Lágrimas socialistas, es lo que tiene el ser sensible...
Desde la
declaración de los tres encapuchados de ETA, un detalle que se ha comentado
poco, pero que desde luego dice mucho, digo que desde que la organización terrorista
acudió puntual a esta representación que comenzó hace muchos meses, escrita en
comandita por el PSOE y ETA, pudiera
parecer que el mundo se ha detenido. Me van a perdonar, pero lo único que
sucedió el 20 de este mes es que alguien, unos individuos que se arrogaban la
representación del conjunto de los asesinos, comunicaban que “ETA ha decidido
el cese definitivo de su actividad armada”.
¿Y ya está?¿le parece poco?, pues no, es que no me parece ni poco
ni mucho, es que considero que solamente se ha producido una declaración y que
“obras son amores y no buenas razones” y que por lo tanto cuando esta
declaración cristalice en cuestiones concretas, si realmente los hechos están
en la línea que se anunciaba esta pasada semana, entonces y no ahora, me alegraré
infinitamente que ETA haya acabado con sus sangrientas acciones y después ya
veremos si gustándome el “qué” me parece bien el “cómo”.
Usted – la gente que me lleva la contraria en el post, es siempre muy
respetuosa – lo que pretende es echar
agua al vino y restar importancia a la derrota de ETA, ¡ETA se ha rendido y
usted dice que no ha pasado nada!
Pues no, no
quiero echar agua al vino, en primer lugar porque no hay vino que aguar, hemos
asistido a una declaración de intenciones, que estas cosas no son, como se nos
relata en la Biblia, la creación de nuestro mundo:
Y la tierra estaba sin orden y vacía. Había
tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz
de las aguas. Entonces dijo Dios: “Sea la luz,” y fue la luz.
Así que esto
no es decir “cesa la actividad armada”
y fue la paz. No nos engañemos, el
pasado jueves, alguien – un tal Pla, dicen – de acuerdo a lo que fijaba el
guión de una obra teatral escrita a dos manos por ETA y PSOE, a la hora exacta
y con el attrezzo y vestuario que fijaba el guión, dijo lo que dijo y no hay
más. Tras esto cuando toque, más tarde que pronto, veremos si esta declaración de intenciones
cristaliza en la desaparición de la violencia de cualquier tipo, que estos
malnacidos han aplicado inmisericordes a España y los españoles durante más de
cincuenta años. ¿Qué es una declaración muy importante?, bueno lo importante
será en todo caso su resultado.
Por ahora, de
acuerdo a las conductas y las reacciones observadas parece que efectivamente es
una declaración muy importante, aunque solamente para los que se están
beneficiando de ella, electoralmente hablando; la izquierda abertzale que la ha
recibido como un triunfo espectacular de la causa y los del PSOE que siguen
empeñados en aprovechar propagandísticamente un asunto que no tiene un pase.
Y antes de que
se me acuse de la primera barbaridad se les ocurra, a las almas sensibles que
me leen, voy a recordar lo que ha dicho el portavoz del gobierno sobre este
asunto, unas declaraciones que dejan bien a las claras que lo de la declaración
sólo tiene una finalidad, la de su explotación electoral por los aparatos de
propaganda que se metan en el asunto y que ya está, no hay más; por mucho que
haya gente que se encalabrine (que es una forma fina de decir que por mucho que
se empeñen, no tienen razón) en justamente lo contrario.
Decía D. José
Blanco que: "Con toda prudencia, el
diagnóstico que hace el Gobierno y que ha sido compartido por el conjunto de
partidos democráticos es que ayer asistimos a la confirmación de la derrota del
terrorismo. Estamos en un nuevo tiempo y le corresponde al nuevo Gobierno y al
Parlamento que salga de las urnas gestionarlo”. Los presos, las armas, “la
solución política”, las mesas de
negociación, el derecho a la autodeterminación, todo eso le queda a Rajoy, que
sin duda poco tiempo va a tener para aburrirse, con lo que éstos le están
dejando.
