Este es el modelo progresista de oposición que propone el PSOE
Ayer
domingo El País publicaba una encuesta en la que se señalaba que de llevarse a
cabo las elecciones tal día como ayer el PP obtendría el 38,1% de los votos y
el PSOE se tendría que conformar con el 23%. Estos resultados comparados con la
última valoración llevada a cabo por Metroscopia nos dicen que el PP ha perdido
8,2 puntos en la estima de los votantes y el PSOE el 1,4%. Si comparamos
estos resultados con los obtenidos en el 20N (44,62% para el PP y 28,73% el
PSOE) nos daremos cuenta que el PP ha perdido desde ese día hasta hoy un 6,52%,
mientras que la pérdida de expectativas del PSOE alcanza un 5,73%, lo que nos
dice a las claras que aquí todo el mundo, oposición y gobierno, se equivocan y así
lo expresan los votantes.
Naturalmente
el PP pierde algo más que el PSOE, pero habrá que reconocer que un 0,79%, que es
la diferencia habida entre el PP y el PSOE, es una cifra
que indica con claridad que la mayoría de los españoles tienen todavía bien
claro quién es el responsable de nuestra situación. Y digo todavía porque si
Rajoy no escucha este aviso, muy probablemente esa pequeña diferencia aumente
de manera exponencial.
Desde
mi modesto punto de vista el problema del actual gobierno reside más en las
sensaciones que produce ese autismo, ese déficit en su política de comunicación,
del que hablaba hace bien poco tiempo, que
en las propias medidas que adopta. Desde siempre la derecha de este país se ha
mostrado incapaz de “vender” su imagen y ahora vuelve a cometer los mismos
errores que siempre le han caracterizado. Dan la impresión de que les moleste
explicar, no ya lo que han hecho, que tampoco lo hacen con la suficiencia
necesaria, sino lo que van a hacer y eso es aprovechado por una oposición
irresponsable para vender que Rajoy improvisa, lo que resulta
extraordinariamente inquietante para todos, habida cuenta de la experiencia reciente
que tiene el país a cuenta del cúmulo de espantosas improvisaciones que sufrimos
con el gobierno de Zapatero… y el de Rubalcaba, que hay que recordarlo para que
no se le olvide a nadie.
Como ya
sabemos como funciona esto de las estadísticas, habrá quien se quede en los 8,2
puntos perdidos por el PP si comparamos los resultados publicados ayer con los
de la penúltima encuesta. Cada uno es
muy libre de hacer lo que mejor le parezca,
pero creo que si realmente lo que pretendemos saber es cuál es el desgaste que
ha sufrido el PP en el gobierno, la encuesta nos señala que ese desgaste está situado en - 6,52 puntos mientras que el PSOE, otro que tal baila, se sitúa en un - 5,73 %.
Por lo
tanto nada que pueda satisfacer a ninguno de los dos partidos, ambos están perdiendo
intención de voto, eso está claro, resulta fácil deducir pues que tanto el uno como el otro algo están haciendo mal . Por un lado está el PP y
sus problemas con la comunicación y por otro lado está la impresentable
actuación de un PSOE que ha decidido no colaborar con el PP bajo ningún
concepto y si esa es la posición de Rubalcaba no es porque su ideología le
impida alcanzar consensos en asuntos de Estado, lo hace porque sabe que
presentar a Rajoy como un dirigente incapaz de suscitar acuerdos en temas tan
importantes, desgasta la imagen del Gobierno ante la UE, que lleva tiempo
predicando en el desierto y clamando por un consenso mínimo ante políticas
que, no olvidemos, impone Bruselas.
Paradigma
de lo que digo ha sido la votación del PSOE en contra de la norma de
estabilidad presupuestaria que desarrolla el acuerdo de ambos partidos para
llevar a cabo la modificación constitucional que hace bien poco propuso el PSOE
y que contó con la colaboración del PP, en la oposición en aquellos tiempos.
