Vivir para ver

La izquierda quiere incendiar las Fallas con antelación


Ayer, cansado un poco de discutir sobre la inexistente brutalidad policial, quise hacer una reflexión sobre la actuación de Rubalcaba, creo que a nadie se le oculta que el PSOE que conoce de su malísima situación, ha decidido jugarse el tipo y ha impulsado todo este asunto de la violencia, el ataque de la derecha a los trabajadores, la perdida de derechos democráticos…  y lo hace de la mano de los sindicatos, de la izquierda radical y de los profesionales de la bronca, los antisistema.

Explicaba los motivos y advertía ayer, como lo hago hoy, que es un juego tremendamente peligroso lo de poner en marcha al conglomerado de personas que forman en los grupos del antisistema por un motivo fundamental, la violencia es muy difícil de modular e imposible de domeñar cuando se pone en marcha. Eso lo sabemos todos, salvo Rubalcaba,  la utilización violenta y provocadora de los grupos en la calle, se sabe como empieza, pero nadie puede asegurar como puede terminar exactamente. Ese es un riesgo muy importante que se está corriendo en Valencia y espero que no haya que lamentarlo.

Por otra parte y eso parece que lo sepan menos, la utilización de los radicales entraña un peligro para todos, los antisistema como su nombre indica combaten pretendiendo destruir el “sistema” en el que vivimos y el PSOE, por mucho que sea  el que los anima, alienta y financia, pertenece de facto al sistema. Cuando a los radicales se les acaben las sedes del PP, les tocará pasar por las horcas caudinas de la violencia a las sedes del PSOE.

Hay gente que no quiere verlo, sobre todo porque prefieren taparse los ojos con la venda de su partidismo, parece que nadie se quiera dar cuenta de que estos desórdenes se han provocado en estas fechas y en Valencia, porque el 19 de marzo se celebra en esa ciudad una fiesta multitudinaria, en la que muchísimos pequeños empresarios hacen la caja que les va a permitir sobrevivir el resto del año.

Se ha montado una hoja de ruta, con un calendario de actuaciones que se pretende culmine con manifestaciones y actos de violencia durante la propia celebración. Y si no consiguen que dure hasta la propia fiesta, se pretende con su actuación disuadir a muchísima gente de que acuda a las Fallas. Un golpe gravísimo a la economía de la ciudad. Aquí se trata de castigar a Valencia, uno de los feudos electorales populares más importantes y hacerlo atacando a su economía, vendiendo la imagen de una ciudad presa de la violencia, insegura, en la que resultará imposible disfrutar de una fiesta con tranquilidad.

Ayer unos de los responsables de Compromís, presumía de haber colocado la imagen de Valencia en el mundo entero, a través de esa página de “Primavera Valenciana” en la que la izquierda demuestra de que materia está hecha y a mí se me abrían las carnes, porque no se  puede ser más irresponsable. El de Compromís se mostraba satisfecho porque con lo que están haciendo consiguen lo que pretenden, mostrar al mundo una imagen de Valencia que disuada a muchos de acudir a las Fallas.

El PSOE sigue instalado en ese ejercicio de hipocresía repugnante que le permite afirmar que ellos están en contra de la violencia, pero sus cargos públicos y orgánicos participan en algaradas en las que se lanzan bolas de acero contra las sedes del PP o aplauden enfervorizados en las Cortes Valencianas a un cafre que anunciaba en público que su lucha iba a ser a sangre y fuego.

Y todo eso se hace porque Rubalcaba, como yo afirmaba ayer, no puede con el PP, que le dio una soberana paliza en las urnas el pasado 20 N, pero que sorprendentemente tras subir los impuestos y publicar el Decreto Ley de la Reforma Laboral, por mucho que les reviente a los “zurdos” sigue subiendo en las expectativas de voto, mientras los socialistas siguen cayendo.

Hablaba ayer de que el pueblo español valoraba positivamente lo que el gobierno de Rajoy está llevando  a cabo. Decía que en apenas cien días los populares estaban haciendo lo que  no habían hecho los socialistas en ocho años y esas cuestiones eran valoradas positivamente por la mayoría de los españoles. Pero lo que no sabía cuando escribía el post de ayer es que a lo largo del día iba a comprobar como lo que yo sostenía era exactamente lo mismo que decía Josep Borrell, del PSOE de toda la vida, que demostrando que el PSOE no es solo Rubalcaba y sus sectarios, se dolía  de “que los gobiernos socialistas no llevaran a cabo algunas de las reformas que ha puesto en marcha el Ejecutivo de Mariano Rajoy como la reducción de sueldo de los directivos de entidades bancarias que reciben ayuda pública o la dación en pago”.

