Rivera y Sánchez se apuntan a sostenella y no enmendalla
El dúo del pacto fallido Si habláramos de cualquier actividad humana que no fuera la política, entenderíamos como cuestión natural que tras el fracaso sufrido por Albert Rivera y Pedro Sánchez que nos han tenido entretenidos cuatro meses con ese pacto fallido, los padres de la criatura hicieran autocrítica, dijeran que se habían equivocado, que habían tomado buena nota de lo sucedido y que en las próximas elecciones, palabrita del Niño Jesús, actuarían de otra manera. Ha sucedido exactamente lo contrario, Rivera ya ha advertido que no piensa pactar con Rajoy, ni con su equipo y no ha exigido a los peperos que cambien el logo de la gaviota y las siglas porque no se le ha ocurrido. Afirma que no puede permitirse un pacto con los del PP, para que no le salpique la corrupción, aunque no parece molestarle lo más mínimo la del PSOE, al que apoya en Andalucía, lugar donde hay más corruptos por metro cuadrado que en ningún otro lugar del mundo. Pedro Sánchez por su parte ha asegur