A estos dos el próximo 26 les va a oler la cabeza a pólvora
Hoy es
sábado, ya sé que no es noticia y que resulta una obviedad, pero justo cuando
sonaba el despertador como cada día a las 8 de la mañana, me ha asaltado una
sensación de alegría, precisamente por lo de la obviedad, por ser sábado. Me
dirán que eso les ocurre a muchísimos ciudadanos a los que la llegada del fin de semana les supone una de
las pocas alegrías a plazo fijo que da la vida, la llegada del fin de semana abre la
puerta al descanso, al olvido de los problemas en el trabajo, a las tensiones,
etc., etc.
Aunque resulte curioso en mi caso, porque estando como estoy jubilado y habiéndome atado
voluntariamente a esta tarea de escribir a diario, mis sábados son exactamente
iguales a cualquier otro día de la semana. Por tanto ese deseo que me acompaña
a lo largo de los días esperando a que llegue el sábado, he de suponer que responde a
una serie de automatismos psicológicos, adquiridos a lo largo de los años, en
los que la racionalidad tiene poco que ver.
Y esto
de los automatismos irracionales supongo que sí tiene mucho que ver con los
argumentos y procedimientos que utilizan los del PSOE a lo largo de su
campaña en Andalucía. Oír decir a Griñán que las encuestas internas que manejan
les señalan que están recortando a marchas forzadas la distancia
electoral con Arenas y que van a llegar al día 25 con muchas posibilidades de
ganar, me retrotrae de manera automática, a las declaraciones en el mismo
sentido que hacía la inefable, al menos para mí, Elena Valenciano durante la
campaña de Rubalcaba.
Llama
la atención la irracionalidad que supone la utilización de un argumento que
hace tan poco tiempo se demostró inútil y que los llevó a recibir la paliza electoral más
contundente de la historia de nuestra democracia. De esa remontada milagrosa que pregona el PSOE en
Andalucía, pasado ya el ecuador de la campaña electoral, se deduce de manera irrebatible
que los del PSOE comenzaron la campaña muy por detrás de los del PP y eso lo
habían negado siempre. Por tanto, si ahora dicen lo que dicen, lo que pone de
relieve es que han mentido desde el principio y así se entiende muy mal que pretendan que ese argumento sea
aceptado como veraz por parte de los ciudadanos.
Mientras
la juez Alaya "empapela" a Guerrero – ex Director General de Trabajo de la Junta
- y le impone una fianza descomunal de más de 600 millones de euros y a cada poco
la prensa publica más papeles firmados por Chavez o Griñán que desvían partidas
de dinero público a ese supuesto, por decir algo, “fondo de reptiles” que
crearon para enriquecer a sus más próximos y favorecer a sus amigos, digo que
mientras todo esto acontece, da grima escuchar a Griñán afirmar que la calle ”le
dice que va a ganar las elecciones”.
De
hecho la todavía Consejera de Presidencia de la Junta, Mar Moreno decía hace
pocas horas: “Encuestas hay muchas, unas
dan diez puntos, otros ocho, siete, pero las que maneja el PSOE y sobre todo la
calle nos dicen que cada día de campaña el PSOE está remontando y el PP se está
desinflando”. La realidad sin embargo parece ser bien distinta. Una encuesta nada sospechosa de favorecer las tesis populares, antes bien lo
contrario, la de la SER que se publicaba el día 16 del presente mes, afirma que
Javier Arenas logrará la mayoría absoluta. La encuesta del medio radiofónico de
Prisa otorga al PP-A 10,7 puntos de ventaja sobre Griñán, que caería hasta el
36% de los votos y el 71% de los encuestados entienden que resulta necesario un
cambio en la Junta de Andalucía.
Así que
la historia de la campaña electoral en Andalucía se parece muchísimo a la de
las generales, los socialistas saben que han perdido las elecciones y Griñán,
como en su momento Rubalcaba, tiene como único objetivo evitar la mayoría
absoluta de los populares para que Arenas no gobierne. Todos tenemos muy
presente como le fueron las cosas al PSOE en las generales y tras ver a la
izquierda en la oposición da pavor imaginar que Rubalcaba hubiera podido evitar
la mayoría absoluta de Rajoy y formar gobierno con los de IU y ERC.
