La difícil sucesión de Rubalcaba
Eran otros tiempos "No están estos tiempos, amigo Sancho, para pesimistas y añorantes, así que mira al frente, espolea y cabalga..." Decía hace bien pocos días que había sido El País el que había publicado los resultados de una encuesta que suponía el certificado de defunción política de Rubalcaba. Se ofrecía a la opinión pública la opinión de los ciudadanos sobre la valía de una serie de líderes, present e s, pasados y futuros y el resultado obtenido por el Secretario General del PSOE demostraba bien a las claras que nadie lo quiere, ni siquiera los votantes socialistas. Tiene que ser muy duro de aceptar que, con la que está cayendo, Rajoy saque mejores resultados que Rubalcaba. Él sabe que no tiene futuro, o quizás sí, que diría otro, porque a pesar de conocer con precisión meridiana su actitud se empecina en seguir aferrado al poder y alarga los tiempos para la sucesión, por ver si surge el milagro que lo mantenga en la Secretaría General. E