Se esperaba mucho del desarrollo del Comité Federal del
partido socialista, hace ya unos días decía que el PSOE es mucho PSOE y por ello temía los resultados. Pero como de costumbre los socialistas se han superado a
sí mismos y tras un vergonzoso pasteleo, nos han dejado peor de lo que
estábamos y cuando digo “nos” me refiero a todos aquellos que sin votar socialista, sin comerlo ni beberlo,
vamos a pagar las consecuencias que se deriven de lo "acordado" en ese comité.
El PSOE electoralmente está muy débil y si
fiamos de las encuestas, con tendencia a empeorar, la estructura del partido se encuentra en precario y esa es una
situación a la que hay que temer. En cuanto saltó la noticia de que el congreso
se convocaría para finales de mayo, no en abril como querían los más
influyentes barones socialistas, ni en junio como pretendía el secretario
general, quedó claro que la presunta solución únicamente buscaba poder decir lo que tanto les gusta a los políticos y que es más falso que un billete de
tres euros marroquí, aquello de “no ha habido ni vencedores ni vencidos”; cuando lo
cierto y verdad es que resultaron vencidas las dos partes, ya que ninguna
consiguió imponer su criterio, que en cuestiones tan importantes, el empate
supone una derrota.
Ni Pedro Sánchez se atrevió a mantener su propuesta por no arriesgarse a mostrar cómo estaban repartidas las fuerzas en el Comité, ni se atrevieron a
hacerlo los de Susana Díaz, que dejaron claro que tampoco les llegaba la camisa
al cuerpo. Y en lugar de debatir los motivos que aconsejaban a las partes mantener la propuesta del mes de abril
como la fecha de celebración del congreso o posponerla hasta el mes de junio y
votar una resolución ad hoc, lo dejaron
correr y el problema y sus raíces han quedado
sin resolver a gusto de nadie.
A partir de ahí estaba claro que nadie se consideraba con el
suficiente poder en el Comité como para imponer sus propuestas y la maniobra de
Pedro Sánchez de trasladar a los militantes la competencia para ratificar los pactos que le puedan llevar al gobierno, cogió a los “susanistas”
con el pie cambiado, pero nadie se atrevió al menos en público, siquiera a
suspirar, porque en el PSOE lo de la militancia es asunto delicadísimo, sagrado, diría yo si no fuera por lo del laicismo de Ferraz.
Como digo, nadie se atrevió a defender la estructura del
partido, ni sus estatutos ante la maniobra del secretario general, que sin contar con nadie, niega
la competencia al Comité Federal para que dé el nihil obstat a un asunto de
tanta envergadura, lo deja muy tocado y la traslada, por encima
de lo que disponen sus estatutos, a un
sistema asambleario. Todos prefirieron salvar los muebles, antes que
evitar un pacto que puede ser peligroso para el interés general de la
nación.
Ya sabemos cómo va a acabar esto, los de Pedro Sánchez redactaran una pregunta
que les asegure una libertad de acción absoluta, por lo que lamentablemente me
parece que vamos de cabeza a un gobierno entre PSOE-Podemos-IU y los de
Ciudadanos repartiendo tabaco, para entendernos, absteniéndose.
Nunca he confiado en el PSOE, no me gustan sus modos ni
maneras, ni su más que dudoso progresismo, pero ahora temo lo peor. Van a tener que maniobrar, apoyados en una decisión
nacida de su debilidad estructural y con muy pocos diputados con el que sostener un gobierno viable; los de Pablo
Iglesias tienen que estar encantados, van a tener la oportunidad de fagocitar
cómodamente al partido que mal que bien, todavía es el más votado por la
izquierda española, mientras nosotros asistiremos a la desaparición progresiva del PSOE y a la
marcha de España hacia lo bolivariano, con el agravante de que nosotros seremos los
paganos de la juerga social-populista al que acompañarán sin duda los de IU.
Los independentistas catalanes están de
celebración, estarán encantados con un presidente como Pedro Sánchez, un hombre
de la escuela de ZP, aquel que dijo lo de “aceptaré todo lo que salga del
parlamento catalán” y nos metió en este lío espantoso. Dicen los de ERC que
no tienen prisa, lo de la independencia en todo caso para dentro de dieciocho
meses, mientras tanto aprovecharán el que Sánchez es partidario del diálogo,
para exprimirnos a todos en beneficio de los enemigos de España y de paso mejorar su situación económica
Que nadie se llame a engaño, los socialistas han llegado a
un acuerdo difuso, sobre una consulta más difusa todavía, en la que se
planteará una cuestión que no conocemos, traduzcan eso al lenguaje de los de
Ferraz y échense a llorar.
Lo siento pero irremediablemente, las mujeres y los niños primero…
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