¿Se puede ser más miserable? Difícil, pero no imposible

Las "pacíficas" manifestaciones de la izquierda

Estamos asistiendo al decidido intento de organizar un escenario a la “griega”  en España, llevan a cabo ese deleznable trabajo una serie de individuos agrupados en distintas organizaciones que lo único que pretenden es conservar una serie de privilegios que han perdido o están a punto de hacerlo. Cada uno  de esos grupos a través de sus líderes explica sus motivos y justifica su actitud. ¡Qué cierto es aquello de que cuando no hay razón, hay razones!

Personalmente tengo muy claro que resulta imposible justificar  una conducta absolutamente irresponsable que deja de lado el interés general para llevar a cabo una labor de agitación en las calles, en las que se pretende la algarada continua, sobre todo por un motivo fundamental, antes de las elecciones, bastante antes de ellas ya habían advertido todos y cada uno de los que ahora figuran como organizadores y convocantes de marchas, protestas, manifestaciones, etc., digo que ya entonces, antes de la propia campaña electoral, ya habían advertido que se echarían a la calle si el PP ganaba las elecciones.

No les hizo entonces ninguna falta  que se llevara a cabo la reforma laboral, se produjeran recortes o se subieran las impuestos, para advertir que iban a “tomar” las calles. Lo anunció UGT, CC.OO e IU que anunciaron su voluntad de tomar las calles si se producía el triunfo popular y también lo hizo el PSOE, bien que de manera indirecta, que advertía en aquellos tiempos, allá por el pasado verano que el PP, tras las elecciones, necesitaría pactar con ellos para evitar que “se incendiaran las calles” y garantizarse la “paz social”.

Por tanto lo que ahora se produce y vende como fruto de la justa indignación de trabajadores y estudiantes ante “los recortes de la derecha y la pérdida de derechos” y que tanto incauto “compra” no es más que el resultado de la falsedad y la manipulación. Se había tomado la decisión de disputar en la calle lo que las urnas decidieran, si la voluntad expresa del pueblo español era que gobernara el Partido Popular.

Y si alguno no reconoce la verdad, aunque la tenga delante, veamos dónde estaban los “indignados” estudiantes que ahora se preocupan por la calidad de la enseñanza. ¿Alguien abrió la boca durante los últimos ocho años, cuando PISA nos decía que nuestra enseñanza media era una birria?, ¿dónde estaban los estudiantes del Luis Vives? seguramente jugando a la play, porque desde luego entonces no se manifestaban. Hay que preguntarse si alguno de los que ahora defienden la escuela pública, como si su situación se hubiera agravado de manera inopinada, salieron a la calle para protestar por una educación que conseguía un 30% de fracaso escolar, pues no. ¿Por qué?, pues porque gobernaba la izquierda.

Los sindicatos universitarios que han convocado protestas que han terminado en desórdenes muy graves y que manifiestan ¡angelitos! que están defendiendo a la “universidad pública”, dónde estaban mientras se nos decía que alrededor de un 30% de los estudiantes no terminan su carrera universitaria o los estudios comparativos llevados a cabo por Europa, anunciaban la baja calidad de nuestra Universidad y se nos explicaba que entre las 200 universidades mejor consideradas del mundo, no había ninguna  española. Pues no estaban en la calle, estaban explicando a cualquiera que les quisiera escuchar, que eso eran manipulaciones de la derechona y que había que ignorarlas.

Pero ahora, casi por sorpresa nace la preocupación y van a la revuelta, cuando lo único que ha cambiado en el panorama educativo es que gobierna, por voluntad de la mayoría de los españoles, el Partido Popular. Nos han hecho mucho daño con los gravísimos desórdenes que han propiciado y que se han vendido por todo el mundo, ya somos, informativamente hablando, semejantes a los griegos, una gran hazaña que mandará a unos cuantos miles de compatriotas al paro.

Aunque hay que decir una cosa, curiosamente por mucho jaleo, ruido, desorden que organicen, para cualquier observador avisado resulta fácil observar que la izquierda no está muy segura de lo que está haciendo y comete una torpeza detrás de otra. A CC.OO y UGT les ha hecho mucho daño su complicidad con Zapatero, ¿dónde estaban cuando se bajó el sueldo a los funcionarios, se congelaron las pensiones o se recortaba en un 8% las partidas de Educación?, yo se lo digo, comprando relojes de lujo o disfrutando de vacaciones para vips, ellos lo saben y por eso están organizando las protestas en “cómodos plazos” para tomar el pulso a la situación.

Los del PSOE han pasado en pocas horas, lo que han tardado en analizar la reacción ciudadana ante lo ocurrido en Barcelona, digo que han pasado de “El derecho de manifestación está consagrado en la Constitución y los españoles se manifiestan libre y pacíficamente cuando quieren” a advertir a sus dirigentes “Que nadie se deje ver en las calles, en las manifestaciones”, para no verse relacionado con las acciones violentas. Actuarán con la misma hipocresía de siempre, que las caras conocidas no se vean, pero la militancia será impulsada a participar.

Los estudiantes siguen instalados en la misma excusa de siempre, la violencia la producen cuatro infiltrados, eso ya no vale, se puede excusar una vez, pero cuando hay experiencia de lo que sucede, la excusa no resulta válida, los violentos operan en esas manifestaciones con la aquiescencia de sus organizadores. Veamos un ejemplo que creo ilustra perfectamente la cuestión, en las manifestaciones organizadas por la “derecha”, no se producen hechos violentos, porque los violentos de la derecha - que haberlos haylos - no son bien  recibidos y los servicios de orden de la propia manifestación les impide su actuación.

Hay violencia en la calle porque interesa a la izquierda que la haya y para eso no dudan en permitir la actuación de grupos instalados desde hace mucho tiempo en esos deleznables procedimientos. Pero tanto los sindicatos como el PSOE saben que ese monstruo que han creado puede terminar engulléndolos, por eso no se sienten muy seguros, por eso y porque mucha gente les ha tomado ya la matrícula.

Con lo de la manifestación anunciada para el 11 M, definitivamente han puesto la guinda al pastel, se puede ser más miserable pero desde luego no resulta nada fácil. Así es esta izquierda capitaneada por el PSOE que no admite la decisión de las urnas, así son las cúpulas sindicales, instaladas en el privilegio, situación que les arrebata la reforma laboral; el despido y su precio les importan tres pitos, lo demostraron cuando en la España de Zapatero se pagaban por el FOGASA indemnizaciones a 20 días por año trabajado y de esa cifra el obrero que iba al paro recibía sólo el 80%, descontando naturalmente el dinero que percibían los sindicalistas por propiciar el acuerdo.

Todos contra el PP, aunque tampoco están demasiado seguros de recibir el apoyo popular, una gran mayoría de españoles entiende y así lo demuestran las encuestas, que el Gobierno hace lo único que cabe hacer y que si pintan bastos es gracias a éstos que ahora, tras llevarnos a la ruina, protestan contra quién intenta arreglar el desaguisado. Miseria moral y revanchismo al 50%, de eso están compuestas las protestas, poco recorrido deberían tener.