Botín señala a los responsables de la crisis
Creo
que casi siempre resulta interesante escuchar a Emilio Botín y si, como es el
caso, habla de nuestra actual crisis, su génesis y evolución, resulta
extremadamente interesante. En un momento como el que estamos pasando, en el
que comenzamos a saber y no a suponer, cuál es el balance real que nos
dejan los Zapatero, Chacón, Rubalcaba y compañía, resulta interesante,
necesario y clarificador. Porque eso de la herencia envenenada que recibe Rajoy
es cierto pero con matices, los que recibimos una herencia terrible y sin
posibilidad alguna de negarnos a aceptarla, somos los ciudadanos, que en
definitiva somos los que vamos a pagar la juerga zapateril y los platos rotos
de la orgía derrochadora de los socialistas.
Hay que
hacer una observación para poner en su contexto las declaraciones de Emilio
Botín, el Banco de Santander que él dirige, tiene muchos más intereses en el
plano internacional que en España, de tal manera que sólo el 9% de sus negocios
se hacen en nuestro país. Quiero decir con esto que, a pesar de ser un banco
muy importante en España, “el banco” para que vamos a engañarnos, Botín puede
hablar con la libertad que le da el hecho de que sus negocios, en su inmensa
mayoría, están fuera de España, eso hace
más creíbles sus afirmaciones.
En este
país y más ahora, es nombrar a la banca y la gente empieza a verlo todo de
color rojo, son víctimas de una sudoración repentina y tienden a echar espuma
por la boca. Francamente si hablo de mis experiencias de humildísimo cliente,
mis relaciones con los bancos han sido cualquier cosa, menos idílicas. Me
tratan bien, son correctos y educados,
pero en cuanto hablo con el director de la sucursal me siento como aquellos
pavos que hace años eran generosamente alimentados antes de la Navidades, me da
la impresión que mientras me da la mano sonriente y me dice que me siente, está decidiendo de qué lugar de mi cuerpo va a cortar la
libra de carne, aquella que nos contaba William Shakespeare en el Mercader de
Venecia con la que tenía que pagar Antonio a Shylock el viejo usurero.
Comprendo
que es una obsesión que tendrá que ver con algún trauma infantil, pero me
produce tal incomodidad que prefiero no pasar por los bancos. He de confesar
que cobardemente, dejo ese trabajo a mi santa esposa, que en lo que hace
referencia a las relaciones personales y a muchas cosas más, es una persona
maravillosa, así que ya saben lo que pienso de los bancos y si les hablo de mis
relaciones concretas con el Santander, para
que les cuento.
Eso en
lo personal, en el terreno de lo práctico, de lo racional, quizás impulsado por
ese sentimiento negativo hacia los bancos, hace mucho años que en tertulias
radiofónicas y televisivas hablaba ya sobre la “dación en pago”, la urgente necesidad de cambiar la ley
hipotecaria en nuestro país y la necesidad ineludible de que el gobierno de
turno estableciera un sistema más justo que regulara las relaciones entre
cliente y banco.
Por lo
tanto no soy nada sospechoso de mantener un contubernio con la banca, en lo
profesional y en lo económico soy un humilde miembro de la “fiel infantería”,
un españolito de a pie que el año pasado a 31 de mayo terminó de pagar su
hipoteca. No les voy a aburrir con mi caso particular, creo que los bancos, la
banca, etc., nos han sacado las asaduras con la complacida complicidad del poder
político, pero a pesar de lo que siento las declaraciones de Botín me han
gustado.
En
primer lugar porque reconoce que la banca ha tenido su parte de culpa, afirmó
que había bancos que lo habían hecho mal, de hecho cargó duramente contra las Cajas de Ahorro y por
ese camino anunció que si la banca tenía su parte de responsabilidad, los
políticos tenían la suya, los acusó de haber sido incapaces de manejar la
situación. Y argumentó que igual que, cuando un banco no funciona, la culpa es
de quien lo dirige, lo mismo sucede con los políticos, que indudablemente son
responsables de haber manejado mal la situación española.
