Llegó el CIS y mandó a parar



                                                                                                                                                                         (Imagen Agencia EFE)
Decía que tenemos encuestas prácticamente todos los días, pero  hoy comentamos la “madre de todas las encuestas”, la del CIS, que justamente conocemos  a punto de comenzar las elecciones. Por mucho que les duela a algunos, confirma las tendencias que hemos comentado ya hasta la saciedad, aunque he de reconocer que ésta goza de una auctoritas que otras no tienen.

Habrá quien diga que el CIS está subordinado al gobierno y los resultados han pasados por la cocina de la Vicepresidenta. Otros acusarán al estudio de falta de acierto, pero por mucho que discutan, los resultados son coincidentes con los que ofrecen los “agregadores de sondeos” herramienta que recogen multitud de encuestas y sacan la media de los resultados ofrecidos.

Y seguro que toparemos, con los que afirmarán pomposos que la mejor encuesta son las urnas, que no hay manera de que entiendan los partidarios de la frase, que las urnas dan resultados y no encuestas. Para entendernos, la frase tiene la misma validez intelectual que la que afirmara que la mejor quiniela es la que ofrece la prensa con los resultados habidos tras finalizar la jornada de liga.

Dice el CIS que el PP gana con algún escaño menos, el PSOE palma con claridad, consigue menos escaños que el 20D y en contra de lo que predica el desdichado de su Secretario General, ve como los de Unidos Podemos los relegan al tercer lugar, mientras que Ciudadanos, pierde como de costumbre cuando llegan las elecciones, unos pocos escaños.

La primera pregunta que se me ocurre supongo que la estarán esculpiendo en piedra en Ferraz ¿Qué buscaba Pedro Sánchez, que no podía pactar con Podemos, negándose a hacerlo con el PP, pudiendo haber conformado un gobierno siendo vicepresidente del mismo?¿No hubo nadie en Ferraz que fuera capaz de explicarle que cualquier situación susceptible de empeorar, lo hace de manera indefectible y si no querían complicarse la vida, a cuenta de la incapacidad del candidato para entender conceptos complejos, nadie fue capaz de decirle “Ojo Pedrito, que nunca segundas partes fueron buenas"?

Ahora tras gallear a base de bien, resulta que pudiera ser que no pacte con nadie; porque si el PSOE cumple con lo que ha estado advirtiendo, le van a cortar la cabeza en cuanto se conozcan los resultados del 26J. Aunque, si al Comité Federal se le arrugara el ombligo ante el desastre, con el cuento de que no puede dividirse el partido en un momento tan difícil, pudiera pactar y tendría que hacerlo  con Iglesias de presidente y él compartiendo alguna vicepresidencia con Garzón, organizando, entre los socialistas de verdad, un  jaleo interno de los que hacen época, a cuenta del derecho a decidir, el enfrentamiento con Europa al estilo Tsipras, que preconiza el programa electoral podemita y un largo etcétera de asuntos importantísimos, que se verían orillados ante las ansias de poder del pollo y la inanidad de la estructura del PSOE que certificarían la muerte del partido por consunción.

Claro que a lo peor, lo embridan entre el extremeño, la andaluza y algunos más y le obligan si no a pactar con el PP, sí al menos a abstenerse, para dejar gobernar a Rajoy y a Rivera en una legislatura corta, probablemente limitada a la aprobación de dos Presupuestos y para ese viaje no se necesitaban  tantas alforjas, tantos líos, ni tanto tiempo y dinero perdidos.

Hay algo que deja bien claro quién gana y quién pierde de acuerdo a la encuesta del CIS. Los “perdedores” se han apresurado a hablar. Rivera ha salido a decir que con Rajoy, Podemos tiene un chollo, por lo visto Albert todavía cree que se va  a hacer con el liderato del centro-derecha español y ya de paso ha añadido que la encuesta constataba la derrota de los viejos partidos: PP, PSOE. 

Los del PSOE por su parte, insisten en que "Nuestro electorado se va a movilizar porque lo que mucha gente no va a querer es pasar de Rajoy a Iglesias, porque eso va a ser muy duro en este país" y para variar presentan un spot  que trata de … “un verano sin Rajoy”. La brutal dependencia que sufren a cuenta de Rajoy, tanto Sánchez como Rivera, le hace un gran favor al popular y empieza a cansar a los votantes de Albert y Pedro.

Por el contrario los populares, prudentes, dicen que la encuesta es un estímulo para seguir trabajando y los podemitas, extrañamente comedidos, opinan que queda mucho partido por jugar y que habrá que estar atentos a las pantallas.

Por algo será, seguramente por aquello de que “El buen saber es callar, hasta ser tiempo de hablar”... digo yo.

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