El
domingo 25 puede marcar el fin de Griñán al que esperan para ajustar cuentas
muchos socialistas, el primero de ellos Rubalcaba que a pesar de ser su enemigo
se ha visto en la obligación de apoyarlo. Pero los problemas de Griñán son
menores si tenemos en cuenta los que acucian a Rubalcaba, éste se encuentra
absolutamente sobrepasado por las circunstancias y sabe, conoce, tiene bien
presente, que a él también le espera mucha gente en el PSOE con ganas de
sentarle bien sentadas las costuras.
Siendo
el líder del PSOE, autonombrado pero líder al fin y al cabo, perdió las
generales, perdió Extremadura y Cataluña, perderá irremediablemente el País
Vasco y el 25 parece que también perderá Andalucía. Como líder en la oposición no
cuaja, la única iniciativa de la que puede tristemente presumir es la de haber
promovido una huelga general para protestar por una norma que todavía no ha
pasado por el Congreso para ser debatida y animar a la algarada
callejera a sus militantes. Se ha equivocado gravemente adoptando esa decisión
y además está muy preocupado por la corrupción en el PSOE que ahora comienza a
aflorar, a cada día que pasa más cargos socialistas son imputados por
corrupción. Pero lo que ahora sucede no va a ser nada comparado con la que se
va a organizar en cuanto el Fiscal General del Estado les ponga las pilas a los
fiscales y éstos empiecen a sacar de los cajones, donde permanecían “convenientemente
olvidados”, cantidad de asuntos que van a llevar a cargos públicos socialistas
ante los tribunales.
Sumen a
eso lo que puede ser el panorama judicial cuando comience a investigarse a
fondo lo de la Junta de Andalucía y se le meta mano a la gestión socialista en
esa Comunidad y verán cómo de desesperada es la situación de Rubalcaba. Ya lo
he dicho más de una vez, pero insisto, esa mala situación le obligará a
radicalizar todavía más su postura en la oposición. Si el día 25 el PSOE pierde
Andalucía tal y como parece, Rubalcaba intentará que la huelga del día 29 sea lo más
violenta posible; ha emprendido un camino para el que no tiene freno ni marcha
atrás, una senda que responde a la conocida figura de la “huida hacia delante”,
todos la conocemos y también todos, incluido Rubalcaba, sabemos como acaban
estas cosas.
Si
pierde Andalucía, fracasado en la labor parlamentaria; con una portavoz en el
Congreso que no da la talla y a la que probablemente no le dejen ni realizar el
aprendizaje, con Marcelino Iglesias metiendo la pata y haciendo el ridículo en
el Senado, sin argumentos para oponerse a la acción de Rajoy, que para más INRI
resulta bendecida por la UE y también en las encuestas, poco camino le va a
quedar por recorrer, muy probablemente la “vieja guardia” del PSOE lo devore.
Y como
es socialista no le queda el remedio siquiera de ponerle una vela a la Virgen
de su pueblo para que le eche una mano, lo que definitiva y contundentemente cierra el círculo, Rubalcaba deberá abandonar la
política activa si el PSOE pierde Andalucía, nada tiene que ofrecer a los españoles en general ni a los
socialistas en particular, su presencia perjudica a todos, parece que se acerca
el momento que alguien lo presione para que tome la única decisión honorable
que le queda, irse a casa aunque sea a contar olas, que de contar nubes ya se ocupan otros.
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Los andaluces deben ser listos y pensar , como ha crecido, en 30, años los robos de las arcas de los parados, para llevárselos a paraísos fiscales y ese dinero tenía que haber servido para rebajar el desempleo, y solo que piensen en eso, ya se darán cuenta que les han engañado, durante muchos años,y tienen que cambiar, para mejorar,
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