Taparse la boca tiene un significado muy claro...
Hace unos días
me preguntaba en este blog si lo que estaba llevando a cabo Rubalcaba, aunque
quizás fuera mejor decir perpetrando, era una precampaña electoral o en su
lugar nos estaba colocando una recopilación de cuentos electoralistas al modo
de los que relataba al sultán, nuestra amiga Sherezade, la de las Mil y Una
Noches.
Bueno, pues ya
no tengo la menor duda, no es que le tuviera demasiada fe al candidato
socialista, más bien ninguna. No puedo evitar recordar aquellos tiempos en que,
ministro portavoz del gobierno del GAL y la corrupción, nos mentía los lunes,
miércoles y viernes y nos engañaba los martes, jueves y sábados. Así que aunque
incrédulo he ido analizando los movimientos de la precampaña electoral de
Rubalcaba, esperando ver a un candidato, con pocas posibilidades, pero en la
tarea de explicar un programa con ojos y cara, que al fin y a la postre es lo
que nos merecemos los ciudadanos.
Rubalcaba lo
tiene muy difícil, el papel que pretende interpretar recuerda mucho más a la
figura del lobo cuidador de ovejas, antes que a la del político, dueño de la
solución para los problemas del país. No creo que sea capaz de separar a su
persona de la figura de Zapatero, pero en eso están él y su equipo, en la
imposible tarea de evitar que los votantes lo asocien con ZP.
Veíamos ayer
como El País criticaba a Zapatero y al Gobierno acusándolos de contribuir con
su torpeza, al desencanto de los votantes socialistas, una maniobra más del
periódico de cámara de Rubalcaba, que ya ha iniciado hace tiempo la
demonización de la figura de Zapatero y la beatificación – a lo de la
santificación no se ha atrevido - de Alfredito, un hombre al que presentan como
el adalid de la nueva izquierda que nacerá en el postzapaterismo.
Rubalcaba
lleva ya tiempo empeñado en una tarea titánica, debe mantenerse en la primera
página de los periódicos de manera constante, necesita ejercer el papel
protagónico en los medios de comunicación. En esa tarea concedió una entrevista
en la que expuso tal cúmulo de falsedades, que demuestran sin ningún género de
dudas que lo que vende Rubalcaba no es otra cosa que una serie de medias
verdades, matizadas falsedades y manipulaciones varias. Por resumir, el mejor
compendio de cuentos chinos que se puede encontrar ahora mismo en el mercado.
Decía en la
entrevista, muy serio él, que se presentaba a las elecciones por “sentido de la
responsabilidad” para con su partido – que le
pidió el esfuerzo - y “para con los españoles". Emocionante verdad,
pues sí, si fuera cierto. La proclamación de Rubalcaba como candidato del PSOE
está tan reciente que impide que la gente se trague ese cuento. Fue proclamado
candidato, saltándose a la torera los procedimientos democráticos del PSOE,
evitando así que se le pudiera oponer otro aspirante. No es una cuestión de
opinión, es así, Rubalcaba impuso al PSOE cómo tenía que ser proclamado
candidato en un “trágala” de libro.
Ya metido en
harina Rubalcaba afirmó que en las próximas semanas detallará el nuevo impuesto
para gravar a las grandes fortunas que incluirá en su programa electoral.
Resulta que el impuesto que se ha recuperado a petición de Alfredito, dice que:
"No es el impuesto que yo quiero" Continuaba Rubalcaba asegurando que
con este tributo se podrán recaudar 1.000 millones de euros. Extraña la
facilidad con la que Rubalcaba cambia las cifras sin explicación alguna; hace
apenas tres días el impuesto iba a
recaudar 1.500 millones y ahora ya sólo son 1.000. Llámenme picajoso pero
quinientos millones de euros son muchos millones para que se pierdan sin una
explicación plausible.
Los asuntos
fiscales son fundamentales para Rubalcaba, que pretende recuperar los votos más
izquierdistas del PSOE, por eso afirmaba en esa entrevista que tiene intención de llevar en su programa
electoral una subida de la tributación de las sociedades de inversión
mobiliaria, las celebérrimas SICAV, usadas por las grandes fortunas para pagar
menos impuestos. Y decía muy serio y solemne que consideraba necesario
"apretar un poquito más" a estos instrumentos financieros para que
las personas más ricas aporten más al Estado. ¿Un poquito más?, a esa figura
cómo se le llama prudencia, miedo o precaución.
Rubalcaba
acaba de descubrir la utilidad eufónica de la frase “un poquito” la utiliza
para el presunto aumento de la fiscalidad de las SICAV y para lo que haga
falta. Preguntado por la deuda de las autonomías y la rebaja de la calificación
por parte de Fitch a cinco de ellas, restó importancia al asunto porque, aunque
tienen déficit sólo está "un
poquito por encima" de lo pactado. Otra vez el poquito, tendrá que
reconocer que lo utiliza como muleta cada vez que una cifra le resulta
incómoda.
Dijo una gran
verdad, por error supongo yo, no hay que tomárselo muy en cuenta, dijo
refiriéndose a nuestra situación que: "Es la política la que tiene que
resolver esto", para referirse después a las tareas que hay que hacer en
el país, que pasan por incrementar la producción con "cosas nuevas",
recuperar la construcción y mejorar la productividad, entre otras.
Y es verdad,
pero resulta que Zapatero y el gobierno del que Rubalcaba constituía pieza
importante, lleva tres años sosteniendo exactamente lo contrario, todos hemos
oído las voces que manifestaban que de nada era responsable el gobierno
socialista, toda vez que nada se podía hacer desde aquí para intentar paliar
las consecuencias de la crisis. Así que hasta la afirmación de que es la política la que debe acometer las soluciones necesarias, un
argumento rigurosamente cierto, pone de relieve la falsedad de su conducta y
sus promesas electorales.
Rubalcaba va a
“apretar un poquito” a los ricos ¡qué
suerte tienen los ricos!, no le preocupa la deuda autonómica porque simplemente
el déficit está “un poquito” disparado ¡qué mala suerte tenemos todos! e
incrementará la competitividad y la producción de España con “cosas nuevas”. De
este modo cualquiera se apunta a candidato; la aplicación de “poquito” y
“cosas”, soluciona, a la vista está, cualquier problema que se presente. Así se
las ponían a Fernando VII
Sherezade
puede seguir tranquila, hasta para cuentista Rubalcaba resulta más malo que
carne de pescuezo.
CODA
A todas estas, será por no llevarle la
contraria al País, el Gobierno sigue a lo que mejor sabe hacer, contradecirse: “Salgado corrige a Blanco y dice que se mantendrá la compensación a las
comunidades por Patrimonio”
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Literalmente en árabe: mil noches y una noche ¿Qué pasará esa noche? Esperemos que esta vez den ejemplo de saber transmitir los poderes tal y como dijo Rajoy. Nada que temer si no hay nada delictivo que ocultar ¿No es así, don Tancredo, perdón, don Alfredo?
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