Traducido al
cristiano, ellos se limitan a disfrutar del hecho de la “derrota de ETA”,
aprovechan el tirón electoral - ya Guerra se ha apresurado a declarar que los
ciudadanos recordarán siempre que la banda se rindió a un gobierno socialista - y las
cuestiones espinosas, lo difícil para los populares, que todo el mundo sabe que
son mala gente y ahí les queda el embolado para que cuando fracase el “proceso”
carguen con la responsabilidad, que se van a enterar entonces lo que vale un
peine.
El Sr.
Presidente del Gobierno no pudo resistirse a la tentación y sus servicios le
fabricaron una frase para la historia, dijo que “Seremos una democracia sin violencia, pero con memoria”. Ya sabemos
que en este asunto se pacta hasta la semántica, porque lo de llamar al tiro en la nuca o al coche bomba,
“violencia”, me parece la demostración de hasta que límite, hasta que detalle,
ha llegado este nauseabundo pacto. El Presidente del gobierno de España en
declaración solemne, al terrorismo le llama “violencia”, y aquí paz – nunca
peor dicho – y más allá gloria celestial.
Recordar a los
poco avisados que las declaraciones del fin de una contienda las hacen siempre
los vencedores. El 1 de abril de 1939 no fue Azaña el que escribió aquello de
“Cautivo y desarmado…” lo escribió Franco, aquí no ha acabado ninguna guerra, y
ni siquiera se puede afirmar que haya cesado la “actividad armada”, sólo nos
han dicho que eso es así. Los que eso nos cuentan, mientras sacan pecho y se
cuelgan las medallas correspondientes también nos dijeron que no había crisis y
para que les cuento, o que en la economía española ya se veían unos brotes
verdes, y… mentira, o que lo peor de la crisis ya ha pasado y…mentira contumaz,
o he dado orden de romper todos los contactos con ETA y…mentira repugnante.
Así que
precaución, lo digo yo, ojalá esto acabe bien, pero por ahora no tenemos más que
palabras, y lo dice el portavoz del gobierno pero en politiqués, ellos han
llegado hasta aquí y para las reclamaciones, el nuevo encargado, es decir
Rajoy. Aunque convendría recordar que la vida continúa; mientras los
socialistas lloran ahora, que no antes, por las víctimas, mientras se aplaude a
Eguiguren como un héroe, mientras los abertzales salen a la calle,
retroalimentados por la declaración y exigen la liberación de los “presos
políticos vascos” y la independencia, que hay que ver cómo celebra esta gente
las derrotas. Mientras todo
esto pasa aquí, en Europa, la UE que sabe que estas cosas no tienen la menor
importancia práctica, hasta el momento en que del estadio de las intenciones se
pase al de los hechos, nos reclama un recorte fiscal de 30.000 millones de
euros y allí está Elena Salgado intentando obtener una rebaja.
Y para obtener
ese ahorro de 30.000 millones de euros habrá que llevar a cabo unos recortes
brutales, que supongo también Blanco preferirá que los lleve a cabo Rajoy y su
gobierno, que así ellos se encargarán de criticar los “tijeretazos” debidos a
las imposiciones de Europa que nos serán impuestas y aceptadas por el gobierno
socialista. Así que creo es hora de dejar de intentar sacar rédito
electoralista de la puñetera declaración de los siniestros encapuchados y
ponerse a trabajar que esto cada día pinta peor.
O nos
arriesgamos a tener una democracia sin violencia, con memoria, pero sin
capacidad de creación de empleo, con una sanidad y educación pública arrasadas
por este recorte de 30.000 millones de euros que se le imponen a Zapatero y a
su gobierno para evitar la quiebra del país, que hasta esta situación nos ha
llevado esta alegre pandilla de inconsecuentes que ahora están exultantes,
porque los etarras les han echado una mano con la declaración de marras.
Tenía un par
de frases de Unamuno y Ortega y Gasset, pero teniendo en cuenta la monstruosa inanidad
con la que se producen, ahí queda la frase de un hombre que ha tenido un peso
importantísimo en la conformación del pensamiento español contemporáneo:
Al final las obras quedan, las gentes se van
Otros que vienen las continuarán, la vida sigue
igual.
(Julio Iglesias)
Así nos va.
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