La cabecera de la fracasada manifestación
Ayer la
protesta convocada por CC.OO y UGT como ensayo general de la jornada de huelga
prevista para el próximo día 29, cosechó un rotundo fracaso. Un fiasco con el
que los ciudadanos les lanzaban a los convocantes un mensaje extraordinariamente claro. No está
la situación para numeritos sindicales y reivindicaciones absurdas. Resulta
satisfactorio constatar que los ciudadanos están hasta los pelos de soportar a
estos impresentables; cómo estará la cosa que hasta El País les daba un toque, advirtiéndoles
de una realidad que sólo pueden dejar de percibir los ciegos voluntarios: No es
éste el momento para huelgas y consecuentemente les aconsejaba seguir el
camino de la negociación y el diálogo, en lugar del de la confrontación.
En un
momento tan grave como el que vivimos, no se puede echar sal en la herida
producida por el déficit que originó el PSOE, organizando una huelga que nos va
a costar a todos los españoles alrededor de 1.000 millones de euros. Resulta una
decisión absolutamente irresponsable y la convocatoria, por su inoportunidad en
el tiempo y sobre todo por la urgencia con la que ha sido convocada, demuestra
que no busca defender los derechos de los trabajadores, que bien olvidaron
durante estos últimos siete años, sino por el contrario lo que pretende es
defender los privilegios de las cúpulas de las organizaciones convocantes y
mantener la existencia de unos sindicatos instalados en el subsidio y la subvención.
Eso en
el terreno de lo táctico, si trasladamos la cuestión al plano de lo estratégico,
todas estas movilizaciones no persiguen otra cosa que poner palos en las ruedas
del actual gobierno y derivan de un pensamiento peligrosísimo que mantiene esta
izquierda reaccionaria, sectaria, que utiliza con absoluta normalidad los procedimientos más
totalitarios y que entiende que en España sólo puede gobernar la izquierda. Por
tanto la existencia de un gobierno de derechas supone una anomalía que no se
puede aceptar y que desde luego hay que corregir de inmediato sin que los
procedimientos a utilizar sean cuestión a considerar.
Ayer
Cándido y Toxo no vacilaron en hacer un
ridículo espantoso afirmando que a la manifestación habían acudido
500.000 personas, bastaba ver a Cándido repitiendo en su vacuo discurso de
cierre aquello de “aquí hay mucha gente” y ver con que entusiasmo era aplaudido por los que lo acompañaban en la tribuna,
para saber de inmediato que la convocatoria había constituido un rotundo
fracaso.
Un
recorrido mucho más corto que en la anterior protesta, una mayor “dispersión” en
los bloques de manifestantes lo permitían ver con claridad. 500.000
manifestantes dicen éstos que está claro sólo saben contar dinero público, mientras la policía fijaba la concurrencia en 30.000. No voy a entrar en discusión sobre
las cifras, tuve la oportunidad de escuchar a algunos de los participantes en
la manifestación de Barcelona, en la que los convocantes fijaban la participación en 450.000 personas y la policía
daba la cifra de 17.000 participantes, los escuché mientras eran entrevistados
en radios catalanas y decían con total naturalidad que había participado muy
poca gente y justificaban el fracaso de la convocatoria al buen tiempo o al
miedo. Así que ya saben, manifestación de parte…
Un
fracaso rotundo para el ensayo de una huelga difícilmente justificable, la
situación desaconseja estos numeritos, por otra parte llama la atención la urgencia
con la que se han puesto en marcha estos sindicalistas de vía estrecha, que
llevaban 7 años disfrutando de las delicias que les proporcionábamos con nuestro
dinero, porque hay que recordar que los sueldazos, los coches oficiales, los
escoltas, los chalets, los relojes, los colegios privados de los niños, todo
eso ha salido y sale de nuestro bolsillo.
Un rotundo
fracaso de participación, eso ha quedado claro como el agua, pero hay un asunto
sobre el que merece la pena llamar la atención y es el altísimo clima de
violencia verbal que se pudo escuchar ayer en este aquelarre que los sindicatos
convocaron. Se pasan la vida presumiendo de pacíficos y en cuanto se juntan más
de cuatro se escuchan eslóganes que contradicen frontalmente esta afirmación.
“Si
esto no se arregla, ¡guerra, guerra, guerra!”, coreaban alegremente los “pacíficos”
manifestantes y otros que aconsejaban matar al patrón o que advertían que “sin
pan no habrá paz”, por tanto ya sabemos el amor que profesan por la paz los que
ayer salieron a la calle y francamente 17.000 manifestantes me parecen pocos,
pero 17.000 violentos potenciales me parecen muchísimos. Esta actitud nos dice
a las claras de que va a ir la próxima huelga general, será la jornada de la
silicona y los “piquetes informativos” que utilizarán profusamente la violencia
contra los que, en uso de su libertad, pretendan trabajar.