Y esa
es una verdad como un templo, como también debe ser cierto lo que afirma del
crédito, dice que su banco si no da más créditos es porque nadie les propone
negocios que tengan las garantías suficientes, eso será verdad, aunque también
deben tener razón los pequeños empresarios cuando se quejan de los requisitos
prácticamente imposibles que les pide la banca para darles el crédito que les
hace falta, es una cuestión de perspectiva. Unos, la banca por boca de Botín,
manifiestan que no hay demanda solvente para que se pueda conceder crédito y
los otros, los empresarios dicen que las exigencias de la banca son imposibles.
No sé lo que faltará, pero seguro que en esa relación lo que sobra es miedo y
eso sólo puede solucionarse a través de la recuperación de la confianza, trabajo
que le corresponde sin duda al gobierno de Rajoy.
Dijo
Botín que las medidas del Gobierno van en la buena dirección, hizo referencia
concreta al saneamiento de los balances de los bancos a cuenta de su exposición
al ladrillo, entendió que las medidas que propone el Gobierno son acertadas.
Pero volvió a recordar la responsabilidad de los políticos cuando habló del
extraordinario esfuerzo llevado a cabo por los bancos con motivo de la obligada fusión de los
Fondos de Garantía de Depósitos de bancos, cajas y cooperativas de crédito a
fin de solucionar, con recursos del fondo de los bancos, los problemas de
algunas cajas de ahorros.
Y habrá
que reconocer que cuando hablamos de cajas de ahorro, estamos hablando de las
disparatas actuaciones – sálvese el que pueda – de tantos políticos que las han
manejado a su antojo en función de intereses políticos y partidistas
absolutamente bastardos y que ha habido que sanear utilizando ese Fondo de
Garantía de Depósitos del que habla y se duele Botín. Resumiendo, aceptó que
parte de la crisis es responsabilidad de algunos bancos, no de todos, pero
señaló que los políticos también son responsables, por no saber manejar el
asunto, pero también por los disparates llevados a cabo por el poder político
en el manejo y administración de las cajas de ahorro. Aplaudió las medidas de
saneamiento que propone el ejecutivo y cree que la política de concentración es
la deseable.
Y para
el final lo bueno, anunció que el 2012 iba a ser un año difícil, aunque en su opinión mejorará
Este año “va a ir de menos a más”, consideró el presidente del Santander. Botín
también incidió en que el país necesita cuanto antes tener una reforma laboral
“profunda y de calado”, que dé flexibilidad a las empresas, que establezca
criterios de productividad en temas salariales y que consiga crear empleo.
Mientras
Botín decía estas cosas que son interesantes sobre todo por quien las dice,
pero además porque parecen realistas y puestas en razón, Carme Chacón, ex
ministra de Zapatero decía: “Estuve en el Ejecutivo que mantuvo a España en pie”.
Para decir una falsedad de semejante calibre con la que está cayendo, hay que
tener un papo soberano o ser de una
inconsciencia que debiera inhabilitarla automáticamente para ostentar cargo alguno o tener responsabilidades públicas.
No me
extraña que Botín cargue contra según qué políticos, lo hizo también contra
algunos banqueros, pero al menos éstos, tras meter la pata guardan silencio.
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Sr. Miguel Rives, enhorabuena por su blog sobre "La crisis según Botín". Me ha gustado mucho tanto la redacción como el contenido y la forma de tratar este asunto. Del Sr. Botín, que he de decir no es "santo de mi devoción" porque como todos los banqueros, directores de cajas, etc., siempre van a lo suyo, a su negocio a aumentar los beneficios de la entidad, pero en esta ocasión creo que ha dado en el clavo, tampoco hay que ser un Séneca para saberlo, pero lo difícil es decirlo, máxime siendo banquero, claro que la culpa de lo que pasa no es de él ni de su banco, casualmente, sino de los demás bancos y cajas de ahorros. En definitiva, hay que acudir al dicho: "Entre todos la mataron y ella sola se murió". Personalmente pienso, que además de los políticos, que son los primeros responsables, los banqueros y cuantos gestionan la economía de un país, los "soldaditos de a pié" también tenemos una gran responsabilidad en la crisis. Nos hemos endeudado más de lo que era nuestra capacidad, hemos abusado de pensiones, medicamentos, paro, y cuantos beneficios han puesto a nuestro alcance sin pensar que todo ello salía de nuestro bolsillo, aunque viniera de las Arcas del Estado. Ahora toca pagar "justos por pecadores" y se salvarán los de siempre. ¡Que nos sea leve! Pedro Luque
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