El todavía secretario general del PSOE, sorprendió a propios
y extraños sobre todo a los propios, cuando empecinado en pactar con quien hiciera haga falta con tal de llegar a la presidencia del gobierno, decidió que sería
la militancia del PSOE y no su Comité Federal quién aprobaría o no el pacto que
consiga llevarlo al gobierno. Una maniobra con la que pretende tener una mayor
libertad de acción para elegir a sus socios y que desde luego sólo puede
salirle mal o peor, otra cosa no parece.
Tiene prisa Pedro Sánchez, porque el mes de mayo está a la
vuelta de la esquina y en esas fechas le espera un congreso, en el que no
parece vaya a tener demasiado éxito. Lo cierto es que el candidato socialista
lo tiene extraordinariamente difícil para poder conseguir la mayoría suficiente
para alcanzar su investidura y eso lo está llevando a emprender una huida hacia
delante, que no es el método más aconsejable para buscar socios dispuestos a
pactar. Ya se sabe que el que juega por necesidad pierde por obligación y en
esa situación se está colocando Pedro Sánchez que parece esté jugando, con lo de
los pactos, a la ruleta rusa.
Veamos cómo están las cosas. Independientemente de quién sea
el que le dé la bendición apostólica al pacto que consiga ¿con quién puede
pactar Pedrito Sánchez? En primer lugar podría ser investido con el apoyo de
Ciudadanos y la abstención del PP; claro que los populares dicen que teniendo
en cuenta que los que ganaron las elecciones son ellos y no el PSOE, les parece
una auténtica barbaridad aceptar que no se cuente con los populares, más que para
abstenerse y que por lo tanto, lamentándolo muchísimo tienen que decir que
pasan y ya de paso ponen en conocimiento de quién pudiera estar interesado, que
el PP no votará a favor de ningún gobierno que no presida su candidato.
Podría Pedro pactar con Podemos y Ciudadanos, pero ya ha
dicho Rivera que no apoyará ningún gobierno en el que figure Podemos y/o el
PNV, así se lo ha comunicado respetuosamente
- qué educado es este chico - a SM el Rey, ayer mismo. Y por si en
Ferraz andan sordos o alguien estaba haciendo cuentas raras, Pablo Iglesias se
ha unido al coro advirtiendo que no apoyará a un pacto Sánchez-Rivera “ni por
activa ni por pasiva”, así que por ahí tampoco.
Me da vergüenza escribirlo, pero por muy improbable que sea
entre las posibilidades que le quedan a Pedro Sánchez está la de pactar con el
PP, hay que decirlo porque siendo improbable, no es imposible desde el punto de
la lógica. Pero como de lógica, sentido común y patriotismo anda Sánchez
justito, justito, que hoy me he levantado caritativo, ya sabemos que eso no
sucederá, esa es una vía cerrada a cal y canto tal y como ha manifestado el
candidato y su entorno incansablemente: Con el PP no se habla siquiera.
Así que finalmente le queda como única posibilidad pactar
con Podemos, IU y el PNV contando con la abstención interesada de ERC y CiL. Pero
tiene varios problemas. En primer lugar Podemos ya ha dicho que sólo aceptaría
un pacto que contemplara un “gobierno de progreso”, dicho en castellano, que si
no hay vicepresidencia para Iglesias y ministerios que repartir, no hay de qué
hablar y eso es un asunto que no va a aceptar fácilmente la dirección federal.
En
segundo lugar y por si las cosas no estuvieran ya muy complicadas, ayer se
descuelga Domenech el representante de En Comú, una de las confluencias que
cuenta con doce diputados, que los 93
diputados que diz que tiene Iglesias no son todos podemitas, diciendo que: “Habrá
referéndum en Catalunya si Podemos y En Comú Podem llegan a estar en el
gobierno” porque “el derecho a decidir es una prioridad”. Está claro lo que
dice y mucho más claro lo que no dice y ¿qué es lo que no dice?, pues que no
habrá apoyo a Pedro Sánchez, de al menos de En Comú, si no hay referéndum.
Otra vía cerrada, porque para abrirla Pedro Sánchez tiene
que hacer precisamente lo contrario a lo que se comprometió por escrito ante su
Comité Federal, aceptó que no gobernaría con el apoyo de las fuerzas que estén
por el “derecho a decidir” y la realización de referéndums secesionistas y eso
amigos mío son palabras mayores. Por muy tozudo que sea Pedro Sánchez no puede
enfrentarse al PSOE, bueno poder si puede, pero las consecuencias serían catastróficas, para él y para el propio partido.
Así que si el PP lo tiene mal, parece que el PSOE lo tiene
peor. Si el candidato socialista, es
capaz de reflexionar, entenderá que lo mejor para España y su partido, sería aceptar
que el PP gobernara – no hay que olvidar que los populares ganaron las
elecciones - con el apoyo de Ciudadanos
y la abstención del PSOE y ya después de ese ejercicio de responsabilidad,
rematar el negocio con una buena dimisión, que le vendría al PSOE y a sus
expectativas electorales como agua de mayo.
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