A falta de noticias, la prensa los lunes nos sirve encuestas, como nos descuidemos vamos a tener estudios demoscópicos todos
los días de la semana. Al final esto va a ser como el fútbol televisado, sesión
continua de encuestas varias.
Ha sorprendido, a algunos gratamente a otros menos, la noticia de la
visita de Obama a España. Parece que los asesores del presidente norteamericano
tienen claro el resultado de las elecciones del 26J, porque hace unos meses le hicieron ascos al viaje a España, por aquello de tener que reunirse con un “presidente en
funciones” y ahora deben poseer información que aconseja pasarse por la vieja
piel de toro y entrevistarse con Rajoy y SM el Rey.
Dicho esto subrayar que las encuestas no aportan demasiadas novedades salvo que, para desgracia del PSOE y de Pedro Sánchez, los
números dicen que los de Unidos Podemos les van a zurrar la badana
y por lo que señalan las distintas encuestas, la izquierda radical se afianza
como única alternativa al PP.
Los "podemitas unidos" superan a los socialistas en
tres puntos y un escaño, con lo que el sorpasso se produciría de manera
completa e indiscutible, situación que obligaría a Ferraz a cortarle la cabeza
a Sánchez en la misma noche de las elecciones.
Otros que mal andan y al paso que
van se van a estrellar sin remisión, son
los de Ciudadanos, que hace unas semanas bajan en intención de voto y eso
que la encuesta no refleja la insatisfacción que produjo entre su parroquia, el
cara a cara entre Iglesias y Rivera, en el que el podemita fiel a su costumbre
estuvo mal, tirando a peor, pero se le escapó vivo a Albert que estuvo muy
flojo y no supo descabellarlo.
Sea por una cosa o por otra, las
encuestas dicen que Ciudadanos pierde tres décimas con respecto la semana
anterior y se queda con un diputado menos que los que consiguieron el 20D. El
líder naranjito sigue empecinado en afirmar que no apoyará a un gobierno con
Rajoy o con ministros de Rajoy, el problema radica en que para el pacto
constitucionalista que persiguen el PP y parte del PSOE, los escaños de Ciudadanos
son irrelevantes, así se lo señaló Iglesias al propio Rivera y eso lo deja en
una situación nada deseable.
A falta de novedades en las encuestas que siguen reflejando las mismas tendencias, novedades en los mensajes. Rivera afirma sin ponerse colorado
que Rajoy es más podemita que Iglesias o Pedro Sánchez se juega su incierto porvenir a la carta de la sinceridad y
reconoce que el electorado socialista está desanimado, aunque la sinceridad no le
llegue a tanto como para reconocer que la mayor parte del desánimo de los
votantes del PSOE, nace precisamente de la desgraciada circunstancia de tenerlo
como candidato.
Pregunta a Iglesias cuál es su programa,
como si lo desconociera. Es el mismo que tenía cuando él le hacía ojitos, un
programa que en gran parte es copia fiel al que ha llevado a la ruina a Grecia de
la mano de Tsipras, el amigo de Pablo Iglesias. Pero puestos a hablar de programas poco
conocidos, no estaría de más que Sánchez explicara en que cifras apoya él ese programa
para el cambio, al que no le cuadran los números de ninguna de las maneras.
Iglesias en este mundo de
afirmaciones gratuitas se echa su particular cuarto a espadas afirmando que
Marx y Engels eran socialdemócratas, que hay que ver lo que hay que oír y se
queja de que le pregunten por Venezuela, como si pudiera ocultar los vínculos
que le unen a él y a su partido con el régimen bolivariano. De paso anuncia que sólo hará
campaña en seis comunidades autónomas, lo que señala claramente en cuáles creen
los bolivarianos que van a sacar más y mejor tajada, tomen nota, estará en Madrid, Andalucía, Euskadi,
Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, espero que en Ferraz hayan tomado
buena nota y se vayan preparando para lo peor.
Y aunque no venga demasiado a
cuento, reflejar lo que le dijo Leopoldo López, el líder opositor venezolano
encarcelado en una democrática y progresista cárcel bolivariana a Zapatero, que
está jugando un papel en favor de Maduro que espero le cueste votos al partido
socialista. Con una dignidad que para sí quisieran la manada de zampabollos
metidos a políticos que sufrimos, le espetó a Zapatero: "No cambio mi
libertad por el revocatorio" y demostró que conoce a los de Ferraz como si
los hubiera parido, añadiendo "El diálogo no puede ser para perder el
tiempo".
¡En qué pocas palabras se puede
retratar al PSOE y a sus falaces políticas de diálogo!
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