Urgente, ofrécese candidato sin experiencia
No creo que haya nadie en este país que no sepa que a Pedro
Sánchez le huele la cabeza a pólvora. En la dirección del PSOE lo están
esperando con la escopeta cargada y como no se presente con un pacto por escrito
que satisfaga las condiciones que se le han impuesto, lo de volverse a
presentar como candidato a otras elecciones sólo será posible si en la
comunidad de vecinos en la que resida se produjera una vacante en la
presidencia. Se la juega a cara y cruz y no tiene posibilidad alguna de ganar
el congreso socialista del próximo mes de mayo si no es presidente del gobierno
o al menos ha sido investido para ese cargo.
Es el único que tiene prisa por terminar con el “estado de
bloqueo que sufre la democracia española” tal y como el propio Sánchez define
la situación. Tanta prisa que a pesar de que SM el Rey no le ha encargado
al menos por ahora, formar gobierno, el socialista impasible el ademán, ha
decidido dar un paso al frente y se ha adelantado a la decisión de Felipe VI para
anunciar lo que ya sabíamos todos. Pedro Sánchez está dispuesto a formar
gobierno, pero ya mismo, que pintan bastos.
De hecho no sólo ha faltado al protocolo no esperando que el
Rey le ofreciera la posibilidad, sino que además ya ha advertido que si después
de esta segunda ronda de consultas y
tras la más que probable negativa de Rajoy, que es de esperar vuelva a más pedir
tiempo, SM no le encargara de la formación de gobierno y se abriera un espacio
temporal para la reflexión, Sánchez no esperaría al encargo real y comenzaría a
buscar los acuerdos que necesita para ser investido.
Habla muy serio de “disposición plena” pero lo cierto es
que no tiene amarrado pacto alguno, es decir, por mucho que gallee, por mucho
que imposte el discurso, cuenta solamente con los noventa votos del PSOE y eso si
las cosas van por la vía normal, porque si llegara al enfrentamiento con sus
organizaciones territoriales, a lo peor ni siquiera podría contar con esos
escuálidos noventa votos. Y a pesar de sus urgencias tiene en contra la opinión del monarca, que
en la entrevista mantenida con Pablo Iglesias, mantenía que el candidato a la
investidura debería tener un proyecto más avanzado.
Si Rajoy le metió un pase negro de libro, Sánchez ahora
intenta jugar de farol. Lo de recibir el encargo del rey para formar gobierno
es una cosa muy seria, tan seria que no se puede tratar como si fuera un asunto
de política partidista, por lo tanto hablar de disposición plena, sin contar
con acuerdo alguno, me parece imprudente y señala claramente lo poco o nada que
se puede esperar del sentido común del candidato socialista.
Sánchez afirma
insistente en que no se puede esperar ni
un minuto más, pero está claro que confunde deliberadamente sus intereses, con los de España y los
españoles que sabemos perfectamente que en estas cosas y en otras muchas, las prisas son malas
consejeras.
Vuelve a plantarle cara a su Comité Federal y dice algo
parecido a aquello de que los pactos los decido yo y no el Federal que ya tuvo
que tragarse en su momento y que le obligó a aceptar por escrito aquella hoja de ruta de la
que ya no se habla pero permanece y es ahora cuando de golpe cual Saulo
redivivo cae de su caballo y descubre que respeta muchísimo a los votantes del
PP, partido con el que piensa hablar, aunque advierta que no se va a apoyar en
él.
Y resulta patético, una característica inhabilitante para
ser presidente del gobierno, cuando habla de formar un gobierno transversal,
progresista y reformista y no añadió lo de las juntas ofensivas nacionalsindicalistas y de los grandes ferrocarriles europeos, simplemente porque no se
le ocurrió. Como sigue en campaña electoral anima a las fuerzas emergentes a
que cesen en su política de “vetos”, cuando desde el minuto uno de este asunto
él vetó al PP, que le parecerá un detalle nimio, pero es el ganador de estas
elecciones.
Dijo no sé quién y dijo bien, que la política es el arte de
lo posible, Pedro Sánchez está jugando una partida que difícilmente puede ganar con las cartas que tiene y que de ganarla supondría para la sociedad española una aventura muy difícil
de llevar a buen puerto.
De todas manera debería recordar aquello que atribuyen a
Platón "hay que tener cuidado con lo que se le pide a los dioses, porque
éstos, para castigarnos, suelen concedernos aquello que se les solicita".
Si Felipe VI le encarga la formación de gobierno, puede empezar a topar con la
realidad, que no es tan sencilla como él la explica.
Vamos a ver qué le dice SM a Patxi López, que esto está
escrito antes de esa reunión, pero eso será tema para mañana, si ustedes
quieren.
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