Las cosas no están para cenas, pero tienen solución
Eso es
lo que parece dijo Mariano Rajoy en Pontevedra, cuando en una recentísima
visita le explicaban que le habían organizado una cena. Desgraciadamente el
comentario del próximo presidente del gobierno de España, define muy bien cómo
está la situación. Pero estas cosas de la economía, no sé lo que le parecerán a
ustedes, pero a mí, en muchísimas ocasiones me parecen un arcano, difícil de
manejar y más difícil todavía de comprender.
Está
claro que nos jugamos el porvenir de la nación y de sus ciudadanos a cuenta de
la economía, llevamos mucho tiempo manejando conceptos que, en ocasiones,
resultan un tanto indigestos para el común de los mortales, el déficit, la
deuda soberana, la prima de riesgo, los puntos básicos con los que se valora la
prima esa del diablo, el IBEX, las bolsas, los mercados, el rescate, la
intervención y un largo etcétera de conceptos que manejan los que entienden la
cuestión y que hacen bien poco para que los entendamos.
Así que
me van a permitir que hoy intente aclarar cuál es nuestra situación real, que
conste que es una reflexión que hago, no en voz alta, sino por escrito, pero para
consumo interno. Así que, de antemano me excuso, con aquellos de mis lectores,
que saben de esto de la Economía. Ésta es una reflexión cuya única finalidad es
aclarar mis ideas sobre la cuestión. ¿Qué a ustedes les interesa?, pues miel
sobre hojuelas, acompáñenme a lo largo de estas líneas, a ver si al final del
post, comprendemos mejor cuál es la situación a la que se enfrenta la nación y
consecuentemente su nuevo gobierno.
La
noticias no son buenas, ya sabemos todos que el gobierno saliente nos deja una
situación francamente mala, pero éstas son situaciones dinámicas, cambiantes y
por lo tanto merece la pena saber cómo estamos hoy, pero también a qué nos tendremos que enfrentar
en los próximos meses. Se ha llevado a cabo una reunión “informal” a la que asistían
los economistas que forman parte de los servicios de estudios económicos de los
bancos españoles y los del propio Banco de España, y se han reunido para hablar
de las expectativas de nuestra economía.
Los
datos son malos, pero malos a rabiar, de los datos que manejan los expertos y
de las “simulaciones” se deduce que la economía española puede caer en 2012
nada menos que un 1%, y esa caída haría que la cifra del desempleo crezca todavía
más, pudiera ser que paro alcanzara el 24% de la población activa. Mala
noticia, de hecho es un dato atrozmente malo; a nadie se le escapa que el
primer objetivo del gobierno será el de conseguir frenar esa hemorragia, para con
posterioridad conseguir alcanzar las condiciones necesarias para que creemos
empleo.
Así que
las cifras para este trimestre que se presentan desde el gobierno socialista
como una cuestión coyuntural que desaparecerá el próximo año sin más problemas,
en realidad son la antesala de una recesión que podría llevarnos a experimentar
una pérdida estimada entre un 2 y un 3% del PIB. Un panorama desolador, nos
movemos en un escenario muy difícil, aunque entremos en recesión habrá que
aplicar los recortes del déficit, impuestos por Europa y aceptados por el
presente gobierno, hay que recortar 30.000 millones de euros pero a la vez hay
que impulsar la economía, hacer que
fluya el crédito, facilitar la contratación y conseguir frenar el desempleo,
para con posterioridad llegar a la creación de puestos de trabajo.
Manejar
todas estas variables, va a resultar muy difícil para Rajoy, bueno para Rajoy y
para cualquiera. ¿Pero por qué nos sucede esto? Pues hay una serie de cuestiones que realmente
pesan como una losa sobre las expectativas económicas de nuestro país. De
acuerdo a lo que nos explican los que teóricamente saben sobre este asunto,
aunque un día hablaremos sobre los economistas, digo que de acuerdo a lo que
expresan los expertos en la materia, existen cuatro causas que frenan
considerablemente nuestras expectativas y que nos van a exigir un esfuerzo,
sino supremo, si muy importante y extremadamente duro.
Una de
las causas es la falta de consumo privado, las economías de los
ciudadanos están exhaustas a cuenta del mal comportamiento del empleo y los salarios. Ante
esta situación, no se gasta porque no hay y quién tiene guarda su dinero ante una situación que inquieta.
Ésta es una causa interna; la que le sigue, tiene por escenario el ámbito de lo
internacional, pero afecta muy gravemente a nuestras exportaciones; se está produciendo una
desaceleración muy importante del comercio mundial.
Desde
el comienzo de esta crisis la falta del crédito ha sido una de las causas que
ha llevado a nuestra economía hasta donde está, pues para el próximo año se prevé
que se produzca una contracción mayor del crédito a familias y empresas, derivada de
las exigencias europeas sobre la recapitalización de nuestra banca. Sumen a eso
el efecto del recorte de los 30.000
millones de euros del ajuste fiscal que hay que llevar a cabo sí o sí, lo que
va a ocasionar una caída muy importante de la inversión pública y ya tienen
ustedes el escenario completo.
Estamos
mal, tirando a peor, ese es el resumen. ¿Entonces hay que ir preparando el
suicidio colectivo?, pues creo que no. Vamos a pasarlo muy mal, la situación va
a obligar a los ciudadanos a llevar a cabo un sacrificio muy importante y exigirá
del gobierno entrante una decisión, un rigor y un pulso impecable para meter
este desbarajuste en vereda.
Creo
que una de las prioridades del gobierno de Rajoy, debe residir en explicar
clara, responsable y minuciosamente cuál es nuestra situación. Los ciudadanos
después de ocho años de mentiras y falsedades deben saber a lo que se enfrentan.
Para que nadie pueda hacer demagogia, la transparencia es fundamental y tras
conocer lo que sucede, los ciudadanos deben exigir de todos su colaboración. Ha
llegado el momento en que sindicatos, organizaciones empresariales, gobierno y
oposición se pongan a tirar del carro y acepten por sentido de la
responsabilidad (iba a decir por patriotismo, pero total para qué) las
decisiones del gobierno que ha sido elegido en las urnas para llevar a cabo
esta tarea.
La
receta es sobradamente conocida. Si nos comportamos responsablemente, España
tendrá acceso a una línea de crédito muy importante que aliviará nuestra situación
y nos permitirá financiar parte de nuestras necesidades. A cambio, los servicios
de inspección del FMI y de la UE, nos mirarán con lupa y exigirán las reformas
que estimen necesarias.
Esto es
así, las reclamaciones al de León, que el maestro armero nada ha tenido que
ver. El gobierno de Zapatero nos deja, donde y como nos deja. Ya está, no
merece la pena hablar más de este asunto. Lo suyo sería que el PSOE guardara un
riguroso silencio y mostrara una actitud de colaboración con las medidas que haya
que tomar, al fin y a la postre son los padres de la actual situación. Pero si
deciden ir por el camino de la demagogia y el pataleo, allá ellos y su
conciencia; si el gobierno entrante lleva a cabo una política de comunicación
clara, comprensible y transparente, va a contar con el apoyo de la mayoría de
los ciudadanos que ya saben por experiencia, que cuando el PSOE arruina el país, es el PP
el que debe sacarnos a flote.
Así que
la cosa está muy mal, puede empeorar, de hecho es lo que se espera, pero hay
solución y sobre todo habrá un nuevo gobierno al que hay que dejar trabajar. Bueno pues la reflexión me ha servido para aclarar mis ideas, espero que a ustedes les haya servido para algo.
La cosa
no está para cenas, pero tampoco es que esté como para suicidios colectivos.
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