Si es cierto que el papel lo
aguanta todo, cabe decir lo mismo de las declaraciones de los líderes políticos
y los miembros de sus equipos de imagen, comunicación y multimedia en radio, televisión, digitales, naturalmente también de este
blog y sobre todo de las encuestas. Ayer Metroscopia publicaba la suya para El País y confirmaba la consolidación del PP en el primer lugar, la subida de IU y Ciudadanos y la bajada en la intención de voto del PSOE y Podemos.
Hemos asistido a cuatro meses de teatro, puro teatro, que decía la
canción: “…Teatro/ Lo tuyo es puro teatro/ Falsedad bien ensayada / Estudiado simulacro…”,
que le cae como anillo al dedo el estribillo de la canción al estéril pacto
PSOE-C,s. No lo digo yo, ahí está Fernández Vara, secretario general de los
socialistas extremeños que no duda en afirmar “El teatro se ha hecho insufrible. El personal
tiene un cabreo monumental. La gente tiene la sensación de que nos hemos reído
de ellos”.
Es muy cierto que los socialistas
y naranjitos han estado viviendo muy bien, mediáticamente hablando, a cuenta de
un pacto del que conocían perfectamente su inviabilidad. Lo que firmaron
Sánchez y Rivera no fue más que un papelito, que les ha permitió engañar al
electorado en general y a sus votantes en particular y garantizar su presencia
en los medios de comunicación, lo que suponían iba a beneficiar a ambos en las
elecciones del 26J.
Sin embargo el pacto ha
beneficiado a Albert Rivera y perjudicado a Sánchez, así es la vida de injusta,
los dos protagonistas del engaño han sido tratados de manera distinta por el
público y la crítica. Albert, al que le ayuda su imagen de buen chico, parece
que se ha asegurado un buen resultado electoral, se habla de que puede obtener un
19,6% de los votos, tres puntos más que los que obtuvo el 20D, mientras el
otro protagonista de la comedia de enredo, Pedro Sánchez ha sido castigado,
supongo yo que su imagen bronca y prepotente ha tenido mucho que ver con el
castigo y obtendría un paupérrimo 20,3%, dos puntos menos que en las elecciones
anteriores.
Sánchez ha pedido a su Comité Federal
que le dejen ganar las elecciones, parece que la teoría que esgrimen los
seguidores del candidato es que “ahora estamos en mejores condiciones que en
diciembre porque tenemos el relato de que nosotros lo hemos intentado y se ha
demostrado que Pedro no quería ser presidente a cualquier precio”. Lo que
demuestra y permítanme que sea pesado, que el papel lo aguanta todo y que en
Ferraz los partidarios de Pedro Sánchez no reconocerían las realidad de las
cosas aunque se la tropezaran en un plato de sopa.
Mientras tanto, la risa va por
barrios, en Ciudadanos están preocupados ante la posibilidad de que muchos de los votos
que recibieron procedentes del PP en
diciembre, vuelvan en junio a Génova.
Entre otras cuestiones, la imagen de los representantes de Ciudadanos sentados a
la misma mesa que Podemos dispuestos a pactar con los amigos de Otegui, más la
campaña de los naranjitos contra Rajoy,
que los populares han entendido como injustificada, se le ha atragantado a
muchos de esos votantes que tenían prestados y que no saben cómo mantener en su
particular corral.
En el PSOE están patidifusos ante
un secretario general, que en este fin de semana se atrevió a diagnosticar públicamente
el problema socialista afirmando que “la gran herida que tenemos se llama
división interna”. Resulta difícil de
aceptar que el máximo responsable del partido y de la derrota electoral sufrida,
se atreva a poner de relieve la supuesta división interna del PSOE, algo que
supone un desastre para cualquier
partido que se presente a unas elecciones. Es verdad que hay división interna
en el PSOE, de una parte están Sánchez y sus fieles y del otro, todos los demás,
se impone un congreso tras las elecciones, a la mayor brevedad posible.
En Ferraz tiemblan pensando en la
que puede montar Pedro Sánchez, desenfrenado, tras otro fracaso electoral y lo
malo es que ciertamente es para estar preocupado.
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