El 2012 que nos espera
Empeñados en vivir como garrapatas Hoy 31 de enero en otros tiempos no tan lejanos, muchos de nosotros suspiraríamos aliviados, por fin terminábamos con la santísima -iba a poner puñetera- cuesta de enero, pero por desgracia llevamos unos años en los que los ciudadanos españoles en lo que hace referencia a lo negativo, trabajamos al por mayor. Lo que in illo témpore era una cuesta de 31 días, se ha convertido en una durísima escalada de doce meses, que es lo que deberemos sufrir hasta que logremos cerrar el presente año. Año bisiesto, año siniestro, es un dicho viejo mil veces repetido, ya se sabe que de refranes y lugares comunes tampoco es que haya que fiar en demasía, pero este 2012, económicamente hablando, así se anuncia. Lo de la cuesta de enero de tiempos anteriores, nos va a parecer un suave repecho para lo que nos espera a lo largo de los once meses que restan para acabar con el bisiesto de marras, con la esperanza puesta en que el próximo año, el 2013, que co