Iglesias y Anguita preparan la pinza contra el PSOE
Mientras el PSOE debate sobre el
sexo de los ángeles, Pablo Iglesias está cerrando un acuerdo con IU, aunque haya tenido que aceptar el modelo de candidatura conjunta y no el de las
plataformas confluyentes, con el que se asociaron a Compromís, En Marea y En
Comú Podem. Una jugada que muy probablemente le permita convertirse en el líder de la izquierda de
este país.
El PSOE no sabe ni dónde tiene la mano izquierda. No está de acuerdo con su candidato, pero permitirá a Pedro
Sánchez encabezar la lista socialista, con la idea de que fracase para poder
relevarlo de su cargo. Parece que no entiendan que el fracaso de Sánchez, supone
también el fracaso del partido. Por no tener, ni siquiera tienen claro cuál es su espacio en el espectro político
español y no han terminado de definir quién o quiénes son sus enemigos políticos.
Por el contrario Julio Anguita,
entusiasta muñidor del pacto IU-Podemos, lo ha tenido siempre claro, su enemigo
fue, es y será el PSOE. El PP es el adversario ideológico, pero sabe que resulta
prioritario eliminar al partido socialista para así poder ejercer el liderato
de la izquierda y a eso se dedica hace ya mucho tiempo. Ahora sus aliados
son los podemitas y demás movimientos de la izquierda radical y está muy cerca de lograr la victoria sobre los de Ferraz.
El PSOE se proclama de
izquierdas, pero muchas de sus propuestas económicas y sociales están a medio
camino entre la socialdemocracia y el pensamiento conservador europeo. Sirven
tanto para un roto como para un descosido y cuando un partido, sobre todo si
pretende ser de izquierdas, abandona su ideología, se desnaturaliza y aunque
eso de “centrar las propuestas” a veces tenga un premio electoral, la experiencia
demuestra que ese centrismo progresista supone pan para hoy, hambre para
mañana.
En Ferraz parece que empiezan a
enterarse de que pintan bastos, han comenzado a mandar mensajes tranquilizadores
a su parroquia, explicando que si Iglesias busca el apoyo de IU es porque está
sufriendo una pérdida importante en sus expectativas electorales. Díjole la
sartén al cazo… No está el PSOE en un momento boyante, electoralmente hablando y
si su principal argumento consiste en afirmar que el de enfrente está peor, es que poco o nada esperan del próximo resultado electoral.
IU y Podemos
pactarán en cuanto lo de ir a elecciones sea oficial, lo tienen claro, han
hecho sus proyecciones y los números son buenos. Ahora sólo queda comprobar una cuestión, sabemos que Pedro Sánchez es del sindicato de los que prefieren
arrancarse un ojo si con eso consiguen que su enemigo quede ciego, muchos sabemos
que su enemigo no es Rajoy, aunque lo ignore su enemigo es Iglesias que le va a quitar el
liderato de la izquierda y reducirá al PSOE a un papel secundario, pero la duda
está en si el PSOE como organización política, viendo lo que se le
viene encima va a permitir que lo arrollen sin hacer
nada por evitarlo.
¿Serán capaces de asistir impasibles al desastre o intentarán alguna
maniobra para evitar acudir a esas elecciones que no pueden permitirse? No lo
sé, quizás sea tarde para pactar con Iglesias, que hoy por hoy ve su triunfo
muy cercano. Pudiera ser, pero nunca se sabe; si no acuden a esa medida desesperada sólo les
queda otra, aceptar el pacto constitucionalista de Rajoy y si a eso no llegan,
permitir la investidura del popular con los votos de Ciudadanos y su abstención. Será eso o ir al desastre electoral.
Puede que sea peor el remedio que la enfermedad, ignoro lo que vaya a suceder, pero lo
que resulta sorprendente es que el PSOE tampoco lo sepa. Se enfrentan a una
situación en la que van a perder, pacten con Iglesias o vayan a las urnas.
La inmensa torpeza de Pedro Sánchez va a dejar el campo libre a Podemos, que
ganará, tanto si pacta con los socialistas, gobierna con ellos y los dinamita
desde dentro, como si acude a las elecciones en la compañía de IU y todos los
demás y consigue propinarle una escabechina electoral a los socialistas.
Veremos, queda
tiempo para casi cualquier cosa.
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