Casimiro Curbelo "El Padrino" en la Gomera, en Madrid el "Rey" de la noche
Cuentan que el conde de Romanones, importante político español, aspiraba a que se le nombrara académico de la Lengua, a tal fin el que era el primer ministro de Alfonso XIII acudió personalmente – aconsejado por un amigo - a los domicilios de los académicos para solicitar su voto. Mal que bien pasó por la amarga prueba aunque dio por bueno el trámite, ya que todos los académicos le aseguraron su apoyo.
Andaba el hombre ocupado en sus asuntos en el Congreso de los Diputados, cuando su secretario se le acercó para comunicarle que no había conseguido el nombramiento, se extrañó al contar con la promesa en firme de los académicos y al preguntar cuantos votos había conseguido, la respuesta fue: ninguno. D. Álvaro tras unos segundos de sorprendido silencio, cerró el asunto con la siguiente frase, ¡Joder que tropa!
Pues eso es lo que no tengo más remedio que exclamar ante un serie de sucesos y declaraciones protagonizados por un puñado de políticos de primera fila, al menos en Canarias. La primera fue Dª Claudina Morales Presidenta de CC que tras las elecciones se subió al púlpito y como practica la mala costumbre de hablar cuando no tiene realmente nada que decir, anunció al mundo entero que la designación como Consejero del Gobierno de Canarias de Domingo Berriel “garantizaba a los majoreros" (habitantes de Fuerteventura) la finalización del eje Norte-Sur.
Para los que no conocen el tema, el dichoso eje es una autovía que debiera haberse terminado hace más de 10 años y le quedan como poco otros tantos. Pero me gustaría que Claudina Morales me explicara cuantas legislaturas serán necesarias para que esa garantía se substancie, porque mi amigo Domingo Berriel va por su tercera legislatura y el eje sigue sin finalizar y a un ritmo más que lento, mortecino.
Me parece mal que los políticos mientan a los ciudadanos, pero si además para el engaño creen que basta con la primera tontería que se les ocurra, eso además me ofende. Yo le recomendaría a Claudina, que si su equipo está tan ocupado buscando su nombramiento como senadora que no puede escribirle los discursos, que se calle, creo que es lo menos que se le puede pedir. El Eje Norte – Sur de Fuerteventura es una de las tantas vergüenzas del gobierno canario y consiguientemente de CC y la presencia de Domingo Berriel no garantiza nada, dos legislaturas y la que comienza nos contemplan y hasta la fecha, estamos como estamos y sin el maldito Eje.
La segunda es Dª Guacimara Medina, ex alcaldesa por aquello del fracaso electoral socialista y convenientemente rescatada por el PSC-PSOE y reciclada en flamante Viceconsejera de Sostenibilidad, lo que le garantiza cuatro años de buen sueldo a costillas del contribuyente. Nuestra encantadora “Guasi” (en fonético que conste), que no debía saber de qué hablar, se lanzó cuesta abajo, sin frenos y manifestó, escudada en su maravillosa sonrisa, que “Sobre el catálogo de especies, creo que con coherencia todo se puede arreglar”.
Lo del catálogo de las especies protegidas de Canarias es un asunto que ha tenido soliviantado al PSOE en la pasada legislatura, claro que eso de soliviantarse es más sencillo cuando uno anda en la oposición. Cualquier ciudadano canario que lea la prensa sabe de lo que hablo. Los socialistas le dieron a Paulino Rivero, su actual socio de gobierno, digo que le dieron cuero hasta que se cansaron, le acusaron de todo lo que se les ocurrió y ahora la Viceconsejera de Sostenibilidad, socialista ella de toda la vida, se descuelga con lo de la coherencia.
Lo único coherente en este caso, desde el punto del PSC-PSOE, sería exigir los cambios que antaño exigían y si D. Paulino no “traga”, pues a casita que llueve y lo del pacto de gobierno fue bonito mientras duró o aquello que todavía es más cursi de “se nos rompió el pacto de tanto usarlo”, pero entenderán ustedes que los socialistas no podemos renunciar a nuestros principios por unas poltronas etc., etc. ...
Aunque parece que para Dª “Guasi” (en fonético ya saben) lo coherente sea tras emitir la declaración solemne, mirar para otro lado y ¡a quién Dios se la dé, San Pedro se la bendiga! compañero. Que la vida es así de dura y hay momentos en que el pragmatismo nos marca la hoja de ruta y, aunque duela, hay que sacrificarse por la organización política, que ustedes no saben lo duro que es esto…
Para que este escrito no sea tildado de machista tengo que colocar en sus líneas a algún varón, la cita en el mismo se la ha ganado a pulso D. Casimiro Curbelo - bendito sea por su generosidad para producir temas y sucesos - senador socialista por La Gomera, Presidente del Cabildo gomero y, conocido en su isla como “El padrino”, que ya ven ustedes, creía yo era un apelativo cariñoso, casi familiar; pero viendo cómo se las gasta el Casimiro de marras, habrá que pensar que lo de padrino tiene una connotación siciliana de padre y muy señor mío.
Andaba el Sr. Curbelo, como sabrán todos ustedes, celebrando lo que celebrara en el Madrid nocturno, acompañado, parece ser, por su hijo y otra persona. Decidieron cenar en una buena marisquería y ya tras cenar bien, he de suponerlo, se dirigieron a una zona de “ocio nocturno” y llegados allí decidieron entrar en una sauna, un puticlub para entendernos. Luego una copa llevó a la otra y se armó la marimorena en el local, hubo insultos, amenazas, daños materiales y la gente que allí trabaja los puso de patitas en la calle.
Impulsados por el alto octanaje de lo que habían bebido, decidieron que lo de la expulsión del “paraíso”, bien que mercenario y nocturno, era una injusticia y se fueron a por unos policías para que les metieran las cabras en el corral a los cafiches, dueñas y coimas. Pero como desde que llegó la democracia la autoridad ya no es lo que era – para que vamos a engañarnos - las cosas se torcieron de tal modo que se detuvo al senador socialista por delito de atentado, daños y no sé cuantas cosas más.
Y allá que el padre de la patria se dedicó a insultar a los agentes de la autoridad, les deseó que murieran de cáncer y les garantizó el fin de su carrera policial. Vamos que metió la pata hasta el corvejón, se paso siete pueblos y la mitad de la gente anda pidiendo unívoca e inequívocamente su dimisión.
Estando de acuerdo en que no debe permanecer ni un segundo más ensuciando la dignidad del Cabildo gomero y del Senado, quisiera que se averiguara algo por la autoridad competente: ¿Con qué tarjeta se pagó la cena en la marisquería y las copas y lo que fuera en la sauna? La cinta que grabaron las cámaras de seguridad de la Comisaría, en la que se ve lo que sucedió ¿ha sido puesta en manos del Juez competente?
Así que parafraseando a D. Álvaro de Figueroa y Torres, Conde de Romanones, me van a permitir que exclame: ¡Joder que tropa!
Y lo peor es que esto acaba de empezar.
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