Las delgadas líneas rojas
Les supongo hartos de que todos los partidos exhiban
un variopinto muestrario de líneas, cuando lo cierto es que las líneas sean verdes,
rojas o de cualquier otro color no existen. Decía Pedro Sánchez el pasado
sábado que iba a negociar sin líneas rojas, debe ser la primera verdad que dice
desde las elecciones.
Todos conocemos la prohibición que le impuso su Comité
Federal para pactar con los que apoyaran el “derecho a decidir”. Hecha la ley,
hecha la trampa, Sánchez podrá pactar con Podemos, que han sido los encargados
de buscar el apoyo de ERC y DiL para su investidura, sin que oficialmente
aparezca el socialista, aunque haya que ser muy iluso para no suponer que el
apoyo de los independentistas catalanes exigirá una contrapartida tras la
investidura.
Otro tanto cabe decir de las declaraciones de Podemos explicando
que el referéndum nunca ha sido un "tótem al que alabar y obedecer" y
que ellos pueden pasar del tema siempre y cuando gobiernen con el PSOE y ya conseguidas las poltronas asistiríamos
inevitablemente a la aprobación de la consulta separatista.
Albert Rivera tiene más líneas - rojas naturalmente - que el metro de Barcelona. Prometió que no apoyaría jamás a los
perdedores de las elecciones, su apoyo sería para aquel que las ganara, todos
sabemos ahora lo que vale la palabra de Rivera. Después de saltarse esta línea,
ya le resultó más sencillo saltarse las que se ha ido encontrando en su camino.
Por poner un por ejemplo: No podía pactar con Rajoy porque éste no había sido capaz de limpiar al PP de la corrupción. La mentira tiene las patas muy cortas, por mucho control que se tenga sobre los medios de comunicación, resulta difícil tapar la corrupción que salpica a la izquierda de este país.
A la populista, a la que se puede llamar bolivariana por 7.000.000 de razones, sin olvidarnos del lío que están investigando a cuenta de la pasta recibida de Irán y a la progresista, encarnada por los hijos de Ferraz, que parece no tenían bastante con el inconmensurable pudridero que ocultan en Andalucía y del que han vivido gracias a los fondos que llegaban desde Sevilla, al que se suman el organizado por el recientemente dimitido secretario de los socialistas gallegos, investigado por la presunta comisión de diez delitos que ha dejado al partido socialista gallego titiritando y el de Asturias donde a cuenta del caso Mareas están empapelando a medio partido.
Por poner un por ejemplo: No podía pactar con Rajoy porque éste no había sido capaz de limpiar al PP de la corrupción. La mentira tiene las patas muy cortas, por mucho control que se tenga sobre los medios de comunicación, resulta difícil tapar la corrupción que salpica a la izquierda de este país.
A la populista, a la que se puede llamar bolivariana por 7.000.000 de razones, sin olvidarnos del lío que están investigando a cuenta de la pasta recibida de Irán y a la progresista, encarnada por los hijos de Ferraz, que parece no tenían bastante con el inconmensurable pudridero que ocultan en Andalucía y del que han vivido gracias a los fondos que llegaban desde Sevilla, al que se suman el organizado por el recientemente dimitido secretario de los socialistas gallegos, investigado por la presunta comisión de diez delitos que ha dejado al partido socialista gallego titiritando y el de Asturias donde a cuenta del caso Mareas están empapelando a medio partido.
Sorprendentemente Albert Rivera
no tiene ningún problema para pactar con el PSOE y charlar de sus cosas con los bolivarianos,
sin que le atufe el olor a detritus que despiden ambas
organizaciones políticas. Olfato de perro de caza para la corrupción habida
entre los populares y una sorprendente
anosmia si se trata de la podredumbre socialista y lo de la financiación
venezolana.
¿Más líneas rojas? Tengo otra que se ha saltado Rivera, aquella de
que ellos no hablaban de poltronas. Probablemente a causa de esa anosmia que le
afecta, ahora le apetece tener ministros, aunque afirman muy serios los naranjitos “que todavía no han decidido los ministerios
que quieren”.
¿De qué valen las líneas rojas,
si cuando estorban se hacen desaparecer? La única línea que no pueden eludir
es la que dibujan las encuestas. Podemos y PSOE no quieren ir a unas elecciones
porque saben que van a palmar y PP y Ciudadanos estarán encantados con la
vuelta a las urnas porque las encuestas les dicen que van bien.
¿Qué eso no es lo que dice
Rivera?, bueno ya hemos visto que entre lo que dice Albert y la verdad hay una distancia considerable. Rivera seguirá empeñado en ese papel que se ha arrogado de “míster
pacto”, que dicen los que afirman entender de estas cosas, es lo que le ha
hecho subir como un tiro en la intención de voto.
Pero que sillas ha pedido Ciudadanos?? Echas un tufo a pepero que tira para atrás...
ResponderEliminarMiguel tiene razón en las incoherencias de Rivera (creo que son idea de Girauta). Se ha buscado un socio, el PSOE que no merecen los simpatizantes de C's, soy uno de ellos, y alentado por ellos se ha puesto en contra del único partido que vita al igual que C's la unidad de España. Quizás el pedir estar en ese Gobierno por parte de C's forma parte de que está reculando y dándose cuenta que pese a quien le pese, el único partido del que sabes lo que puedes esperar de el es el PP. Pero claro, el PP no tiene muy en cuenta a C's desde que le metió la pirula de hacerle abstenerse en la votación de la mesa del Congreso a favor del PSOE, ofreciéndose como intermediario de convencer al PSOE a negociar con el PP. C's debe darse cuenta de que el PSOE le traicionará con la consulta en Cataluña si forma gobierno con ellos. Por cierto, simpatizante no equivale a votante.
Eliminarhttp://www.estrelladigital.es/articulo/espanha/ciudadanos-tambien-pide-sitio-posible-gobierno-socialista/20160405163302279321.html, por si con un enlace no hay suficiente. Yo no tengo la culpa de que Ciudadanos falte a lo que ha dicho siempre. Ah y no soy del PP. Lo siento.
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