Rubalcaba cambia de marca
Acabo de tener una idea maravillosa... |
El pasado sábado el PSOE montaba una conferencia política
internacional entre supuestos correligionarios, en la que se debatiría el documento programático “Hacia
una Europa Federal”. Lo de “Ganarse Europa”, que así bautizaron desde Ferraz al
debate, parecía ya antes de comenzarlo un objetivo demasiado ambicioso para las
posibilidades reales del PSOE.
La representación de la socialdemocracia europea, no
respondió a las expectativas de los de Rubalcaba. La representación británica y
alemana fue de un nivel estudiadamente bajo y en general la invitación del PSOE
no fue demasiado bien recibida entre la socialdemocracia europea. Simplemente contaron
con el apoyo portugués que tampoco es que sea una gran cosa y una actuación
aseadita de los socialistas franceses.
Los de Ferraz están pasando por uno de sus peores momentos,
supongo que de inmediato alguno pensará que no están mejor los del PP, lo que muy
probablemente sea cierto. Aunque lo de los populares resulta hasta lógico, se
han visto obligados a tomar una multitud de medidas durísimas y por lo tanto
impopulares, mientras que el PSOE se ha limitado a criticar todas y cada una de
esas medidas sin aportar ni una sola idea al debate. Estar en la oposición en estos
momentos, con la que está cayendo, me
parece cómodo y hasta deseable.
Sin embargo lo cierto es que, si los populares están mal, los
del PSOE están bastante peor: tenían ante sí cuatro años para llevar a cabo el
trabajo de reconstrucción de su organización política y sin embargo, y en eso
no creo que haya la menor duda, los dirigentes socialistas están empeñados en la
incomprensible tarea de demoler con entusiasmo lo poco que queda en pie de su
partido.
La existencia de una serie de datos económicos que parece
anuncian que nuestra economía va en la buena dirección y la repercusión de esas cifras en la percepción
ciudadana, acabaron con la poca calma que pudiera quedar en Ferraz. Estos datos
iban a tener un papel principal en el inminente Debate del estado de la Nación.
Esa realidad y el apoyo explícito por parte de la UE y el BCE a las políticas
de Rajoy, aconsejaron a los de Ferraz a jugar una serie de cartas equivocadas.
Las críticas a la UE por parte de Rubalcaba no han sido nada
bien recibidas en Bruselas, donde la poca confianza que pudieran tener depositada
en del PSOE, está desapareciendo a marchas forzadas. En el terreno de lo
doméstico el “váyase” lanzado por Rubalcaba a Rajoy, pasó sin pena ni gloria en
la sesión del Congreso y la reacción de la opinión pública no fue la que
esperaban Rubalcaba y su grupito de fieles.
Para una vez que Rubalcaba abandona esa postura cobardona
que ha presidido su actuación como jefe de la oposición, dejando que la
pobrecita Soraya-PSOE se llevara lo suyo, lo de una prima que tiene en Teruel y
lo que le correspondía al propio “Freddy”, por una vez digo que se decide a dar
la cara, se lía a pedir la dimisión de Rajoy y de inmediato sale a los medios
el gran gurú del socialismo patrio, Felipe González, para darle un buen tirón
de orejas.
En Turín, Rubalcaba se intentó lucir atacando a la UE, eso
molestó profundamente en Bruselas, pero ha sido en esta reunión entre socialistas europeos donde se ha visto hasta
donde llega el enfado. A falta de invitados de relumbrón se intentó que ese
hueco fuera cubierto por Javier Solana y Almunia, dos hombres de la UE pero del
PSOE de toda la vida, pues fue peor el remedio que la enfermedad.
Ambos le dieron un revolcón de alivio a Rubalcaba y su
política de oposición, con una dureza sorprendente
Solana les dijo a los de Rubalcaba: “Dejad
de hablar de si Europa nos quiere o no nos quiere, de si nos dicta o no nos
dicta las decisiones” y para que no cupiera la menor duda que la cosa
pintaba mal y que la intención era abroncar al PSOE en la persona de Rubalcaba,
Almunia se unió a la fiesta y advirtió: “Decir
cosas como que Europa ‘sólo nos riñe’ es el semillero más perverso del
populismo, que es el mayor enemigo de la democracia”. Ni Rajoy, Cospedal o
Soraya-PP han estado tan duros y contundentes.
