Buenas noticias, para disgusto de algunos
Luis de Guindos, ministro de Economía |
Vivimos una situación muy grave, pero a la gravedad intrínseca
de la situación hay que añadirle su especial dificultad. Los españoles sufrimos
hoy, las consecuencias de una serie de disparates que nos colocaron de manera
irremisible, atados de pies y manos, inermes, ante la UE. Hay gente
que quiere ignorar y otros que realmente no se han enterado todavía que la economía española entró en quiebra tiempo ha.
En el mes de mayo del 2010 “los mercados” cerraron el grifo
a la deuda pública y privada de España. Concretamente en los días entre el 3 y
7 de ese mes los inversores llegaron a rechazar tipos de interés de hasta el
18%, la Bolsa perdió 14 puntos, presionada por los malos resultados obtenidos
por la banca española y la prima de riesgo se disparó a límites hasta entonces
desconocidos. La situación era tan grave que sólo la intervención de la UE y el
FMI nos salvó de una situación de consecuencias incalculables.
Quede claro pues, quebramos como nación y el gobierno de
España en manos socialistas, tuvo que aceptar las condiciones draconianas que la UE le
impuso para poder salir del atolladero. De aquella situación y de los acuerdos
que entonces se aceptaron, viene nuestra dependencia y la consiguiente aceptación
de las condiciones que nos impone Bruselas, que nos han exigido los brutales
recortes de gasto que todos en mayor o menor medida sufrimos.
Este gobierno tiene muy poco margen para decidir, esto que
he descrito nos coloca en una situación cuya gravedad todos conocemos y a la
que debemos hacer frente, lo que resulta muy complicado. Pero como vivimos en
un mundo interrelacionado y hemos creado y disfrutado mientras duró, de una
economía globalizada, habrá que convenir que la dificultad de la situación que
nos es propia se agrava con las consecuencias que se derivan de las vicisitudes
que sufren las economías de otros países de nuestro entorno.
A pesar de todos los pesares, hemos superado con buena nota
las consecuencias de la situación en Italia y ahora parece que lo del “corralito”
chipriota no nos va a afectar con la dureza que se advertía. De hecho ayer el
Tesoro logró colocar 4.512 millones de euros en bonos con vencimientos en 2015,
2018 y 2023 con una rentabilidad menor que la que se concedió en la subasta de
hace dos semanas.
Es una buena noticia, acompañada de otra también favorable,
la puñetera prima de riesgo alcanzó los 350 puntos tras la subasta. No es que
estas noticias sean determinantes, hay quien sigue esperando una especie de
milagro que nos saque de esta situación en un pis pás y que lo haga además de
manera indolora. Como decía el bueno de Rafael el Gallo “Lo que no puede ser,
no puede ser y además es imposible”, así que por ahí no hay esperanza, por eso
españoles de buena fe reciben mal este tipo de sucesos; nada les sirve salvo el
milagro y ese no va a venir.
Puedo entender ese fenómeno, lo que no puedo aceptar es el
papel de aquellos que prefieren que las buenas noticias no permeen en el ánimo
de los españoles. Unos porque políticamente les va muy bien este clima
derrotista y de crispación, me refiero concretamente al papelón que está
protagonizando IU. Para Cayo Lara y su cohorte de comunistas revenidos, nada
está bien y además se permiten dar lecciones de honestidad a todo el mundo, mientras
gobiernan mano a mano con los autores del robo más grave y miserable que se ha vivido
en estas tierras y eso que aquí en lo que hace referencia a latrocinios tenemos
un máster.
Cómo puede Cayo Lara predicar lo que predica, mientras su
organización no paga a Hacienda el dinero que dedujo de las nóminas de sus
trabajadores, gobierna con una punta de corruptos y aparecen sus cargos
pringados hasta las cejas en la corrupción, es un misterio. Pero a esa falta de
sentido de la responsabilidad y coherencia hay que sumar la torcida
interpretación que hacen de nuestra situación, por aquello del interés
partidista.
Si hablamos del PSOE, más de lo mismo. A los socialistas el
liderazgo de Rubalcaba los lleva al desastre, las tensiones internas están
llegando a un nivel muy peligroso y
consecuentemente el toro socialista derrota por el pitón de la demagogia de
manera clarísima y peligrosa. Ahora ha decidido defenderse en tablas y allí se
ha aculado por ahora, esperando tiempos mejores.
Llevan desde las elecciones intentando ganar
el terreno que perdieron en las urnas con unas políticas deleznables. Ahí está
Almunia, el paradigma de lo que explico, que desde Bruselas ha hecho todo el
daño que ha podido a los españoles, con sus filtraciones interesadas, salidas
de pie de banco, etc. Es tan público y notorio que la propia UE le ha dado el
toque y el reproche ha sido convenientemente filtrado a la prensa internacional.
Seguro que ustedes habrán podido leer unas cuantas noticias
y declaraciones de gentes anunciando que lo de Chipre nos llevaba irremisiblemente
a la ruina o que el “corralito” español estaba ya preparado. Es una mala
reacción, este país necesita del esfuerzo de todos, la izquierda sabe mejor que
nadie, se ha pasado toda la vida predicándolo – que no se puede hacer una
tortilla sin romper huevos, nadie está en poder de la varita mágica que nos transporte a un mundo mejor y cuando digo
nadie, digo nadie.
La subasta del Tesoro obtuvo un buen resultado a pesar de
Chipre y de las advertencias de ruina española de los agoreros. Prueba que “los
mercados” confían en España y su gobierno más que la zurda nacional, los catastrofistas,
los profetas de la conspiración y muchos españoles de buena fe; eso habrá que
corregirlo.
Como les decía, una buena noticia aunque parece disguste a
algunos.
Muy bueno Miguel
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra saber que te gusta. Un saludo.
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