Los números cantan
Ayer lunes se publicaron un par
de encuestas, una de ellas en La Razón y otra en El Mundo; independientemente
de las diferencias en el porcentaje de votos adjudicado a los distintos
partidos, lo que dejaban claro ambos estudios es que las tendencias se
mantenían. El PP sigue subiendo, el PSOE
se estanca o baja unas décimas, C,s sube espectacularmente y Podemos cae.
Observando las tendencias que, por mucha cocina demoscópica que se emplee, se
mantienen ya hace cien días, no extraña nada el gasto de grandilocuencia
llevado a cabo desde el sábado por los distintos portavoces socialistas. Como
los ciudadanos llevamos mucho tiempo soportando declaraciones, ya sabemos todos
o casi todos que cuando más rimbombante es una frase, más vacía de contenido resulta.
Conocería los resultados que comentamos Pedro Sánchez cuando se le
ocurrió aquello que soltó a su Comité Federal para
conocimiento de sus barones y del mundo mundial, iba a negociar sin líneas rojas y dispuesto a
ceder. No parece muy inteligente hacer
patente la debilidad propia cuando uno se enfrenta a una negociación, aunque
también sabemos que en Ferraz lo de
dialogar o negociar, habitualmente se traduce en un trágala, si están en
situación de imponerse o en una rendición sin condiciones, cuando los números
no cuadran, cual es el caso.
Tras el maestro, los apóstoles
y ahí aparece puntual y previsible el inefable Antonio Hernando que a pomposo sólo le gana su
secretario general, impostando la voz,
para anunciar urbi et orbi que “No nos levantaremos de la mesa hasta llegar a
un acuerdo con Podemos y C’s”. Si pretendía afectar firmeza, fracasó
estrepitosamente, porque la frase fue acogida con un estruendoso silencio –efectivamente es un oxímoron- en los cenáculos
socialistas y con cierto pitorreo entre el resto de la parroquia.
Para equilibrar la cuenta entre
discípulos obedientes y heterodoxos, que la virtud está en el justo medio, Susana Díaz aprovecho la ocasión para
sacudirle la badana a Pedro Sánchez, aunque esta vez le metiera el dedo en el
ojo por omisión, cuando se encargó de “no aclarar” si apoyaría a su secretario
general para que fuera elegido candidato en unas nuevas elecciones. Por lo
visto Susana opina que una cosa es pecar por acción y cosa distinta es hacerlo
por omisión, pero dejó bien claro que el PSOE sigue dividido, por mucha vaselina
que gasten en Ferraz.
Y como en la zurda abundan los maestros lo que sobra a punta pala son apóstoles
y ahí estaba el podemita Echenique que, como a Iglesias ahora le toca hacer de
poli bueno, salió a la palestra para chafarle la gracia al pobre Hernando y
anunció que “Un Gobierno de PSOE con C's y Podemos es una quimera” y como
conoce bien con quien trata y a los del PSOE lo de hacerse el sueco les sale
bordado, añadió "que no insistan en probar
una vía que se ha demostrado inviable".
Así que a pesar de la mala
opinión que se tiene de las encuestas, por lo visto los números cantan y sobre
todo hacen cantar y en este sentido también han tenido importancia los números del
paro, que a los del PP no les querrá nadie, salvo en las encuestas, pero
consiguieron en la legislatura pasada hacer crecer la economía por encima de la
media europea y en lo del paro tampoco es que vayan descalzos. Ahí está la
cifra: En los últimos doce meses el paro bajó en 357.169 personas, manteniendo
una cifra de reducción cercana al 8%, que de eso no quieren hablar los de la
izquierda, pero por mucho que les duela, los números cantan y lo que es peor,
ahí están.
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