Prefieren no verse
Hemos perdido una batalla, pero no la guerra dice la Chacón, fíjense ustedes en lo que ha quedado aquel “debate de ideas”-
inexistente por otra parte - que era lo que se iba a dirimir en el Congreso de
los del PSOE, del debate de ideas a la guerra y sin anestesia. Aunque pienso que Carme
Chacón no podía haber definido la realidad de una manera más precisa. El
problema con los socialistas es que siempre reconocen tarde, lo que la sociedad
percibe bastante antes, así se trabaja muy mal, divididos, con asuntos
pendientes que dirimir y soportando la pesada carga de la derrota electoral.
No voy a hablar del estadio de los “mimitos” que decían
darse porque en aquel tiempo estaban inmersos en los trabajos propios de una
campaña electoral en la que ambos eran los principales protagonistas, Carme –
las señoras primero, faltaría más – en Cataluña como candidata a la Generalidad
representando al PSC y Rubalcaba que, candidato a la Presidencia del gobierno representaba al PSOE a nivel nacional.
Todos sabíamos que los mimos ocultaban un enfrentamiento
larvado, que había quedado en “ya nos veremos más adelante las caras tu y yo”
en aquel asunto de la elección del candidato socialista a las elecciones generales
y en el que Carme Chacón no se atrevió a pelear por el puesto y
equivocadamente, dejó el campo libre a su rival.
Y digo equivocadamente porque si su retirada era por aquello
de los resultados, habrá que convenir que el PSOE difícilmente hubiera podido
conseguir menos diputados y por lo tanto la Chacón hubiera conseguido los
mismos resultados que Alfredo o, a lo peor, los habría mejorado, eso en lo que
hace referencia a los resultados electorales del partido de sus amores, en lo
personal, aquella retirada la marcó como una aspirante poco convencida de sus
posibilidades y la condenó a perder este congreso que se celebró hace bien poco
tiempo en Sevilla.
Pero desde luego lo que sí hay que señalar es que el
enfrentamiento producido durante el congreso, que todavía sigue, fue simple y
llanamente una pelea personal por hacerse con el poder en el PSOE y conseguir el puesto que
garantiza la fidelidad, pues es del que llegan los nombramientos y las
prebendas. Y eso en el PSOE, con el poder municipal y autonómico desaparecido,
con infinidad de cargos socialistas en el duro paro político y con solo 110
diputados, tiene una importancia fundamental.
Eso era lo que realmente se dirimía en el congreso de Sevilla, no hubo
debate de ideas, en primer lugar porque los candidatos no las tenían y de haberlas
tenido las hubieran aparcado, porque a los delegados que iban a decidir quién se
alzaba con el santo y la limosna, lo único que les interesaba, lo que realmente querían saber era eso tan viejo
y manido, pero tan importante de “y de lo mío qué”.
El Congreso se saldó con la derrota muy ajustada de Carme
Chacón, con un resultado como el que se dio, parecía era el momento de llevar a cabo un
ejercicio de generosidad que contribuyera a restañar las heridas y que acercara a los perdedores al proyecto común liderado por Rubalcaba. Pero éste,
sea porque tuviera poco que repartir y obligado por ello, tomara la decisión de que primero eran los “suyos” y los
que habían apoyado a Carme Chacón deberían esperar otra oportunidad o que pensara en ese momento, lo de más vale prevenir que curar y decidiera acabar con las posibilidades
de los partidarios de la catalana, con la finalidad de eliminar de un golpe, un grupo organizado tan importante en el seno
del PSOE, colocando a los “chaconistas” ante el dilema clásico de los
vencedores autoritarios: O conmigo o contra mí.
Tras los nombramientos internos en los órganos
de dirección del partido y la correspondiente purga, el asunto
no ha acabado aún, Rubalcaba sigue decidido a aplastar cualquier tipo de resistencia
interna y se está planteando, retomar el
hacha de cortar cabezas disidentes y parece prepara cambios en la
organización del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados.
Sirva de ejemplo lo sucedido el pasado miércoles a la catalana y ferviente “chaconista”
Teresa Cunillera que se vio apartada de su puesto en la Asamblea de la Unión
Interparlamentaria (UIP) y fue sustituida por Juan Moscoso, portavoz de la
candidatura de Rubalcaba.
Esta decisión ha sentado como una patada en la boca del
estómago en el PSC, que está muy molesto con el trato recibido por el nuevo
Secretario General, aunque lo del PSC se queda en un educado cruce de palabras
si consideramos la bronca que tienen organizada en el PSOE andaluz. De hecho el socialismo
andaluz anda más entretenido en la pelea interna, la sedición declarada y las
puñaladas que en intentar ganar las próximas elecciones autonómicas.
Dice un responsable del PSOE-A que “Como no pare ya a los “chaconistas”,
Rubalcaba está muerto” y no sé yo si eso será cierto, pero lo que sí es verdad,
es que el socialismo andaluz se ha declarado en abierta rebeldía en favor de los “chaconistas”,
creando una situación convulsa en la que se eligen listas de candidatos en Sevilla de manera irregular y en la que las
broncas, alternan con las puñaladas y las dimisiones con las declaraciones a
favor o en contra de Chacón o Rubalcaba. Así qué Alfredo ha conseguido algo muy
difícil, ha logrado empeorar todavía más la situación del PSOE, lo que sin duda
tiene un indudable mérito, no resulta sencillo pero el Secretario General en menos
tiempo en el que se persigna un cura loco, lo ha conseguido. Ahí es nada, tras
vencer sólo por veintidós votos, ser capaz de conseguir que las dos
agrupaciones socialistas más importantes, Cataluña y Andalucía, ardan en plena
bronca interna.
Chacón ha manifestado que está decidida a pelear “a tope” en
todos los congresos que celebrará el PSOE por toda España. Tendrá que competir
con Rubalcaba y el aparato de Ferraz en cada federación, pero está dispuesta y
“con ganas”. Así que, tenemos al PSOE, dividido, peleado, con un porvenir
bastante peor que incierto de cara a las elecciones andaluzas, eso los
convierte en muy peligrosos. Cuando los enemigos internos molestan y amagan con la “sublevación”
el remedio de manual, es buscar un enemigo externo, una causa que una a todos.
Eso es lo que va a suceder, Rubalcaba buscará la
confrontación con el PP al precio que haga falta y utilizando como arma
principal lo que definirán los socialistas, como la lucha por los derechos
perdidos de los trabajadores y el desmantelamiento del “estado del bienestar”
en esa confrontación va a poner sus esperanzas para unir a todo el socialismo en la lucha con el
enemigo común, el Partido Popular. Nada nuevo dirá alguno, pero ahora el PP como
vencedor absoluto de las elecciones y gobernando la nación, ofrece muchísimas
posibilidades y atractivos para convertirlo en el blanco de las frustraciones
de los militantes, dirigentes y ex dirigentes del PSOE.
Y deberían prepararse los populares, porque si los socialistas
son capaces de hacer a los suyos lo que les están haciendo, que no serán
capaces de hacer a los que consideran sus enemigos naturales.
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Los socialistas estan verdaderamente enfrentados
ResponderEliminarHasta el comunicado utiliza léxico bélico.
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