Ante la importancia del asunto y la petición expresa de la UE que advertía de
la importancia de alcanzar el máximo consenso para poder vender una imagen de
una España unida frente a los problemas que sufrimos, Rajoy llamó a Rubalcaba
para pedirle su apoyo parlamentario, Alfredito le prometió que se ponía en
marcha, pero el resultado obtenido fue que, tras una exhibición de
filibusterismo parlamentario, el PSOE, que fue representado en las
negociaciones por Sorayita-PSOE, votó en contra.
Hasta
la propia Elena Valenciano intentó justificar el voto en contra socialista,
explicando que el PSOE que se negaba a aceptar el 0 % en el déficit para el año 2020 y pretendía que
se permitieran 4 décimas, es decir un 0,4 %, lo hacía por una importantísima
cuestión ideológica, decía la Valenciano que no era un capricho, como pudieran
entender los ciudadanos, sino un problema de ideología. Ya sabemos que excusatio non petita accusatio manifesta,
por tanto no creo necesario añadir nada más al respecto. El PSOE se negó a
apoyar el desarrollo legislativo de la modificación constitucional que llevaron a
cabo ZP y su gobierno, a sabiendas de la importancia que tenía para Europa y
sobre todo para España la imagen de consenso en este asunto. Votó en contra con
la intención de perjudicar las
expectativas del Gobierno, pero con ello volvió a poner de relieve una imagen
de división que es la que nos lleva a ser castigados por la desconfianza de
Europa y “los mercados”.
El PSOE
está dispuesto a que el país se hunda antes que permitir que el PP sea capaz de
sacarnos de esta situación y los “bobilines” que nos gobiernan andan enredados
entre su incapacidad para comunicarse con sus votantes y la molestia que les
produce eso tan ordinario de dar explicaciones, esa es la verdad.
Por
otra parte Rajoy tiene que decidirse y anunciar un paquete de medidas que
convenzan al electorado de que no vamos a ser los ciudadanos los únicos que carguemos
con el peso de la crisis y sus consecuencias. Se impone un drástico
adelgazamiento de la maquinaria del Estado, hay que limitar el capítulo de
gastos eliminando gran parte de los que producen todas las administraciones: La
central, la autonómica y la municipal.
Da
igual si se está a favor o en contra del Estado de las Autonomías, ese no es el
problema, el problema y su solución radican en una cuestión muy simple: Tal y
como está planteada la estructura del Estado su coste nos resulta inasumible.
Como dice el propio Rajoy y dice bien, no podemos gastar más de lo que
producimos, hay que recortar en la estructura del Estado. Su ineficiencia nos
produce gastos por un valor de 40.000 millones dice UPyD, no sé si esa será la
cifra real, muy probablemente no; pero nos dice bien a las claras aunque sea
por aproximación, que es algo que no nos podemos permitir.
Los
ciudadanos castigan a los dos partidos más importantes, esa es la realidad, no
esperemos demasiado de su supuesta capacidad de reflexión, pero indudablemente
alguien deberá convencer a Rajoy de que si quiere seguir adelante, aunque no
cuente con el apoyo del PSOE, un partido radical, sectario, cerril e insolidario
que prefiere que todos nos quedemos tuertos si con ello consigue que Rajoy
quede ciego, deberá contar ineludiblemente con el apoyo de la opinión pública y
para eso necesita dar explicaciones, ser claro, transparente y predecible.
Si esto
no es así vamos de cabeza a la intervención.
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Sinceramente, a mi me parece que el Gobierno esta haciendo una política socialdemocrata que suscribiría ZP sin pestañear
ResponderEliminarTengo la impresión que los españoles votaron al PP para que renovara esto, para que recondujera el estado autonómico, recortara los chanchullos de partidos politicos, y sindicatos, para que cambiara la ley electoral y para que hiciera de España un pais normal
Y el PP desde luego no lo esta haciendo.
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/
Este tipo de casos siempre existirán, es algo que nunca acabara, ténganlo en mente
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