.
Aunque, como sea que la decisión tampoco ha conseguido que las masas se echen a las calles enfervorizadas, los de imagen, los quirománticos de turno, le aconsejaron reforzar su acción eliminando su calva, de nada positiva parece que la calificaron, pero ya que se negaba al implante capilar estilo Bono, que fue nombrárselo y ponerse como una pantera y tampoco daba su aprobación para que se le recortara parte de la cabeza para que no se notara tanto la calva, decidieron llevar a cabo la operación, pero sólo en fotografía, a nivel de fotografía, parece ser que fue la frase exacta. Y a partir de ese momento en las fotos como candidato, a AlfredoPRubalcaba, que ya no sé si va todo junto o separado como manda la Academia de la Lengua, sólo se le ve la parte de su cabeza que todavía conserva algo de su pilosidad natural.
Y alguno dirá, oiga y no va usted a hablar del giro a la izquierda que preconiza, el ataque a la banca, los guiños al 15 M.; pues sí, pero tampoco tienen mucha importancia. Porque vamos a ver, que los bancos abusaron de su posición dominante, que dieron créditos temerarios y que ahora se ponen dignos, es muy cierto; ahora bien ustedes creen que cuando eso afirma Rubalcaba, la reacción automática de cualquier ciudadano no es preguntarse que hizo el gobierno, su gobierno, para evitar eso. Dónde estaba el ministerio de Hacienda y el Banco de España, y ya puestos a preguntar, por donde andaba y que hacía Alfredo, Rubalcaba o AlfredoPRubalcaba para evitar esas cosas.
Ustedes creen que la gente va a olvidar que este hombre, que pide credibilidad, es la misma persona que fue el ministro portavoz del gobierno de los GAL y de la corrupción, el mismo que en el desempeño de su labor nos mentía los lunes miércoles y viernes y nos engañaba los martes, jueves y sábados. El mismo político al que le “piropeaban” propios y extraños, afirmando que era “el que mentía más convincentemente de España”, el del caso “Faisán”, el del “pásalo” del 11M y el padre del “nos merecemos un gobierno que nos diga la verdad”
Así que ciertamente el PSOE en cuanto gobierno – el que vice preside Alfredo - ha devenido en ferviente “neocon”, mientras que paralelamente, como conjunto electoral encabezado por AlfredoPRubalcaba, gira a la izquierda y se acuerda de los progenitores, del 1 y del 2, de la banca y se come los mocos con el 15 M. No creo que una acción, tan forzada, tan impostada, sea capaz de convencer a nadie.
El PSOE nada puede ofrecer, Rubalcaba es quién es, con calva o sin ella; así que supongo que se sacrificará en las próximas elecciones y si se lleva el descalabro que le pronostican, no tendrá más remedio que dar un paso al costado y allá será la de Bono, Chacón, Vara o quién el PSOE decida, en esa refundación que necesita como el aire que respiramos todos.
Pero mientras, Alfredo, me van a permitir la familiaridad, se entretiene y enreda que eso siempre se le ha dado muy bien.
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