¿Pactos, acuerdos, diálogo? Teatro puro y duro
La misma noche de las elecciones ya
escuchábamos una pléyade de discursos en los que se manejaban incansables los
conceptos de diálogo y acuerdos, a la vez que se advertía
de una serie de líneas rojas que desnaturalizaban el contenido de los
discursos. No se puede exigir diálogo a los demás mientras adviertes de tu decisión de vetar,
pero como en España estamos más que
acostumbrados a las incoherencias de los políticos, nos lo tomamos con
paciencia y la gente opinó por lo bajini eso tan socorrido de “esto no es como
empieza sino como acaba”.
Se está acabando el tiempo y las cosas siguen igual o peor. Ahora Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, intentan seducir a sus presuntas parejas
para llegar a un trío contra natura y que
tendría nefastas consecuencias para la estabilidad política y social de España.
Los vetos parece van desapareciendo en unas matizaciones vergonzantes, en las
que el color rojo de la línea palidece y ahora resulta que el agresivo Pablo
Iglesias se ha transformado milagrosamente en una malva, dispuesto a ceder en
lo que haga falta y como el pacto
PSOE-C,s. no suma, está dispuesto a reunirse hasta con Rivera.
Qué fácil resulta atravesar una
línea roja; del otro lado en Ciudadanos también están de rebajas ideológicas,
maquillaje de las líneas rojas y matizaciones idiomáticas. Ayer afirmaban que
no apoyarían en la vida un gobierno a la valenciana, cuestión que mantienen,
pero ya han rebajado aquello de que votarían no a un gobierno con Podemos,
bueno lo dicen todavía pero con la boca chica porque lo que sí aceptarían sería
la presencia de independientes de Podemos en un gobierno. Se empieza diciendo
esto entre rubores de primeriza y se termina a navajazos a calzón quitado en la
disputa por un ministerio.
La reunión Pedro Sánchez-Iglesias
ha demostrado que el del PSOE va entregado; dice lo que tiene que decir y hace
lo que le dejan hacer, mientras el de Podemos aprovecha las oportunidades
mediáticas como no lo hace ninguno, aunque es más cursi que una perdiz con
ligas. Se ha sacrificado en el altar del pacto de progreso, lo que le
beneficiará de cara a unas nuevas elecciones, de paso y sin mentar a la bicha
de la crisis, le ha quitado a Errejón la dirección de las negociaciones, no sé
yo si con la idea que su homónimo en el PSOE haga lo mismo, si así fuera las
negociaciones entre el PSOE y Podemos iban a ser una juerga a la llanera.
Teatro la reunión de Sánchez y
Rivera previa a la que el socialista tenía con Iglesias – no te pongas celoso
Albert, ya sabes que al que quiero de verdad es a ti - Teatro lo del regalito del bolivariano a
Sánchez. Teatro, el posado en plan pareja de famosos se retrata a la salida del
restaurante pregonando su amor y teatro, trágico eso sí, el del pobre Sánchez
cuando dice que está más cerca del gobierno
que de unas nuevas elecciones, sobre todo si consideramos que cinco
CC.AA gobernadas por socialistas con los votos de los populistas, ya han
advertido que no van a tragar con miembros de Podemos en sus gobiernos.
Fíjense como estarán las cosas
que a la media hora de que Pedro se explayara contando sus éxitos negociadores
y sus esperanzas, le ha salido por una esquina el portavoz de Ciudadanos, José
Manuel Villegas y ha advertido que ellos están dispuestos a reunirse con los
equipos negociadores de cualquiera, pero que de la reunión Pedro, Pablo y
Albert, nada de nada, que pasan de chorradas y ya por rematar afirmó
refiriéndose a la reunión de Sánchez con Iglesias, “La sensación es que casi nada ha cambiado”.
Así ellos se entretienen y
nosotros seguimos esperando.
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