Con razón, con motivos, sin representatividad...
Voy a ver si hoy consigo cerrar el tema de la reforma constitucional y el rechazo que la medida, anunciada tarde y mal en el mejor estilo Zapatero, ha ocasionado. Hoy pretendo hablar de la actitud de los ciudadanos, por eso he titulado el presente post con un refrán – no es justo lo que no es de mi gusto – que puede definir muy bien la actitud de mucha de la gente que se autodenomina izquierda progresista, pero que ha permitido, cuando no aplaudido, la ejecución de una política suicida de endeudamiento que hasta aquí nos ha traído.
Me parecen patéticas muchas de esas actitudes caracterizadas, sobre todo, por la tozuda negación de la realidad. Parece que estén instalados de forma permanente en ese estadio de la negación del problema, que han descrito muchos científicos, una reacción normal de la naturaleza humana cuando resulta temporal. Estos izquierdistas a la violeta, “progres” de salón, paradigma de lo políticamente correcto, llevan tres años sin reconocer que es lo que nos está sucediendo.
Sobre la reforma constitucional lo primero que hay que aceptar, lo primero que hay que saber es que ésta nos viene impuesta, no es una decisión de Zapatero, aunque sea el responsable. Desde Europa se le impone la reforma y se le marcan los tiempos, así que esta es la realidad: La suicida y deleznable política de endeudamiento, el derroche de las distintas administraciones y los pagos a los nacionalistas para que con sus votos apoyaran su política económica y fiscal nos han llevado a esta situación.
Y todavía hay socialistas, de los que apoyaron, aplaudieron y vitorearon irresponsablemente a Zapatero - la realidad demuestra mi afirmación - que ahora, manifiestan “indignados” que lo que sucede supone un recorte importante de nuestra soberanía. ¡Bienvenidos a la realidad! Es muy cierto, pero han sido Zapatero y el PSOE los que hasta esta situación nos han traído. Por lo tanto la reforma constitucional es una cuestión que tenemos que hacer sí o sí. Somos de facto un país intervenido y Merkel y Sarkozy no le van a permitir a ZP, más fintas, eufemismos y medias verdades.
Así que quede claro que nos pongamos como nos pongamos el trámite nos resulta, dicho en pocas palabras, "o bli ga to ri o", y nace del compromiso que aceptan, sin conocimiento de los ciudadanos, Zapatero y Elena Salgado. Aceptada la obligatoriedad, hasta el más zote debería convenir que el referéndum: No es obligatorio, no tenemos tiempo para llevarlo a cabo y además no nos sobra el dinero para acometer ahora un gasto de ese calibre.
Partiendo de la base que la disolución de las Cortes está fijada para el próximo 26 de septiembre, el calendario obliga a realizar el primer pleno el 30 de agosto y, una vez que la reforma sea admitida a trámite, se abriría un plazo de 48 horas para presentar enmiendas de totalidad y al articulado que se discutirían en una segunda sesión plenaria a celebrar el viernes 2 de septiembre, para aprobar el texto resultante en un pleno previsto para el día 10 del mismo mes. Después hay que contar con los 15 días que fija la Constitución por si el 10% de cualquiera de las cámaras solicitara la celebración del referéndum. Así, el día 25 se publicaría en el Boletín Oficial del Estado y entraría en vigor la reforma, por lo que al día siguiente, Zapatero podría disolver las Cámaras para convocar elecciones generales para el 20 de noviembre, como estaba previsto.
Creo que queda más que claro, cristalino que ha sido voluntad de Zapatero el escoger una fecha que no permitiera el debate y mucho menos la reflexión o la consulta a los ciudadanos. El PSOE y Zapatero han vuelto a usar de su serpenteante habilidad y como los auténticos trileros políticos que son, han medido milimétricamente los tiempos, para asegurar la sorpresa y evitar el debate.
La izquierda no socialista está llevando a cabo una campaña que se inició con una gran mentira, se afirmaba que el referéndum era obligatorio, para cualquiera que lea la Constitución resulta muy sencillo darse cuenta que eso no es cierto, que es otra de las medias verdades que utiliza siempre obscenamente la izquierda para llevar el agua a su molino, aunque a pesar de su flagrante mendacidad, sus “clientes” siguen esgrimiendo el argumento con una monstruosa obstinación, y si se les enfrenta a la verdad, gente con formación política e intelectual no dudan en barbarizar afirmando que si eso es lo que dice la Constitución es que nuestra Carta Magna está mal hecha.
