El PSOE ya no puede ni con la astenia de su militancia
Soñando con un triunfo inalcanzable |
En este mundo traidor de la
política, sobre todo cuando están cerca unas elecciones, resulta
extraordinariamente difícil percibir la realidad de las cosas. Las
declaraciones de los políticos no contribuyen lo más mínimo a aclarar las
naturales dudas de los ciudadanos que deben prepararse para soportar una
campaña, en la que lo único que se pretende es complicar al máximo la oscura
ceremonia de confusión en la que han
convertido la política de este país, los que se supone son los responsables de regir
nuestros destinos.
Pero así como no se puede tapar
el sol con un cesto, resulta imposible ocultar una serie de detalles que nos dan una idea aproximada de qué es lo que
realmente sucede en nuestro entorno mediático- político. Por poner un ejemplo,
digan lo que digan las encuestas, al PSOE le crecen los enanos; ayer cerraban el
proceso de primarias en el que supuestamente elegían al candidato que
presentarán el 26J, un gesto estéril toda vez que no se presentaba nadie más
que Pedro Sánchez, porque entre los socialistas no hay nadie que desee encabezar
la lista, a sabiendas que al que se presente le van a partir la boca.
Están las cosas tan mal que ante
la falta de interés de la militancia por avalar al “figura” que los llevó de
cabeza al fracaso más estruendoso de su historia electoral, las organizaciones
territoriales han tenido que esforzarse para que los socialistas avalaran, otra
vez, al malogrado Sánchez que necesitaba
simplemente 9.462 avales; pero Ferraz entendió que conseguir un número
exiguo de avales, aunque fueran suficientes para cumplir con el penoso trámite,
perjudicaba la figura del candidato y creo que ni siquiera en eso aciertan los
estrategas de Ferraz, porque de perjudicar la imagen del candidato socialista
ya se ha encargado y con suficiencia manifiesta D. Pedro Sánchez, que ha hecho
lo imposible por ridiculizar a su partido y al candidato.
Ante el muermo generalizado de la militancia, dicen que en
Ferraz han tenido que apelar al “patriotismo de partido” para conseguir
que los avales emitidos hayan llegado a
los 30.062. Lo de mentar el patriotismo en Ferraz con la finalidad de maquillar la figura de su candidato, toda vez
que no hacía falta aval alguno porque nadie se presentaba como víctima
propiciatoria para protagonizar la derrota que se les viene encima, dice mucho más que cualquier encuesta.
La falta de interés de
los militantes socialistas expresa a las claras que éstos saben perfectamente
que van de cara a otra derrota histórica y si ese es el sentir de la militancia,
las encuestas pueden cantar misa. Se encuentran en peor posición que el 20D
tras utilizar el último cartucho que les quedaba, el célebre pacto que al final
para nada ha valido y a nadie que tenga dos dedos de frente le cabe en la
cabeza la posibilidad de un triunfo socialista.
Pedro Sánchez no puede ganar las
elecciones, el 27J no podrá reeditar el pacto con Rivera y si quiere pactar
con Iglesias ya sabe que la poltrona que le toca será la de vicepresidente, así
que no extraña el desaliento que sufre la militancia socialista. El candidato sigue hablando, realmente es lo único que sabe
hacer y culpa de perezoso a Mariano Rajoy, del que dice no ha hecho nada en
estos cuatro últimos meses. Si con permanecer en silencio y observar paciente como
Sánchez y sus socios hacían el ridículo, ha conseguido demostrar a todo el
mundo su tremenda incapacidad, miedo le tendría que dar pensar lo que hubiera podido suceder si al popular le hubiera dado
por ponerse a la tarea de darle caña.
Antonio Hernando, portavoz del
Comité Electoral del PSOE, al que por lo visto le traicionó el subconsciente,
ha manifestado: “Tenemos una posibilidad
el 26-J y hay que aprovecharla como si fuera la última campaña de nuestras
vidas”. Como profeta no resulta muy alegre, pero acierta, será la
última. Entre el triste reconocimiento
de uno de los responsables de la campaña de Pedro Sánchez y la atonía de la
militancia, maldita la falta que hacen las encuestas.
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