Amores reñidos, amores queridos
Continuamos en la octava de San Valentín y están los de
Podemos y el PSOE dispuestos a hacer buenos unos cuantos refranes de los que versan sobre el amor y el del
título creo que les va que ni pintado.
Decía ayer, que Pablo Iglesias sabe que
a Pedro Sánchez le “va la marcha” y se dedica a satisfacer esa curiosa afición
del socialista con una dedicación digna de mejor causa. Basta que los
socialistas lancen un patético mensaje a los podemitas, para que éstos les den
en el cielo de la boca con una salida de pie de banco que debe tener a los
responsables socialistas - ustedes sabrán perdonar, es una manera de hablar - al borde del colapso nervioso.
De hecho parece que Pedro Sánchez ha ordenado contratar a un
par de expertos en Etología, ya saben, la ciencia que estudia la conducta de
los animales en libertad, con la finalidad que los distintos portavoces del
PSOE, conozcan perfectamente cómo se adopta la postura del mandril sumiso, para que, cuando hagan
alguna declaración, nada ni nadie pueda molestar a la fina sensibilidad de los bolivarianos,
que se lo están pasando de miedo mientras exploran hasta donde llega la
debilidad del candidato de Ferraz y su proyecto.
Vergüenza ajena da Antonio Hernando, el portavoz del grupo
parlamentario socialista, pidiendo respeto para su jefe de filas y teniendo que
explicar que es Pedro Sánchez el candidato a la investidura y no Pablo Iglesias. Que está bien que lo
aclare porque si alguien que no conociera cuál fue el encargo de SM y observara
la conducta de los dos capos de la izquierda de progreso esa que se han
inventado, estoy seguro que pensaría que el elegido para formar gobierno era Pablo Iglesias. Por muy socialista que uno sea habrá de reconocer que el líder,
el que hace propuestas, el que se mueve, el que lleva la iniciativa, el que afecta seguridad y concreta lo
que quiere, es Pablo y no Pedro y así lo tiene fatal para explicarse el
pobrecito Hernando, que tampoco es que sea Cicerón, ni siquiera en sus mejores
momentos.
Los de Sánchez se bajan de la burra y filtran que están
dispuestos a formar un gobierno que no sea exclusivamente socialista, pero con
ministros “independientes” y automáticamente los podemitas les dan en el morro con un documento en el que
les detallan los quince ministerios que debe tener el gobierno y las treinta secretarías de Estado ad hoc y
para que no que les quede el menor resquicio por donde escapar y defender lo
poco que pueda quedar de la honrilla socialista, de propina crean un Ministerio
de la Plurinacionalidad, Administraciones
Públicas y Municipalismo, se lo otorgan a Xavier Domenech y exigen la
celebración del referéndum en Cataluña.
Y Hernando contará lo que le toque balbucear, pero Pablo
Iglesias ha tomado de tal manera la iniciativa que se ha permitido el lujo de
declarar que quiere "recibir"
a las fuerzas con quienes formaría gobierno, es decir Pedro Sánchez, los de
Compromís e IU, para después solicitar el apoyo activo o a través de la
abstención de ERC, DiL, Ciudadanos y PNV. Así que ahora mismo el que llama a
consulta a los grupos políticos es Iglesias, por mucho que les duela a los bobos
del equipo del candidato socialista.
Pedro Sánchez se lo ha puesto a Pablo Iglesias mejor que a Fernando VII le ponían las bolas de billar.
Si el PSOE no acepta todos y cada uno de sus “trágalas”, se retira a sus
cuarteles de invierno a esperar las próximas elecciones del mes de junio, en las que va darle
una pasada al PSOE, por la zurda naturalmente, que le va a quitar hasta los
empastes a Sánchez. Y si al final los de Ferraz se colocan colectiva y
públicamente en la postura del mandril sumiso, entonces y sólo entonces, gobernará
con los socialistas. Eso sí, con un presidente, torpe, falto de reflejos y de
cintura política y se lo comerá por los pies, sin que Ferraz pueda hacer nada
para evitarlo.
Y en eso pone su fe Pedro Sánchez, que está dispuesto a lo
que haga falta incluido hacer el ridículo, pecado imperdonable en política, con
tal de poder llevar un pacto al Comité Federal y explicarles a los barones lo
de que “esto son lentejas” o tragamos con lo que nos exigen los de Podemos,
formamos gobierno y ganamos tiempo o
vamos a nuevas elecciones con las consecuencias para el PSOE y para él que todos
conocen.
Porque para gobernar con Ciudadanos, necesita la abstención
del PP y creo que Mariano dejó meridianamente claro cuando “no vio” la mano de
Sánchez, que el gallego está más por la labor de al enemigo ni agua, que por la
de abstenerse. Mariano se quedará tuerto y satisfecho mientras vea a Sánchez
ciego, me temo que esa es una decisión inamovible.
Claro que si el Comité Federal quiere ganar tiempo y no dar
de comer a su enemigo, que es Podemos y no el PP, pudiera presionar a muerte
para que Mariano Rajoy se presentara a la investidura apoyado por Ciudadanos, contando con la abstención del PSOE y una convocatoria electoral pactada para el año que viene.
¿Imposible? No, imposible no, simplemente
improbable, que no es lo mismo, ni de lejos.
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Es alucinante que lleve la voz cantante Iglesias, parece que es el líder. Pedro Sánchez se muere de ganas de ir a la Moncloa, y me parece que va a pasar por todo con tal de conseguirlo.
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