Pablo Iglesias amenaza a sus militantes con retirarse
Pablo Iglesias de Podemos y Alexis Tsipras de Syriza |
Hace algún tiempo comentaba que, aunque la militancia no se
estaba enterando de la misa la media, Pablo Iglesias había comenzado una
retirada de carácter táctico cuando anunció la no participación de Podemos en
las municipales. Los podemistas y circulares que me hacen el honor de su
lectura, me pusieron cual chupa de dómine, pero no se lo tengo en cuenta,
porque a los pobres les sucede lo mismo que a los cornudos, que como todo el
mundo sabe, son los últimos en enterarse de las “alegrías” extramatrimoniales
de su cónyuge.
Aunque estos caballeros deberían darse cuenta, que en tiempos de crisis, una
crisis como la que estamos sufriendo, siempre asoma un mesías que tiene solución a todos los problemas y que para ello sólo necesita de la fe de quien
le escucha y desde luego su voto.
Me sorprende la capacidad de autoengaño de esa parte de la sociedad, que manifiesta una y otra vez que no soporta que le
engañen más y sin embargo, para acabar con los mentirosos, deciden afiliarse al
sindicato de los cuentos de hadas que es Podemos. Por eso temo la
airada reacción que se va a producir cuando descubran que, los populistas de
Podemos, son como los otros, cuestión que si aplicaran la misma capacidad de
análisis crítico, que aplican al resto de los políticos, habrían descubierto ya
hace unos meses.
Pablo Iglesias siempre me ha recordado a un personaje que en
mis tiempos se conocía como el repelente niño Vicente y por muy circular que
usted sea, no me va a negar que aunque se vista de mercadillo, Iglesias
suelta un tufo a niño bien que tira para atrás. Muy listo,
si no se le analiza bien, parece que siempre tenga la respuesta oportuna y sin
embargo normalmente no responde nunca a lo que se le pregunta si eso lo
incomoda. Vamos el típico listillo de la clase, que siempre sabía más que
nadie; estoy convencido que más del 80% de la militancia de Podemos de haber
coincidido con él en el colegio, le hubiera sobado el morro en el recreo.
Se fue a Grecia y en un mitin de Syriza soltó por la boca lo
que le pareció y entre otras cuestiones amenazó a sus bases con irse a casa. Lo
he dicho más de veinte veces, estos de la cúpula de Podemos van de sobrados y
como son profesores universitarios, de segunda o tercera fila no vayan a
ustedes a pensar otra cosa, pero profesores universitarios, pecan de clasistas
y de prepotentes y en cuanto tienen público se les calienta el pico, se vienen
arriba y, por la boca muere el pez, se van de la mojarra.
Dice el líder populista, que si las bases de su partido no
tragan con lo que él propone y le votan en contra las propuestas que ha
presentado a esa asamblea constituyente que están celebrando, se lleva la pelota que es suya y se acaba el
partido. Lo habrá dicho más finamente, pero lo que dijo es eso, o Podemos – la
militancia – acepta sus propuestas y él se queda de mandamás podemista o coge
la puerta y ahí se quedan con las
votaciones asamblearias, que fue bonito mientras duró, pero no ha nacido
tío que le eche una votación para atrás y no va a soportar semejante
humillación, que todo tiene un límite y que ya les vale a los Izquierda Anticapitalista.
Personalmente me parece una amenaza en toda regla, pero
desde su entorno se han apresurado a
explicar que de eso nada, que simplemente es una demostración de coherencia
política. Que no digo yo que no fuera así, si lo que dijo en Grecia, lo hubiera
dicho después de que la Asamblea hubiera votado y enfrentándose al fracaso de
sus propuestas, afirmara entonces y no ahora, eso de que “Aquel que pierde una propuesta no puede gestionar una idea que no
comparte”. Eso me parecería a mí y a cualquier hijo de vecino una muestra
de coherencia, pero cuando lo dice antes, por muy listo y profesor
universitario que sea, se le ve el plumero de lejos y la intención de mucho más lejos.
Lo que hace es amenazar, o tragan con lo que él propone o se va con la música
populista y bolivariana a otra parte.
Con esa actitud plantea un problema difícil a muchos de los
militantes que van a votar en la mencionada Asamblea, que saben que Podemos sin Iglesias, no es nada y
ahí aciertan, porque aunque ellos no lo reconocerían ni bajo amenaza de
tortura, al ser Podemos un producto de marketing, que vive de la imagen y de las
políticas de comunicación en los medios y las redes sociales, sin su principal
valor electoral iban a perder muchísimo.
Por si fuera poco, es que Pablo Iglesias con su actitud de
repelente niño Vicente, se carga a golpe de “coherencia política”, el principio
de horizontalidad, la democracia directa y el empoderamiento popular que son
las bases sobre las que teóricamente se sustenta el tinglado podemista. Si el
líder carismático de figura inmarcesible, si el niño Iglesias, si Pablito, no
acepta la decisión de la mayoría, será porque se pasa la democracia directa, la
indirecta, la circunstancial, la parlamentaria, la orgánica y la que le echen,
por el mismísimo arco del triunfo y ya puede vestirlo como quiera, pero el
asunto está planteado tan claramente, que nadie podrá negarlo, salvo los que practican
esa agobiante latría para con Podemos y sus líderes.
Lo ha dejado más que claro, cristalino. O se acepta lo que
proponen Pablo Iglesias y con él Íñigo
Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre, que son la
gente guay y que sabe lo que le conviene al pueblo (podía decir populacho o lumpen
de clase baja, que es lo que piensa realmente el burgués Iglesias) o cogen la puerta y ahí se queda la militancia, a ver como se apañan, con los
berzas de Izquierda Anticapitalista (Los eurodiputados Pablo Echenique y Teresa
Rodríguez).
Si viviéramos en un país normal, asistiríamos en breve a la
caída y expulsión de Pablo Iglesias de la religión circular, por apóstata y
hereje, pero ya pueden estar tranquilos, su gente seguirá encantada de la vida,
que lo de formar parte de una manada, aunque sea ideológica, es muy cómodo y
los que hayamos hecho una reflexión sobre este asunto, como es mi caso, será
que estamos enfermos de odio hacia Podemos y sus líderes.
Peor para ellos, ya se pueden ir preparando, cuanta más fe
le vayan echando, más dura será la caída. Mientras tanto y para que se vayan
preparando, ya saben que, o tragan con lo que diga Pablo Iglesias o el líder se
lleva el balón y en Podemos no juega ni Dios.
Coda: Y para mañana, lo de la Renta Básica Universal, que
esa sí que es para nota alta
¿por qué esta entrada está etiquetada como "amenaza" (entre otras)? (y otra pregunta de índole técnica... ¿Por qué configuró 3 posibles "Reacciones" de idéntica categoría positiva?... ponga una que diga "no me gusta" al menos, ¿o no le gustan las críticas?). Nada más, gracias.
ResponderEliminarPorque estamos bajo la amenaza de una infección. Yo no he configurado las reacciones y son cuatro, quizás sean las que vienen de origen. No sé, pero al que no le gusta con ponerlo... Saludos.
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