Parece que nadie quiere aceptar que las plazas y calles de nuestras ciudades no pueden sustituir al Congreso de los Diputados, que Twitter no puede usurpar el papel de las urnas y que desde luego la soberanía nacional reside en el parlamento español y no en Facebook, están empeñados en que ellos, tan próximos al 15 M, son los que representan la voluntad popular a través de asambleas, manifestaciones e intervenciones en las redes sociales.
Los derechos fundamentales de los ciudadanos están recogidos en la Constitución, aprobada por todos nosotros, pretender que la soberanía nacional reside en Sol, es una simpleza, pero cuando ésta pasa de latiguillo mitinero a afirmación sesuda de intelectuales al servicio de no se sabe bien que intereses, habrá que sospechar que lo que se busca es cargarse el sistema actual sin que nadie sepa exactamente a que nos vamos a enfrentar si eso sucediera. Está claro que pretenden eliminar este sistema que nos hemos dado, pero nadie nos ha explicado qué es lo que se ofrece a cambio. Esta sorprendente situación sólo puede deberse a dos cuestiones: Ellos mismos no saben que vendría después, malo, o lo que es peor, lo saben pero prefieren que los ciudadanos no lo conozcamos.
Resulta normal que los ciudadanos no estén conformes con la situación, pero eso no se soluciona repartiendo la responsabilidad entre todos, porque no es cierto ni admisible, intelectualmente hablando, ni arrogándose representatividades que no existen. El que quiera gobernar que se postule para ello, aquí no se puede decidir en base a una representatividad inexistente, porque estas gentes que se manifiestan se representan sólo a sí mismos y a sus amigos.
Debe quedar claro que la reforma constitucional resulta obligada, que esa obligación fue aceptada por Zapatero, Elena Salgado y la cúpula socialista, que Zapatero ha propuesto la reforma justamente en la fecha que obligaba a aceptarla deprisa y corriendo y que el referéndum no es obligatorio y además no tenemos ni tiempo ni dinero para llevarlo a cabo.
Todo esto no es más que el resultado de la decidida voluntad de Zapatero y los socialistas de anteponer los intereses electoralistas del PSOE al interés general de España y los españoles. Resultan patéticos los esfuerzos de Rubalcaba de mostrar su desacuerdo con la reforma constitucional a la vez que se presenta como el hacedor del texto que se va a aprobar.
O las afirmaciones soto vocce de su equipo que afirma que la limitación de endeudamiento va a producir más paro. En España resulta innegable que el paro ha ido creciendo paralelamente al crecimiento de la deuda, sostener una cosa y la contraria es muy propio de la izquierda progresista, pero esto sólo lo pueden creer los “convencidos” o los que todo lo ignoran.
Así que ya saben, esto es un “regalo” de Zapatero que nos vamos a comer con papas fritas, y lo haremos justo en el momento que él ha decidido para ahorrarse explicaciones. La derecha en esto no ha tenido nada que ver, en todo caso están ejerciendo el arte de lo posible, que es como alguien definió a la política. |
Es quejarse de todo lo que se haga. Yo creo que la reforma era algo que se tenía que hacer, y que realmente en la constitución no se establece que se tenga que hacer mediante un referendum, pero creo que es algo que llega realmente tarde y a medias tintas... la fijación de un límite al 0,4 con la posibilidad de ser cambiado la verdad es que no me convence... y me da miedo que estas medidas se usen para poder aplicar recortes sociales que terminen con el ahogamiento de los que peor lo están pasando... En cuanto a manifestarse contra todo, totalmente de acuerdo, Antisistema duro y puro lo cual rechazo sin miramientos y totalmente de acuerdo , la reforma es exigida por la situación provocada por las políticas económicas de ZP, no se pueden manifestar en contra de algo sin ni siquiera mencionar al causante de dicha situación. Pero está claro que en este movimiento predomina un pensamiento socialista que les hace renegar de la verdad y prefieren hacer culpable al sistema político en su totalidad, sin ni siquiera barajar la posibilidad de que, aquellas ideas que han venido defendiendo, son las que ahora les obliga a levantarse contra el sistema. Un saludo Miguel. Me encantó el artículo.
ResponderEliminarMuchas gracias Nando. Un abrazo
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