Así que tenemos un partido, el PSOE, con su Secretario General
contestado en el seno de su organización, el órdago a Rajoy se lleva a cabo en
el momento equivocado y con él se quema un cartucho muy importante, las bajas
de militantes alcanzan un nivel preocupante, en Ferraz no hay un duro, las
encuestas los crucifican, ciertamente en compañía del PP, pero los crucifican,
no son capaces de ofrecer ideas ni de organizar una oposición que no se base en
la demagogia – Almunia dixit – o en la algarada callejera y ante ese cúmulo de
problemas le llega a Alfredito la feliz idea que va a solucionar todos sus
problemas. Hay que cambiar el nombre al PSOE y asunto solucionado por la maravillosa
alquimia rubalcabiana.
Están tan acostumbrados a manipular la semántica, a utilizar
torticeramente el lenguaje, que por lo visto han llegado a creer que la semántica
soluciona problemas, han llevado a tantos al engaño con su ingenio en la
utilización del lenguaje, que ahora resulta que creen en el poder taumatúrgico de
la palabra.
Si todo lo que se le ocurre a Freddy para solucionar los
problemas de su partido es lo de cambiarle el nombre al PSOE, es que en primer
lugar no se ha enterado de lo que aquí recordábamos el otro día: “En tiempo de
tribulación, no hacer mudanza”, y sobre todo deja claro que las cosas le van
mal, tirando a peor.
Hay que hacerlo todo muy mal para llegar a esta situación, si
este es el líder que se postula para solucionar nuestros problemas, cuando lo
que perciben los ciudadanos es que no es capaz de solucionar los que él tiene y
lo que es más grave, que crea conflictos allá donde no los hay, muy mal lo
lleva el socialismo español.
Creí que no lo diría nunca: ¡Pobre PSOE! o comoquiera que se
llame en estos momentos.
Las nuevas siglas de "ese" lavado de cara (pero no de personas, que es lo que hace realmente falta), llevarían las mismas que hasta ahora: PSOE, pero cambiando la E de España por la E de Europa...Un partido que sólo piensa en sí mismo, con la que está cayendo, no nos interesa a los españoles. La oposición debe centrarse en los españoles, no en la supervivencia de "SU" partido...
ResponderEliminarTienes razón, pero independientemente de cuál sería el cambio de siglas o el oportunismo de cambiar el significado de las mismas, lo que resulta grave es que en un debate que se autotitula "Ganarse Europa" los que la representan y que son, para más INRI, de la "casa", le meten un viaje de no te menees y lo único que se le ocurre para solucionar el problema es mover la colita y propone un cambio de nombre, como si eso significara algo. Un saludo y muchas gracias por tus comentarios y la atención.
ResponderEliminarEl cambio de siglas no soluciona el problema, el problema es
ResponderEliminarRubalcaba y Cia. y un cambio rotundo de la politica a seguir.
Todo son vueltas para no soltar el sillón y el mando de
secretario del partido, de jefe de la oposición poco tiene,
solo se opone a todo y eso no es la labor de un jefe de la
oposición, que no es otra que hacer una politica
constructiva,pero Alfredo no vale para este puesto, es un
marrullero, un liante, siempre esta metido en todos los
conflitos turbios, un jefe de la oposicón tiene que ser una
persona seria que sabe estar en su sitio en los momentos
adecuados, y no estar siempre al frente de los conflitos
callejeros, como no se marche EL , IU. se comera los votantes
PSE. Jose Luis Diez.
Totalmente de acuerdo José Luis, Rubalcaba no forma parte de la solución para el PSOE, por el contrario es parte substancial del problema. El PSOE necesita una refundación urgentemente.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. Un abrazo.