Resulta
dolorosísimo que gracias a nuestra legislación, los liberados sindicales, esos
descerebrados que componen la columna vertebral de los “piquetes informativos”
cuya verdadera finalidad es la de impedir que la gente que quiera trabajar
pueda hacerlo, son los únicos que no pierden el dinero correspondiente al día
de huelga. Les basta aplicar las horas sindicales a ese día y a cobrar, que es
lo único que saben hacer, bueno eso y apalear a los que pretenden ejercer su
derecho a trabajar, tan respetable como el del que no quiera hacerlo.
Espero
que la jornada de huelga esté presidida por la firme voluntad del gobierno de
mantener el estado de derecho y que los violentos den con sus huesos en la
cárcel. De la capacidad para emplear la violencia de estos “pacíficos” no creo
que tengamos dudas, hay que acabar con la impunidad con la que se producen
estos profesionales de la violencia, travestidos de pacifistas cuando les
conviene. Hay que combatir la acción de los piquetes y los autores de
agresiones, coacciones, daños, estragos, resistencia a la autoridad,
desobediencia o atentado que paguen con la cárcel. Sobre todo porque esos
malnacidos, que aparecen como setas en cada huelga, viven de nuestro dinero y seguir
manteniendo la tolerancia con los violentos, nos convierte en eso tan triste
que define tan bien el lugar común, no podemos permitir que éstos
nos conviertan otra vez en los cornudos y apaleados del cuento.
Nada bueno
se puede esperar de unos fantoches que son capaces de acusar al gobierno de
Rajoy de utilizar como rehenes a los 5,3 millones de parados. Hay que decirles bien
claro a Toxo y Cándido que esos 5,3 millones de compatriotas que se fueron de
cabeza al paro son suyos, de ellos y del PSOE, que anda apoyando la huelga
general en vez de articular una oposición constructiva en el Congreso.
Así que
ayer UGT y CC.OO demostraron sus feroces contradicciones a la vez que
cosechaban un estruendoso fracaso, seguro que alguno pueda pensar que tras esta
circunstancia, igual deciden desconvocar la jornada de huelga general del 29 M.
Abandonen toda esperanza como los clientes del infierno del Dante, estos irán a
la huelga y cuantos menos sean y menos razones aconsejen la realización de la
huelga, más violentamente se producirán.
Olviden
esa posibilidad, va a haber huelga sí o sí. Metidos en refranes, allá va uno
que escuché por vez primera en Fuerteventura y que creo define perfectamente la
situación: “Moro viejo, no aprende idiomas”, menos literaria que la cita de
Dante, pero desde luego bastante más contundente y clarificadora.
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Está claro que quieren provocar, algo serio, una cosa si que está clara, que sobramos la mitad, para que coman la otra mitad, que se están convirtiendo en el enemigo,si los socilaistas sindicalistas han provocado el paro espantoso, está claro que aqui, se quiere eliminar algun colectivo ¿Donde me colocaran a mi, (por ejemplo), en esta trifulca, o a ustedes?
ResponderEliminarA punto de explotar!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarBuenos días José Luis, esa es un pregunta que habría que hacer a Rubalcaba. Está muy claro que la izquierda ha decidido revivir lo de las "dos españas". Es un procedimiento que lleva inexorablemente a la crispación, la polarización y muy probablemente a la violencia, pero lo escogen porque no tienen otros argumentos. Ese es el problema, no tienen razón, ni siquiera razones para oponerse y no aceptan la legitimidad del gobierno que salió de las urnas. Harán lo imposible para que fracase, lo malo es que con el fracaso del gobierno nos llevan al fracaso de España como nación y de sus ciudadanos.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi me han dicho entre líneas, que como no les apoye en Facebook y ensucie sus llamamientos a la huelga general me quitan la pensión. Es uno del pueblo y conoce mis ecretos.
ResponderEliminarPues digánselo a la señora Manjón, que convirtió el homenaje del 11M en un mitin político y acusó a quien no comulga con la sentencia del 11M de intentar dividir España. O están mal de la cabeza o la soberbia no les deja razonar.
ResponderEliminarEspero que fracase totalmente la huelga del día 29 y que los españoles le echen un par de ... y vayan a trabajar. A fin de cuentas los sindicatos solo representan a unos pocos afiliados.
Saludos.
Estos Sindicatos, son impresentables y hay que enseñarles que ya no tienen apoyos y explicarles que la ley laboral es buena para los parados y los que están en su trabajo que hay dudas por si nos quedaremos sin ello, y si hablamos con el jefe, como me ha pasado ami, hablando nos hemos arreglado, y no cerrara y yo trabajaré con otra,manera y así seguiremos yo trabajando y mi jefe, su negocio tratando sacarlo adelante, cosa que no me hubiera pasado si hago caso al sindicalista que pregunte, así que señores la ley logrará que pequeñas,empresas cierren claro que con estos sindicatos , así no cobran como hasta hora y claro que estos,también se quedan, sin el dinero, de los chollos que han tenido hasta hora
ResponderEliminarLos sindicatos van a fracasar en su huelga general lo cual quiere decir que el psoe radicalizara su violencia callejera
ResponderEliminarEs todo lo que tiene
Por cierto, esta noticia te concierne a ti expresamente
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com/