El revuelto avispero de los pactos
Fracasada la investidura, sigue -al menos oficialmente- la
búsqueda de acuerdos que permitan presentar a un candidato con ojos y cara. No
creo que haya más rondas de contactos entre Felipe VI y los líderes políticos. El fracaso de Sánchez, también lo ha sido del Rey Felipe a quién Dios guarde, que al fin y al cabo fue el que encargó la
tarea de organizar un gobierno a quien no tenía los apoyos necesarios, ni
esperanza de tenerlos. Pero así son de amables los Borbones con la zurda, a la
que profesan un amor tan extraño y desmesurado que algún día nos lo tendrán que explicar a los españoles, aunque sea con la ayuda de un psiquiatra de
campanillas.
Desde mi modestísimo punto de vista los monarcas, el emérito
lo demostró en sobrados momentos y el actual parece que sigue la misma trocha
que le marcó su real padre, digo que los reyes de España sufren con el
PSOE una suerte de “síndrome de Estocolmo” pero por adelantado. Todavía no han
sufrido violencia alguna, pero empatizan o se esfuerzan porque así lo parezca con los que suponen pueden o quieren echarlos del trono.
Cuando se describió el fenómeno, los sujetos pasivos del síndrome habían
sufrido ya que los retuvieran como
rehenes antes de sentir esa atracción fatal por sus captores, pero lo que son
las cosas, aquí los Borbones prefieren
ponerse el parche antes que la herida y así nos van las cosas en este país.
Decía que se acabaron esas reuniones, al menos en el formato
oficial, cosa distinta será que la Casa Real organice intercambios de
impresiones con quién mejor les parezca. Pero lo cierto es que lo de los pactos no parece que se vaya a resolver con facilidad, las intenciones de los
distintos partidos no están nada claras. De hecho el problema de encontrar una
mayoría suficiente para investir a un candidato que nos ahorre lo de las
elecciones en junio, está más liado que el testamento de un loco.
Si uno lee la prensa se encuentra con todo un muestrario de
vetos, a derecha e izquierda los partidos que se suponen están buscando una
solución, esgrimen sus líneas rojas, con un entusiasmo que le arruga el ánimo hasta
al más optimista. Esto de proclamar la necesidad de un pacto y la decidida
voluntad conseguirlo exhibiendo las prohibiciones por delante, me parece una conducta
que debiera recibir la general reprobación ciudadana; pero no empecemos a
pedirle peras al olmo, que en estos tiempos invocar al sentido común, puede
resultar hasta peligroso.
Ahí están los de Ciudadanos, que ya han dicho, otra cosa es
que luego archiven lo dicho y hagan justamente lo contrario tal y como acostumbran,
advirtiendo que con los de Podemos no se ajuntan y con los del PP menos, aunque
digan los demoscópicos que uno de cada tres votantes naranjitos están
encantados con el fracaso de la investidura de Sánchez.
O por no cargar siempre
contra los reformistas, podemos hablar de IU, que debo confesar una cosa, cada
vez que escucho a Garzón, ese chico joven que nos va a solucionar a todos en un
pis pas lo que no es capaz de arreglar
en su partido, digo cada vez que le escucho contundente exigiendo,
poniendo condiciones o vetando, tengo que ir a las estadísticas para asegurarme
de que realmente sólo cuenta con dos diputados, que no estaría de más que se lo
recordará alguien del Comité Central o lo que sea que mande en el PCE. Pues ahí
está el chico este, que incontinenti ya le ha advertido a Sánchez que no
quieren ver a un naranjito a menos de quinientos metros de la mesa de
negociaciones y que si quiere ir con ellos, los de IU no se sientan.
Los vetos – en plural por repetidos hasta la náusea – de Sánchez
hacia los del Partido Popular, no hace falta comentarlos, que es ver una
gaviota y Pedro Sánchez empieza a echar espuma por la boca, afortunadamente
para su equipo están en Madrid, dónde
sólo pueden tropezarse con la de la canción de Caco Senante.
No creo que debamos engañarnos, el que tiene la solución a
este asunto es el PSOE, consecuentemente la cosa está muy, pero que muy
jostidiada y ustedes sabrán excusar la manera de señalar. Hoy se reunen los que conforman la permanente de la Ejecutiva socialista, que seguramente
harán el ejercicio de pasteleo partidista al que nos tienen acostumbrados y no
arremeterán contra Sánchez, que ya ha perdido estrepitosamente unas elecciones
y ha sido incapaz de conseguir una mayoría simple que le permitiera ser
investido, con la justificación del resultado de la mendaz consulta llevada a cabo a la
militancia socialista.
En Podemos andan escocidos, porque resulta que el 50% de los
que los han votado, están indignados,
que ustedes dirán que eso es lo normal, pero es que resulta que la mitad de los
ignaros que dieron su voto a Iglesias, estaban por apoyar la investidura de Sánchez, que ya ven
si las cosas están embarulladas.
Me reitero, el único que puede poner orden en esto es el
PSOE y digo PSOE y no Sánchez. Habrá que ver si el partido es capaz de resolver
su problema interno e imponer su voluntad a la del candidato, para que permita
la investidura de un candidato del PP, sea Rajoy u otro, y esperar en la
oposición hasta el año que viene, para tener eso tan importante que dicen los militares, tiempo y espacio para decidir, que en estos momentos de las dos cosas andan muy justitos.
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