Entre Valenciano y Griñán, Rubalcaba no sabe que hacer
El PSOE
se encuentra en una situación tan difícil que está instalado en ese momento
psicológico tan conocido de la “negación de la realidad”. Resulta gravísima para
una organización política su incapacidad para reconocer y asimilar el contexto de
la situación a la que necesariamente se enfrenta. No podemos olvidar el viejo
aforismo que reza “la política es el arte de lo posible” y no es que Rubalcaba
y su equipo no sepan que es lo que está sucediendo en su partido y en la
sociedad española, simplemente están dejando para mañana, pasado mañana o
quizás para nunca, lo que resultaba ya de urgencia vital al día siguiente de
conocerse el resultado de las elecciones.
El PSOE
obtuvo una derrota brutal y en lugar de analizar los motivos que le condujeron
al desastre electoral, se ha empecinado en sostenella y no enmendalla, una
decisión que siempre termina pasando las cuentas correspondientes. De manera
consciente o inconsciente el PSOE y su militancia se han negado a llevar a cabo
el obligado análisis, no ha habido autocrítica, de tal manera que en su
Congreso en Sevilla, los delegados debían elegir entre dos candidatos que
habían protagonizado de manera relevante las decisiones de un gobierno, el
de Zapatero, que fue el causante de la derrota según se había manifestado en la
reunión de la Federal del PSOE tras las elecciones.
No han
sido capaces de analizar las causas de la derrota e imitando a Sansón - mueran
conmigo los filisteos - han decidido romper las columnas del Estado y morir
junto a los filisteos del PP, bueno los del PP y el resto de los ciudadanos. En
primer lugar deberían haberse preguntado si Rubalcaba era la persona idónea para
dirigir al PSOE a una nueva situación, que le permitiera volver a contar con la
confianza de tantos votantes que les negaron su apoyo el pasado 20 N. Hay que
decir que no, por muchísimas razones, pero sobre todo por dos cuestiones
fundamentales, Alfredo fue una parte muy importante en la etapa que los socialistas
pretenden que se olvide lo más pronto posible, la etapa de Zapatero y por otra,
los ciudadanos ya expresaron claramente su opinión sobre él, con un rechazo
abrumador en las elecciones.
No se puede
elegir al cómplice, coautor y/o cooperador necesario del desastre y al
protagonista de la derrota, para conducir al PSOE por el camino de la
recuperación. Pero el socialismo decidió decirnos alto y claro en Sevilla: No
nos equivocamos cuando gobernamos, “elegimos” al candidato correcto de cara a
las elecciones, vamos a seguir haciendo la misma política y consecuentemente
los que han errado, los que se han equivocado gravemente han sido los votantes,
que deben rectificar.
Los
votantes no rectifican, no es la primera encuesta que lo
dice, pero hoy la Razón publica una que lo deja todavía más claro si ello fuera
posible. El pueblo español eligió a Rajoy para que hiciera lo que está
haciendo, los ciudadanos que tienen más capacidad de análisis que los de
Ferraz, votaron a los populares para que se pusieran a los mandos del Estado y
nos sacaran de este pozo sin fondo al que nos llevó el progresista y solidario
gobierno socialista.
Y dicen
los españoles que de llevarse a cabo hoy las elecciones, tras la reforma
laboral, la subida del IRPF, los recortes, la austeridad, las “pilladas”, las contradicciones
entre ministros, volverían a elegir a Rajoy y lo harían de manera aún más
contundente. El Partido Popular habría ganado en estos tres meses un diputado y
conseguiría 187 escaños. Alfredo Pérez Rubalcaba seguiría hundiéndose, bajaría
del 29,16 por ciento al 25,61. Para entendernos si el 20 N consiguió 110
diputados, hoy obtendría 104.
Los
datos que publica La Razón dicen que el PSOE conseguiría el peor resultado
desde la Transición y desde las elecciones habría perdido 1,3 millones de
votantes, hasta situarse en los 5,7 millones. En total, 600.000 votantes ahora
se abstendrían, 338.000 se pasarían a IU, 228.000 lo harían al PP y 118.000
votarían a UPyD.
