Los nuevos pobres
Si digo la
verdad hoy he estado muy a punto de darme el día libre y no escribir esto que
si consigo terminarlo someteré a la consideración de ustedes. Tengo el día raro
y cuando eso me sucede caigo en una especie de astenia de la que me cuesta mucho trabajo
salir. Pero como ya sabemos que se hace camino al andar, eso al menos es lo que
sostenía el pobre Machado, en estas estoy, en el trabajo de escribir sobre un
tema que me preocupa muchísimo y al que todo el mundo me parece que le da algo
de miedo tocar, me refiero concretamente a la pobreza.
Cuando de
pobreza se habla hay que acudir a las cifras de Cáritas, que son los que más
entienden de esta cuestión en España. Esta ONG y otras con menor nombre y
tronío son las únicas organizaciones que intentan combatir a la pobreza. Y lo
hacen de la única manera a su alcance, con su acción intentan paliar las
consecuencias que se derivan de la existencia de este fenómeno que acucia a hombres,
mujeres, niños, ancianos, familias, cristianos, musulmanes, ateos, agnósticos,
lo del NS/NC, blancos, negros, azules, colorados, homos, heteros, individuos, familias, grupos,
pueblos y naciones.
Otros, los
responsables de nuestros destinos, parecen estar más dedicados en estos últimos
tiempos a la labor de impulsar el crecimiento de esa casta de “intocables” que
son los pobres y los nuevos menesterosos, que en esto, como todo o casi todo en
esta vida, también hay clases y las ha habido siempre y para quien tenga dudas
al respecto, les recordaré conceptos tales como pobreza primaria o secundaria o
el de pobreza absoluta o relativa con la que se manejan los técnicos o las de
nuestro idioma que nos permitían distinguir entre “pobres de pedir” y “pobres vergonzantes” por
poner un ejemplo. Ahora el abanico de posibilidades de la pobreza se amplía y
hay que añadir el de los “pobres jóvenes, aunque suficientemente preparados” y
la de los “trabajadores pobres” una nueva clase de pobres a los que su
condición de trabajadores en un país industrializado del primer mundo no les
libra de su triste condición.
Está claro que
nuestros dirigentes lo están haciendo mal, tirando a peor, porque nos dice
Cáritas en su informe sobre “Exclusión y Desarrollo Social. Análisis y
Perspectivas 2012” que en España el 22% de las familias vive por debajo del
umbral de la pobreza, lo que nos sitúa, como es costumbre en estos últimos
años, a la cabeza de la estadística y a la cola de la realidad social europea.
No voy a caer
en la tentación de entrar a discutir cómo calcula Cáritas lo del “umbral de la
pobreza”, ellos tienen un procedimiento y está claro que, como todos los
procedimientos utilizados para medir magnitudes que existen en este mundo
traidor, tendrá sus partidarios, sus críticos y sus detractores, pero creo que
nadie discutirá la necesidad que tenemos de crear convenciones que nos permitan
saber de qué estamos hablando. Cáritas entiende que están por debajo del umbral
de la pobreza aquellas familias que ingresan menos de una cantidad determinada
que tiene relación directa con la renta media española.
En el informe
del que estamos hablando Cáritas nos advierte que de acuerdo con los datos que
maneja, que son los habidos en el 2010, el umbral que estaba fijado en los 8000
euros del año 2009, había bajado a los 7.800 y continua bajando y añaden que la renta disponible por persona en España cayó en términos reales cerca de un
9% entre 2007 y 2010.
Pero no acaban
ahí nuestras desgraciadas peculiaridades en relación con la pobreza, en España,
el aumento de la desigualdad entre el 20% de las rentas más pequeñas y el 20%
de las rentas más altas es superior al de los países de su entorno, siendo casi
cinco veces mayor que la media de países de la Unión Europea. Para que quede
claro, a pesar o precisamente a cuenta de la crisis, los pobres son más pobres y
los ricos son más ricos.
