Podemos y sus circunstancias
Iglesias y Monedero cuando se sentían orgullosos de ser chavistas |
Desde el inesperado éxito electoral de Podemos, conviene
recalcar lo de éxito y no triunfo tal y como se está vendiendo por ahí, porque es cierto que Iglesias y Cía. consiguieron un éxito sorprendente, pero no ganaron las
elecciones europeas en España, aunque hay que reconocer que le han sabido sacar
provecho al resultado obtenido porque desde el día del éxtasis europeo, los “circulares”
están en el candelero todo el santo día.
Pero si analizamos qué es lo que ha dado de sí esa
organización política después de su éxito europeo, habrá que convenir que aquellos
estajanovistas de las tertulias y las declaraciones, si no han desaparecido del
mapa totalmente, sí han moderado su actividad de manera sorprendente. Parece
que tanto Iglesias como Monedero han decidido guardar un prudente silencio, al
menos en España, porque Monedero se quitó el mono en Argentina, de tal manera
que propios y extraños, comienzan a echarlos en falta, ni que decir tiene que
los propios, mucho más que los extraños.
Me parece bien que si nada tienen que decir, guarden
silencio, pero la dinámica es lo que tiene, no pueden permanecer durante mucho
tiempo más callados, porque aunque su parroquia más fiel reciba su dosis de
izquierdismo populista a través de sus particulares programas de radio y
televisión y en las redes sociales, el resto de sus votantes, los recién
llegados, están sufriendo una especie de depresión post coito, tras bajarse de
la nubes a las que los subieron los cinco escaños europeos y ahora esperan no
saben bien qué, pero necesitan que los animen y apacienten con cariño.
Ya advertí y los lectores más fieles no me dejarán mentir,
que lo de presentarse a unas elecciones municipales ofrece más problemas de lo
que pueda parecer a primera vista. Si hablamos de Podemos que son un caso especial, esos problemas se agravan por la propia
naturaleza de la organización política, su irregular implantación territorial, la falta de
estructura necesaria para hacer frente a unos comicios a nivel nacional, a la
que hay que unir la falta de líderes con los que afrontar la aventura municipal
y un largo etcétera de problemas que ya comenté en este mismo blog.
Por eso creo que Podemos está pensando qué es lo que va a
hacer, tiene hasta otoño para decidirlo, entonces van a celebrar la Asamblea
Ciudadana y allí habrá que explicar cuál va a ser la decisión tomada en petit
comité y que legitimará la asamblea. Puedo entender que los resultados de las encuestas sobre
intención de voto, animen a muchos de los militantes y dirigentes de Podemos a querer presentarse a las municipales; estoy convencido que lo de presentarse en Madrid
contra Ana Botella es algo que les tiene que “poner” muchísimo, pero su cúpula sabe
perfectamente, que el conseguir éxitos en las elecciones no es el
camino que les va a llevar a conseguir el cambio de régimen que postulan.
Por otra parte el riesgo de convertirse en “casta”, con sus
concejales, pactos, alcaldes, subvenciones, sueldos, mociones, licencias,
tasas, etc., etc., les iba a sustraer uno de sus principales argumentos. Si
hacen lo mismo que los demás políticos al uso, son tan “casta” como ellos y
como ya he dicho un montón de veces Podemos vive de su imagen, sobre todo
porque hablar es gratis, el papel lo aguanta todo y ya no digo una pantalla de
televisión, pero si son inteligentes, que lo son, saben que con los equipos que
pudieran conformar para presentarse en las alcaldías más importantes del país, iban a
ser incapaces de cumplir lo que sea que prometan en su programa electoral y al
final se verían envueltos en algún problema de corrupción, transfuguismo,
cohecho o prevaricación, esas cosas que según ellos hace sólo la casta y que no
pueden permitir les suceda a los concejales de Podemos.
No sé qué harán,
supongo – es lo que yo haría – se presentaran con otras marcas electorales coaligados
con los grupos radicales que encuentren en cada zona y si la cosa va bien, el
éxito será para Podemos y si sale mal, cargarán con la crítica y las
acusaciones las marcas electorales correspondientes.
De todas maneras y hablando de elecciones, me parece que en
Podemos, al menos en lo más selecto de su cúpula saben perfectamente que no será a través
de los triunfos electorales como van a conseguir
expulsar a la “casta” de la política española y cambiar el presente régimen de
democracia parlamentaria que no quieren, tal y como nos han explicado en
repetidas ocasiones. Saben perfectamente
que serán incapaces de obtener o al menos controlar la mayoría parlamentaria
reforzada que exige la modificación de la Constitución y para Podemos los
cambios en el modelo constitucional son esenciales.
Así que en la generales se presentarán para estar en el ajo,
pero su pelea real va a estar en la pelear por conseguir que la izquierda de este país, que no son más
tontos porque no entrenan y están locos por hacerle ojitos a Pablo Iglesias,
digo que la zurda les permita atajar y de la misma manera que en 1999 el comandante Chávez,
tan próximo a ellos, aunque lo han negado tropecientas veces y lo que te
rondaré morena porque aún no ha cantado el gallo, van a intentar crear la Asamblea Constituyente, para así
poder pasarse por el mismísimo arco del triunfo la constitución, mediante la
creación de un órgano, que a imagen y semejanza de la Venezuela chavista, asuma
el poder supremo de la nación por encima de cualquiera de los poderes
existentes.
¿Y cómo se come eso? pues muy sencillo. No les va a costar mucho argumentar la necesidad de aplicar esa
medida excepcional, les bastará vender la imposibilidad de que un régimen corrupto sea capaz de
regenerarse a sí mismo y subrayar que el régimen nació de la coyunda franquista
con la banca, bendecida por la Iglesia, al igual que la monarquía y que por
tanto para tener un régimen democrático
de verdad, habrá que partir de cero y para ello será imprescindible que los
dirigentes del país no hayan tenido jamás el menor contacto con las casta
putrefacta.
Cómo en este país no nos cabe ni un tonto más, la izquierda
aplaudirá enfervorizada y la ciudadanía hará lo que mejor le parezca, que no
significa que sea lo más acertado. Y los de Podemos y sus coaligados, como en Venezuela se acogerán al rollito
de la soberanía popular y exigirán que
sea ésta la que decida. Después bastará montar un referéndum que legitime la
creación de la Constituyente y tras el trámite, unas votaciones convocadas a toda prisa elegirán a los delegados que
conformarán el cuerpo legislativo ad hoc y ya está. Así de fácil y así de
sencillo.
¿Qué eso es imposible? Pues miren ustedes hacia el oeste y
fíjense lo que sucedió en Venezuela, allí hubo mucha gente convencida de que
aquellos desharrapados no ganarían jamás y lo hicieron, por la gatera, pero lo
hicieron. Andan con la cartilla de racionamiento, se han transformado en el
país más violento del mundo, pero por lo visto, bueno por lo visto no, pero si
hacemos caso a lo que cuentan Monedero y Errejón, están encantados de la vida.
¿Qué lo pongo muy fácil?, realmente no es así, si repasan lo que he
escrito se darán cuenta que Podemos lo tiene complicado. En España somos
bastante toletes – sálvese el que pueda - pero con todo el respeto, no somos Bolivia,
ni Ecuador o Venezuela, por eso creo que lo van a tener muy difícil, aunque si
hay gente que sigue empeñada en facilitarles la labor y nadie les hace frente, ya no sabría qué decir.
Pero desde luego, conste que las circunstancias no
les acompañan.
Sigue la ruleta rusa.........
ResponderEliminar