Pero ya para rematar la jugada, por la tarde mientras repasaba la prensa digital, tropecé con un artículo de opinión en Público titulado “La sartén tizna al cazo” en el que su autor escribía “…Aun incumpliendo sus promesas, la subida de impuestos de Rajoy hace pagar más a lo que más tienen para escarnio del Ejecutivo anterior, que ni siquiera se atrevió a limitar el sueldo de los directivos de cajas auxiliadas como han hecho los populares para sorpresa y enojo de Rodrigo Rato”

Hay días para las sorpresas, resulta que Borrell y Público coincidían con mi análisis, lo que dice bien a las claras que Rajoy lo está haciendo bien y así lo reconocen la mayoría delos ciudadanos, este dato está en las encuestas internas que maneja Ferraz y en las que se han publicado en la prensa y resulta tan notorio que ya lo comentan medios de la izquierda, tan a la izquierda como Público. Eso no lo puede permitir Rubalcaba, si Rajoy lo está haciendo bien, hay que impedírselo como sea; eso y no otra cosa es lo que le impulsa a incendiar la calle.

La verdad se abre paso poquito a poco, la algarada, el ruido, la “sangre y fuego” que reclamaba el cafre en Valencia se ven más, pero hay que permanecer tranquilos y serenos ante esas actuaciones. Hay que hacer pedagogía, que los ciudadanos valencianos que ya empiezan a molestarse – ayer unos cuantos se bajaron de sus coches, para mentarles la madre a los estudiantes que se dedican alegremente a cortar el tráfico en la ciudad – se den cuenta que los que están en la calle no buscan otra cosa que hundirles la fiesta y con la fiesta el beneficio económico que conlleva, ese convencimiento va a poner muy difíciles las cosas a los Alarte y compañía.

Si hasta Público reconoce que el PP está tomando medidas adecuadas, entre otras que critica naturalmente, si hasta el que fue candidato del PSOE se duele de la falta de acción social de los gobiernos socialistas comparándola con lo que esta haciendo Rajoy, hay que tener fe en que las cosas marchan razonablemente bien. Lo demuestra sobre todo el que la izquierda se haya echado a la calle. ¿Y las Fallas?, creo que la fiesta finalmente se producirá con  normalidad, aunque estos radicales hayan conseguido ya que se produzcan algunas anulaciones de reservas. Para que eso suceda los ciudadanos van a tener que mostrar su desagrado a los de Compromís, PSOE, responsables reales de lo que está sucediendo.

Ante la actitud firme de las Asociaciones de Vecinos, los agrupaciones falleras, las asociaciones del pequeño y mediano comercio, el apoyo de la izquierda oficial  a la algarada desaparecerá y los radicales se van a quedar solos en la calle, ese será el momentoen el que las autoridades tomen las medidas oportunas.

Como les decía, vivir para ver, un servidor coincidiendo con mi paisano el socialista Josep Borrell y con Público, en mi juicio sobre el PSOE. Increíble pero cierto.


Comentarios

  1. Yo creo que si sabe Rubalcaba que la violencia engrenda violencia, pero a él no le importa que se desencadene la guerra de Troya si eso sirve a sus propósitos. A fin de cuentas los líderes siempre están a resguardo mientra los tontos dan la cara y se atizan entre ellos. El de Compromis que presume de poner la imagen de Valencia en todo el mundo no tiene dos dedos de frente, menuda hazaña! pues la imagen que da es patética y hace que pierda la ciudad, no que gane.
    Rubalcaba se metía de palabra con los banqueros con amenazas, pero no de obra. De obra no le interesaba porque no hace mucho Botín le condonó parte de la deuda que el Psoe mantiene con el Santander y hay que ser agradecido. Seguirán incordiando por la sencilla razón de que al Psoe con Rubalcaba al frente, le quedan dos telediarios y como no se renueve y cambie seguirá cayendo en picado. Tiempo al tiempo.
    Un saludo.

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