Los antipapa echan a los peregrinos de Sol entre gritos y empujones

No he tenido que estrujarme demasiado el magín, el título del presente comentario es el titular de una noticia de agencia. Es un texto que creo deja bien claro que es lo que sucedió ayer en Sol, gracias a la inoperancia y falta de responsabilidad de la delegada de un gobierno que permitió que los “antipapa” y los peregrinos de la JMJ se encontraran en el mismo lugar a la misma hora, con las consecuencias fáciles de prever, salvo, por lo visto, para la “autoridad incompetente”.

No deja de sorprender esta gente que se dice de izquierdas que ayer, en defensa de no sé qué principios, pusieron una vez más de manifiesto su intolerancia, falta de educación y amor por el ejercicio de la violencia que parece inspire siempre a éstos que dicen son los llamados, nadie sabe por quién, para salvarnos de la hidra que puede acabar con nuestra democracia.

Llama la atención las maneras de estos “demócratas”, cuyos responsables, negaban ayer una vez más que la manifestación fuera en contra del Papa. Supongo que eso sólo lo sabía el portavoz especializado en tranquilizar conciencias ajenas, porque los que se manifestaron, unos 5.000 “según la organización”, que ya sabemos todos eso lo que significa, ignoraban que el acto en el que iban a participar no tenía nada en contra del Pontífice. Lo prueban los insultos reiterados contra Benedicto XVI - Ratzinger para la izquierda - al que lo más bonito que llamaron una y otra vez fue nazi.

Está claro como el agua que la manifestación no era otra cosa que un acto organizado con la finalidad de provocar; los organizadores y participantes necesitan, como el agua de mayo, un incidente en el que puedan refugiar y esconder su miseria moral y que les dé la excusa para poder quejarse de la actuación de la extrema derecha (inexistente), las fuerzas de la reacción (en ignorado paradero) y la actuación de la peligrosísima gente afecta al papado, gente de la que hay que precaverse porque reaccionaban de una manera que a los “indignados” les resulta nueva y muy cabreante si fiamos de su reacción.

Los democráticos laicos que ayer hacían un sano ejercicio de su libérrima voluntad y nos defendían de la hidra fascista de tres cabezas, que como todo el mundo sabe son el capital, el ejército y la iglesia y democrática y valerosamente nos defendían de los peligrosísimos peregrinos, mientras demostraban su ingenio y finura espiritual llamando nazi al Papa, contemplaron indignados la reacción de los jóvenes católicos que a los insultos, empujones y escupitajos respondías con vivas al Papa y eso sí que no se puede permitir.

Así que coreando los eslóganes fruto de horas de democrática discusión asamblearia gritaban “menos religión y más educación”, que teniendo en cuenta su conducta más propia de energúmenos que de gente civilizada y su condición vociferada de laicos, no tiene mucho sentido, sobre todo si la comparamos con los jóvenes católicos que, a pesar o quizás gracias a su educación religiosa, no entraron al trapo y se limitaron a dar vivas al Papa.

Está claro que el Pontífice no le cae simpático a la izquierda, pero por mucho que lo insultan, curiosamente reconocen su liderazgo espiritual y no solo eso sino que además le atribuyen capacidad para hacer milagros. De otra manera no se entiende el eslogan de los “antipapa”, que pedían a los jóvenes católicos menos crucifijos y más trabajo fijo, la frase demuestra sin ningún género de dudas el fino ingenio de nuestros laicos indignados. La izquierda radical abandona a Zapatero y Valeriano Gómez para pedirle al Papa y a sus seguidores que les arreglen un trabajito fijo.

Francamente ayer la izquierda española de verdad, si es que existe que yo ya tengo serias dudas, tuvo que pasar por una prueba muy dura, viendo a una colección de energúmenos de izquierdas haciendo de las suyas, utilizando el insulto y la violencia física en lugar del argumento y la palabra. Y sobre todo observar cómo, ante la falta de reacción de los jóvenes católicos, los laicos pagaban su frustración con los agentes de policía que recibieron los impactos de las botellas y latas lanzados por los democráticos manifestantes, que tras agredir a empellones e insultos a los peregrinos y al abandonar éstos Sol a petición de la Policía para evitar males mayores, encontrándose en pleno éxtasis democrático y progresista al no encontrar enemigo, lo pagaron con la Policía, que es cosa muy normal, por otra parte, para nuestra “democrática y pacífica” izquierda.

No sé qué dirán los representantes de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores y los de Europa Laica, que parece eran los organizadores de la protesta. Dirán poco seguro y si algo dicen, será faltando a la verdad. No deja de sorprender la gente ésta que se dice de izquierdas ¿les parece a ustedes normal que los librepensadores madrileños hayan tenido la ocurrencia de formar una asociación? Eso sí, me gustaría saber cuántas subvenciones han recibido del Poder estos librepensadores asociados que dan vergüenza ajena. A lo que se ve creen que está muy bien eso de ser librepensador, pero mucho mejor asociado y si se está subvencionado para que les cuento, que ya se sabe que con las cosas de comer no se juega.

Por resumir, la izquierda lleva días buscando desesperadamente un incidente y no lo ha encontrado, daba grima ver ayer los programas de la Sexta, presentando con asombro a los peregrinos tomando cañas, cantando y de fiesta. Los presentaban como fenómenos llamativos que merecían muchos minutos de tele, están empeñados en demostrar que los jóvenes católicos son una pandilla de reprimidos, gente rara y frustrada y es por eso que hacen noticia de algo tan normal como es que los de la JMJ sean jóvenes alegres, activos, a los que les pirra la música, el baile y las cañas ¿por qué no?

Bueno los librepensadores laicos y los ateos madrileños y europeos fracasaron ayer , no fueron capaces, a pesar del insulto, la falta de respeto y la violencia física, de encontrar a quién respondiera al insulto con el insulto y a la violencia con la violencia. Eso es lo que se vio: El fracaso de los provocadores de siempre. Si no lo creen repasen la fotografía que ilustra el presente texto. Mientras un individuo democrático y laico, disfrazado de condón, finura intelectual e ingeniosa se llama la figura, insulta a unas infelices que arrodilladas rezan, la gente celebra la actuación del cenutrio de turno.

¿Así se defiende la libertad y la democracia?, a mí me parece que así lo que se hace es prostituir los grandes conceptos al servicio de esa maquinaria reivindicativa que, con la grasa del dinero público, está poniendo a punto el PSOE. No pensé que lo diría nunca, pero esta mañana me apetece decirlo: ¡Viva el Papa!