Está
por tanto muy claro que es cierto lo que sostengo, que el PSOE, incapaz de
aceptar la derrota, ha decidido que la culpa fue de Zapatero y la crisis y no
se ha molestado en ofrecer un recambio creíble a los ciudadanos. Los resultados
están ahí, en esta encuesta y en todas las que se han llevado a
cabo tras las elecciones y que nos dicen tozudamente que el PSOE sigue instalado en
su espectacular caída libre.
Pero en
Ferraz siguen ocupados en su particular purga, que el resultado de la pírrica
victoria interna de Rubalcaba parece que les obliga a llevar a cabo de manera
inmediata, a cualquier precio y por encima de cualquier otra consideración. Con
el partido dividido, con las dos principales agrupaciones socialistas –
Cataluña y Andalucía - en pie de guerra contra el nuevo Secretario General,
Elena Valenciano celebérrima estratega de nivel mundial, ha decidido que el
remedio está en la radicalización. No se ha equivocado el PSOE, Ferraz no se
equivoca nunca, si existe una disfunción, quiénes viven en el error son los
ciudadanos españoles.
Y por
eso dentro de bien poco tiempo en Andalucía van a cosechar otro desastre. Ahí
están las encuestas y entre ellas la de La Razón que afirma que: “Los
populares, con el 47,4% de los votos, afianzan la mayoría que le otorgan los sondeos en Andalucía y
obtendrían 57 escaños frente a los 41
del PSOE (15 menos que hace cuatro años), que baja en intención de voto: en
2008 obtuvo el 48,9% de los sufragios y en la encuesta obtiene el 34,2%, casi
15 puntos menos”.
El PSOE
está a lo que está y su negación psicótica de la realidad lo lleva a intentar obtener
en la calle lo que no es capaz de ganar a través de las urnas y se alía con UGT
y CC.OO, dos organizaciones cuyas cúpulas acaban de demostrar, por si no estaba
lo bastante claro todavía, que están corruptas hasta la médula, para echarle
un pulso al gobierno.
Lo de
hoy es muestra de la debilidad socialista. El PSOE hoy no sale a la calle porque
no se atreve, antes tiene que ver lo que sucede, pero en un sí pero no,
vergonzoso, anuncia que sus afiliados y cargos electos y orgánicos sí saldrán, lo
harán junto a unos tristes aliados. Por una parte, UGT y CC.OO, que tampoco se
atreven a convocar una huelga general, porque saben que hoy por hoy irían al
fracaso y por otra los restos del 15 M, el movimiento horizontal que dice que saldrá
a la calle a protestar contra este gobierno y contra las cúpulas sindicales,
pero lo harán en la compañía de esos dirigentes que denuncian por corruptos.
Así que
no se engañen, hoy estará en las calles un PSOE derrotado y vergonzante que no
se atreve a salir de manera oficial, los de UGT y CC.OO defendiendo los sueldos
millonarios y los privilegios escandalosos de sus dirigentes, los restos más antisistema
del 15 M, y desde luego los utilísimos “compañeros de viaje”, gente
bienintencionada a los que la izquierda ha llamado desde siempre “los tontos
útiles”, que acuden sin demasiada reflexión, impulsados por las falsedades de
la agitprop socialista.
Ahí están los
estudios de opinión, pésele a quién le pese el PP sigue subiendo y el PSOE cae
como una piedra. Ítem más, habría que
recordar que la legitimidad la dan las urnas, no la calle
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La legitimidad, la dan las urnas, pero el pesoe, si son ellos las que las ganan, y si no hacer hacer extorsión en la calle, y tenemos que ser la mayoría de españoles ,los que se lo tendremos que hacérselo ver
ResponderEliminarbuenisssimo asi va el tema perros ladradores poco muerden si señor touche
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