La verdad es
que avergüenza y resulta difícil de aceptar, pero el estudio de Cáritas coloca
a España como uno de los países con mayor tasa de pobreza de Europa, sólo nos
“ganan” en esta horrorosa carrera los rumanos y los lituanos. Ítem más, la
Unión Europea certifica que es España, el país europeo donde más aumentó la
pobreza en el año 2010. Ya para que vamos a hablar de cómo estamos hoy, todavía
no se conocen los datos del 2011, pero a los españoles no nos hace ni puñetera
falta la estadística para saber que serán bastantes peores que los de su
predecesor.
Está muy claro
que la principal crisis que padecemos no es la económica, sufrimos una crisis
de valores, de referentes éticos e intelectuales que nos coloca en muy mala
condición para hacer frente a los problemas que se nos plantean como nación.
Pero la situación es tan peligrosa que ya no puede haber lugar a dudas, ya no
nos cabe ni una micra más de demagogia, hay que tomar una decisión drástica que
nos permita volver a situarnos en el lugar que ocupábamos. No estoy hablando de
ensoñaciones, somos capaces con nuestro esfuerzo de resolver la presente
situación; guste a quien guste y disguste a quien disguste habrá que confiar en
un liderazgo que se demuestre capaz.
Y habrá quien
diga, eso lo dice usted porque como es un “facha” le viene bien que gobiernen
los del PP y apliquen sus soluciones. El que piense eso se equivoca de medio a
medio, le daría sin dudar la presidencia
del gobierno de España a Cayo Lara si estuviera seguro que nos iba a sacar de
este berenjenal. Estamos ante una situación límite ante la que lo de las
derechas y las izquierdas, las ideologías, los estereotipos, los prejuicios, no
sirven para nada. Hay que ponerse en marcha,
hay que hacerlo ahora y no queda otra que encomendarse a una dirección
capaz.
Me daría igual
si Rubalcaba hubiera sido fundador de Alianza Popular, íntimo amigo de Aznar,
hubiera ido al colegio con Rajoy y estuviera casado con una prima de la Duquesa
de Alba, le negaría el voto y mi apoyo, simplemente porque tuvo su oportunidad
durante estos últimos años, gobernó y nos demostró a todos de manera
fehaciente, que no sabía hacerlo, es así de sencillo y así de fácil. No puede
ofrecer soluciones desde la oposición quien cuando gobernaba, hace cuatro días
con pasado mañana, demostró que no las tenía.
Me van a
perdonar ustedes la comparación, pero ver a Cándido Méndez y a Toxo
manifestarse en defensa de los derechos de los trabajadores, recordando lo que
no hicieron cuando 5,3 millones de compatriotas se fueron al paro, me produce
la misma incomodidad que sentiría al ver a Rouco Varela y a sus compañeros de
la Conferencia Episcopal manifestándose a favor del matrimonio gay o del
aborto. Exactamente la misma, no lo puedo remediar.
Merece la pena
hacer una reflexión por encima de la ideología de cada uno y tomar una
decisión, no hay más remedio que apoyar a quien pueda sacarnos de este estado
de cosas, porque Cáritas hace lo que puede,
pero ya se sabe que a Dios rogando y con el mazo dando.
¡Madre mía!
Estamos ahí compitiendo con los rumanos y los lituanos, tenemos la mayor tasa
de pobreza en Europa y todavía andamos discutiendo si son galgos o podencos. Es que no tenemos remedio.
|
Ni la tendremos, sómos sólo el producto de veinte años de crecimiento descontrolado basado en la construcción con un empobrecimiento moral y cultural absoluto. Recuperarnos desde aquellos años en que cambiamos el esfuerzo y la educación por el trabajo fácil y la juerga, tardará décadas y por lo que sómos de inútiles, lo tendremos bien merecido.
ResponderEliminarUn saludazo.