De vuelta a la tarea

Este es el posicionamiento ideológico de la izquierda nacional

El día uno del presente mes, aprovechando la Semana Santa decidí darme unas vacaciones que estimé necesitaba urgentemente. La tarea de escribir todos los días un post me empezaba a pesar y tenía la impresión de que se me estaban acabando los temas, sé que no es cierto pero esa es la impresión que tenía. Pensé que un alto en el camino me iría bien y también a ustedes, los amigos que me hacen el favor de su lectura, al fin y a la postre unas vacaciones son siempre bien recibidas.

Hoy de vuelta a la tarea de escribir el folio y medio de todos los días, no tengo más remedio que escribir sobre la irresponsable actuación del PSOE, que ha decidido aplicar la filosofía que define aquello de “Après moi le déluge"” que se atribuye a Luis XV y está llevando a cabo una oposición que deja bien a las claras que a los de Ferraz nada les importa España y la defensa del interés general de los españoles.

Da la impresión que la tarea de los de Rubalcaba no busque otra cosa que intentar el fracaso más estrepitoso del gobierno de Rajoy, a sabiendas que de suceder eso, se impondría la intervención europea y con ella como en Francia o Grecia, la instauración de un gobierno elegido por la UE  y no por las urnas; una situación gravísima pero que al PSOE le parece preferible a que siga gobernando el Partido Popular.

Resulta absolutamente brutal este ejercicio de cainismo que está llevando a cabo la izquierda española capitaneada por el PSOE, a cuyos mandos anda Rubalcaba que está dispuesto a hacer lo que haga falta para intentar que fracasen las políticas de reformas y recortes que viene llevando a cabo el gobierno del PP, a sabiendas que tanto los presentes PGE como lo recortes que se derivan de su aplicación, son exactamente los mismos  que ellos hubieran debido llevar a cabo si estuvieran en el poder.

Nada le va a ser ahorrado a los populares, desde la utilización de Almunia, cuyo papel en Bruselas resulta intolerable, procurando poner palos en las ruedas al gobierno de Rajoy y con él al conjunto de los españoles, pasando por la continuidad en la agitación callejera, recurriendo para ello a la complicidad de unos  sindicatos – UGT y CC.OO – a cada día que pasa más “verticales” que ya anunciaron que seguirán desgastando en la calle la imagen de España en esa lucha por intentar recuperar los privilegios y el poder que les quita la aplicación de la reforma laboral, que lo del empleo es una muletilla que sirve para justificar la actuación mercenaria e innoble de estos sindicalistas, corruptos,  millonarios y aburguesados, que han vivido con el PSOE del derroche del dinero público y que ahora andan negociando con la Administración y las grandes empresas la posibilidad de devolver las horas perdidas en la huelga trabajando por encima de los horarios aprobados o sacrificando un día de las vacaciones de los trabajadores para que los huelguistas no pierdan el salario del 29 M, lo que demuestra que  la huelga general fue un paripé infumable y el paradigma de una huelga política en la que la defensa de los derechos de los asalariados nada importaba.

Están los socialistas plenos de “patriótica” indignación por los que ellos consideran un  injustificado ataque a España por parte de Sarkozy, al que se le ocurrió afirmar que si los franceses votan al candidato socialista en Francia, les va a suceder lo mismo que a los españoles cuando eligieron a Zapatero. Entienden los del PSOE que ese es un ataque a la dignidad de España y sus ciudadanos, cuando en verdad el único ataque ha sido contra la desgraciada manera de gobernar del gobierno socialista y a Rubalcaba, Trinidad Jiménez y al resto de colaboradores de ZP les molesta, pero para su desgracia y la nuestra parece que en Europa tienen las cosas más claras que muchos de nuestros conciudadanos que ciegos a la realidad y sordos ante cualquier argumento, siguen apoyando a los que hasta la presente situación nos han traído.

El PSOE ha decidido atacar cualquier tipo de política que lleve a cabo el gobierno de Rajoy, le consta mejor que a nadie que el actual gobierno no tiene margen de maniobra, son los que mejor conocen como están las cuentas del Reino, son ellos precisamente los responsables de su ruina y del estado de postración de la economía española, pero eso les da exactamente igual.

En la de oposición parlamentaria no van a gastar demasiado tiempo o ingenio, se limitan a votar en contra de todo lo que proponga el PP y en presentar las propuestas que anunciaron iban a llevar a cabo cuando estaban en el poder pero que no se atrevieron a poner en marcha, como el impuesto sobre las grandes fortunas, por ejemplo. Cabría preguntar si tan buenas son porque no las implementaron cuando gobernaban, pero no se puede aplicar la lógica con una gente que ha decidido que hay que borrar de la memoria colectiva de los españoles la actuación de ZP y de Rubalcaba en estos últimos ocho años.

Ahora Trinidad Jiménez anuncia que se van a oponer a las reformas sobre la Sanidad y Educación que anuncia el PP. ¿Qué reformas?, no se sabe, pero ya el PSOE ha anunciado por adelantado que se va a oponer a ellas, no las conocen y este hecho convierte su negativa en un disparate y si pretendieran justificar su postura por aquello de la ideología del PSOE y su pretendido amor por el “estado del bienestar” habrá que recordarles que en los Presupuestos Generales del 2010 ellos precisamente, los del PSOE, recortaron las partidas de Educación, Sanidad y Servicios Sociales por encima del 8%, así que tampoco pueden oponerse a las políticas de racionalización del gasto que pretende el PP apoyándose en su supuesto progresismo, que eso del progresismo es algo que muchos no sabemos muy bien como se come  pero sí sabemos como han actuado los socialistas cuando gobernaban.

Denostan la reforma laboral, pero la van a aprovechar para poner a los trabajadores de Ferraz en la calle, son incapaces de solucionar los problemas económicos del PSOE, como fueron incapaces de aportar soluciones a los problemas de España, pero – impasible al ademán – pretenden dar lecciones de buen gobierno a los populares.

Lo único que cabe esperar es que el PP se decida de una vez por todas a llevar a cabo una política de comunicación digna de tal nombre. Resulta inadmisible que los del PSOE sean capaces de llevar de manera positiva hasta la opinión pública lo que no hacen, no han hecho, ni harán y el PP en cambio sea incapaz de explicar a los ciudadanos de manera clara el porqué de la aplicación de estas políticas y la necesidad de las reformas, que por muy duras y desagradables que sean hay que poner en marcha sí o sí.

La izquierda española no es de este mundo, eso es muy cierto. Pero habrá que explicarlo.