Rubalcaba empeñado en su particular lucha contra el desguace del estado del bienestar
Pasan los
días, pasan los años, pasan los candidatos y estos del PSOE, siempre vuelven a
sus orígenes, ni siquiera se molestan en renovar sus argumentos electorales; lo
que resulta paradójico ya que presumen de progresistas, pero en lo que se
refiere a la propaganda electoral y en otros asuntos que también consideran muy
importantes, sorprendentemente andan anclados en lo de siempre.
Rubalcaba que
a cada día que pasa ve como las
encuestas lo mandan al matadero electoral e inevitablemente percibe el
descomunal fracaso de su candidatura; arrinconado, puesto entre la espada y la
pared por el fiasco que le espera a la vuelta de la esquina el 20 N, ha
liquidado aquello de “escuchar hablar y explicar”, ha guardado en el armario el
disfraz de dulce pedagogo, mandado el Skoda rojo a la cochera y ha decidido volver a lo tradicional, a lo
clásico, que no le garantizará el éxito pero al menos le da la seguridad de
moverse en terreno conocido.
Así que él y
su equipo y con ellos el PSOE, cautivo y desarmado ante la dudosa autoridad del
líder autoproclamado, tornan a los antiguos y oscuros caminos que todos los candidatos socialistas
han transitado una y otra vez con una pasión digna de mejor causa. Vuelve por
tanto al discurso socialista aquello de ¡qué
viene la derecha”! o ¡cuidado que la
derecha os quitará las pensiones!, lo del doberman no ha podido ser, porque
seguramente la Sociedad Protectora de Animales se haya opuesto, argumentando
que la imagen del mejor amigo del hombre, no puede prostituirse utilizándola
para dar miedo a niños, parados y pensionistas.
Pero de todas
maneras supongo yo que Rubalcaba habrá pensado y no le falta razón, que para
asustar estando él presente, sobran todos los dobermans del mundo. Así que tras
mandar al pobre perro a Ferraz, nos ha obsequiado con una Jornada de Lucha -
qué eso de la “lucha” es un concepto suena de izquierdas a tope - para
protestar por los recortes que llevan a cabo los populares en las CC.AA. en las
que gobiernan. Y protesta el mismo individuo que era ministro del único
gobierno que, hace nada, ha congelado las pensiones. Rubalcaba debe pensar
instalado en la “superioridad moral de la izquierda” que si los recortes
sociales los lleva a cabo un gobierno socialista, solidario y progresista,
naturalmente el resultado no puede ser otro que la mejora del “estado del
bienestar”.
Me resulta
entre patético e inmoral que un paisano que, hasta hace cuatro días con pasado
mañana, cuando no era ministro del gobierno que ha protagonizado el mayor
recorte social de la democracia, resulta que era el vicepresidente del mismo,
un tipo que formaba parte del gobierno que se despide con 5.000.000 de parados,
las economías familiares de muchísimos ciudadanos destrozadas, con muchos
padres y madres de familia esperando a que los lancen de su casa por no poder
pagar la hipoteca, con los pequeños y medianos empresarios liquidados por la
inexistencia del crédito, un caballero que apoyo con su voto la decisión de
un gobierno que ha tenido el descaro,
sin que le obligara Europa, de socializar las pérdidas de la banca, que ha
saneado sus balances a cuenta del dinero de los impuestos de todos los españoles,
como les digo me resulta patético y me escandaliza que con este currículo a la
espalda se atreva a criticar la conducta de los populares.
Rubalcaba
sabe, le consta, que los recortes no se llevan a cabo por gusto, que no se
implementan a cuenta de una ideología, sino debido al "pequeño detalle" de que los
socialistas no han dejado un céntimo en la caja y sí un montón de deuda oculta
que ha empezado a aflorar tras perder el poder en las CC.AA. y no hay más
remedio que sanear las cuentas, pues a pesar de ello, tiene la desfachatez de
acusar al PP de querer “desguazar el estado del bienestar”.
En esa línea
acusa al PP de pretender congelar las pensiones y bajar los sueldos,
naturalmente cualquier ciudadano que tenga un mínimo de sentido común, se
preguntará entre extrañado y asqueado cómo puede ser que al que le pareció muy
oportuna la congelación de las pensiones y votó a favor de la medida; ahora
critique los recortes con esa ferocidad. Porque si tenemos en cuenta la
cronología de los hechos, la Jornada de Lucha de ayer debiera haberse convocado
contra Zapatero y su gobierno, que de esos, sí sabemos que congelaron las
pensiones y les bajaron el sueldo a los funcionarios y aquí ni Cristo abrió la
boca.
Pero es que
además del uso repugnante de la demagogia que utiliza en el asunto de los
recortes del PP, pretende que ignoremos que al fin y a la postre, ellos eran
los que gobernaban cuando se produjeron las “disfunciones” y ahora les toca
otra vez a los populares, poner remedio a la situación. Cabe hacer otra
reflexión, Rubalcaba sabe que su discurso es electoralismo en estado puro,
porque si se produjera un milagro y ganara las elecciones, tendría que aplicar
obligatoriamente las mismas medidas que están aplicando los populares en las
distintas comunidades autónomas. Y para el que tenga dudas al respecto, ahí
están los documentos presentados al ministerio de Hacienda por Barreda cuando
presidía Castilla-La Mancha, en los que se proponían medidas que si no eran las mismas, sí son muy
parecidas a las que ahora aplica Dolores
de Cospedal.
Para calificar
la campaña que comentamos les dejo que ustedes que escojan el adjetivo, insisto, escojan, no se corten, hay barra libre: Falacia, demagogia, cinismo, fraude, dolo, desfachatez, desvergüenza,
insidia, sofisma, manipulación, obscenidad, populismo, electoralismo…, cualquiera
de los conceptos es aplicable a la precampaña de Rubalcaba, lo bueno que tiene
el catálogo que les propongo, está en que se pueden añadir o quitar adjetivos,
pero les garantizo que todos los que están en la lista le son de aplicación a
la conducta de Rubalcaba en ese deleznable intento de justificar la “Jornada
de Lucha”.
¿Lo bueno?,
fácil, muy desesperado debe andar Rubalcaba para tener que llevar a cabo estas
cosas que entran de lleno en lo demagógico y rozan el esperpento; quizás por
buscar algo positivo en este disparate, alegrarme de ver que el pobre doberman
se ha librado, de algo le tenían que valer los trienios que ha perfeccionado en
la amarga tarea de asustar a pensionistas y parados. ¿Lo malo?, sencillo también, estamos en la
precampaña; como las cosas sigan igual de mal para las expectativas socialistas,
a ver quién es el guapo que soporta la campaña.
Precaución amigo conductor... vayan con
cuidado, recuerden que como les decía el zorro cambia el pelo, pero no las
mañas…
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Diabólico, es el señor Alfredin Pérez, lo de Señor es porque ya no se le puede llamar Alfredo, no se deja.
ResponderEliminarlos buitres esperando al zorro????
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